Sociedad
Manuel Viso alerta sobre el consumo inconsciente de insectos: "Ese rojo del yogur no viene de la fresa"
Miles de consumidores ingieren alimentos con ácido carmínico sin ser conscientes de su origen, y el médico divulgador insta a revisar las etiquetas con atención
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El médico gallego y divulgador sanitario Manuel Viso ha vuelto a remover las redes sociales tras alertar sobre la presencia del ácido carmínico (E-120) en numerosos productos alimenticios de consumo habitual. Este colorante, extraído de un insecto llamado cochinilla, está presente en multitud de alimentos procesados que miles de españoles consumen a diario sin ser conscientes de su origen.
"¿Y si te digo que ese rojo tan rojo de tu yogur de fresa... no viene de la fresa? Se llama ácido carmínico (E-120) y se extrae de un insecto: la cochinilla", explica el experto en Urgencias y jefe de servicio en el hospital San Rafael de A Coruña en su publicación.
¿Qué alternativas existen al colorante de cochinilla?
Viso añade que este mismo colorante está presente en "yogures, gominolas, helados, palitos de cangrejo, salsas, vermuts... ¡ y hasta en pintalabios ! ". En su aclaración, el médico influencer señala que comúnmente se confunde a la cochinilla con el "bicho bola" o el "pulgón", aunque se trata de especies completamente diferentes.
La revelación del doctor Viso, que cuenta con una amplia comunidad de seguidores en distintas plataformas digitales, ha despertado el interés entre los consumidores que desconocían el origen de este aditivo tan común en la industria alimentaria española y europea. Si bien es un colorante natural autorizado, muchos usuarios han expresado su sorpresa al descubrir que están consumiendo un derivado de insectos en productos cotidianos.
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¿Qué es exactamente el colorante E-120 y cómo se obtiene?
El ácido carmínico, conocido técnicamente como E-120 en la nomenclatura europea de aditivos alimentarios, es un colorante natural que se obtiene a partir de las hembras de la cochinilla (Dactylopius coccus), un pequeño insecto parásito que vive principalmente en los cactus nopales. Este aditivo ha sido utilizado desde hace siglos para dar color a textiles, cosméticos y alimentos.
El proceso de obtención comienza con la recolección de las cochinillas hembras, que posteriormente son secadas y trituradas. A través de un procedimiento de extracción se obtiene el ácido carmínico, responsable de ese característico color rojo intenso.
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Este pigmento es muy apreciado en la industria alimentaria por su estabilidad frente a la luz, el calor y los cambios de pH, lo que lo convierte en una alternativa más duradera que otros colorantes naturales.
Aunque pueda resultar sorprendente para muchos consumidores, el uso del E-120 está completamente regulado por las autoridades sanitarias europeas y se considera seguro para el consumo humano. Sin embargo, por su origen animal, no es apto para dietas vegetarianas o veganas estrictas, y algunas personas pueden desarrollar reacciones alérgicas a este compuesto.
Productos alimenticios que contienen cochinilla en España
La lista de productos que pueden contener este colorante es extensa y variada. Los yogures de fresa son quizás los más conocidos por incorporar este aditivo para conseguir ese tono rojizo tan apetecible, pero no son los únicos. Las gominolas rojas, determinados helados, los palitos de cangrejo (surimi), algunas salsas rosadas o rojizas, y bebidas como ciertos vermuts también suelen contener E-120.
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En el ámbito de la cosmética , es habitual encontrarlo en pintalabios y otros productos de maquillaje que requieren tonalidades rojizas. Para los consumidores interesados en evitar este ingrediente, es fundamental revisar el etiquetado de los productos, donde debe aparecer identificado como E-120, ácido carmínico o carmín de cochinilla según la normativa de etiquetado vigente en España y la Unión Europea.
Los expertos en nutrición señalan que, aunque su origen pueda resultar poco atractivo para algunos consumidores, no existe motivo de alarma desde el punto de vista sanitario. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha establecido una ingesta diaria admisible que garantiza su seguridad en las cantidades utilizadas habitualmente en la industria alimentaria.
La cochinilla: un insecto con historia en la industria alimentaria
La cochinilla no es un descubrimiento reciente. Su uso como colorante se remonta a civilizaciones precolombinas en América Central y del Sur, donde ya se utilizaba para teñir textiles y como pigmento. Tras la llegada de los españoles a América, este tinte fue introducido en Europa, convirtiéndose en un producto de gran valor durante siglos.
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A diferencia del "bicho bola" (Armadillidium vulgare) o el "pulgón" (familia Aphididae) con los que a veces se confunde coloquialmente, la cochinilla del carmín (Dactylopius coccus) es un insecto hemíptero que se caracteriza por su capacidad para producir ácido carmínico como mecanismo de defensa contra depredadores. Esta sustancia, que representa aproximadamente el 20% de su peso seco, es precisamente lo que la industria aprovecha como colorante.
En la actualidad, Perú es el principal productor mundial de cochinilla, seguido por las Islas Canarias , donde existe una producción tradicional en algunas zonas de Lanzarote y Gran Canaria. La demanda de este colorante natural ha aumentado en los últimos años debido a la tendencia de los consumidores a preferir aditivos de origen natural frente a los sintéticos.
¿Qué alternativas existen al colorante de cochinilla?
Para quienes prefieran evitar productos con E-120, ya sea por seguir una dieta vegetariana/vegana , por posibles alergias o simplemente por preferencia personal, existen alternativas naturales para obtener tonalidades rojizas en los alimentos. La remolacha, las fresas, las cerezas o las moras proporcionan pigmentos naturales que pueden utilizarse como colorantes.
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En el ámbito industrial , colorantes como el licopeno (E-160d) extraído del tomate, la antocianina (E-163) de frutas rojas, o el pimentón (E-160c) son opciones vegetales que pueden sustituir al ácido carmínico en muchas aplicaciones. Sin embargo, estos sustitutos suelen ser menos estables y más costosos, lo que explica por qué la industria alimentaria continúa utilizando ampliamente el E-120.
Los fabricantes están cada vez más conscientes de la demanda de productos aptos para todos los tipos de dietas, por lo que el mercado ofrece alternativas libres de cochinilla en casi todas las categorías de productos. Las etiquetas que indican "apto para veganos" garantizan la ausencia de este y otros ingredientes de origen animal.
Manuel Viso, desde su posición como jefe de servicio de Urgencias en el hospital San Rafael de A Coruña, ha conseguido construir una comunidad digital donde comparte regularmente contenidos relacionados con la salud, la nutrición y consejos médicos basados en evidencia científica. Su enfoque divulgativo, alejado de alarmismos, permite a los consumidores tomar decisiones más informadas sobre su alimentación.
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