Bruselas esperaba poder cerrarlo esta semana en Brasil, pero el presidente argentino en funciones y Macron frustran la firma de un pacto que lleva dos décadas preparándose Todo estaba previsto para que la Unión Europea y Mercosur, el bloque comercial conformado por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, empezaran a cerrar esta semana un capítulo que lleva extendiéndose dos décadas. Valdis Dombrovskis, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea a cargo de Comercio, tenía previsto viajar a Brasil y firmar el acuerdo comercial más importante de la historia de la Unión, aprovechando que el 7 de diciembre los jefes de Estado de Mercosur se reúnen en Río de Janeiro. El pacto crearía un mercado de 770 millones de personas , eliminaría la mayoría de aranceles y aumentaría las inversiones europeas en América Latina, así como las exportaciones del potente mercado vacuno de Mercosur a la Unión Europea . Pero durante ese fin de semana el viaje ha quedado cancelado. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, se veía este fin de semana con Luiz Inácio Lula da Silva , presidente de Brasil, durante una reunión en los márgenes de la cumbre del clima de la ONU (COP28) que se celebraba en Dubái. Era un encuentro que esperaba poder confirmar que el acuerdo se podía cerrar esta semana. Lula también se veía en el marco de la COP28 con Emmanuel Macron, presidente francés. Pero cuando poco después el líder brasileño viajaba a Berlín para verse con Olaf Scholz, canciller alemán, las dos principales potencias de cada uno de los dos bloques, el acuerdo comercial volvía a estar tambaleándose . Alberto Fernández , presidente de Argentina en funciones hasta que Javier Milei asuma la presidencia el 10 de diciembre, anunció el sábado que no estaba dispuesto a firmar el acuerdo porque era demasiado desfavorable para los productos agrícolas sudamericanos. Y tras su encuentro con Lula, Macron también se había expresado en contra, para sorpresa de muy pocos. "Es un acuerdo que se negoció hace 20 años y que hemos intentado enmendar, y que ha sido mal enmendado" , aseguraba el líder galo, que apunta a los posibles efectos sobre el medio ambiente, aunque en realidad tiene un interés estratégico en proteger su sector agrícola y ganadero. Eso no significa que otras organizaciones y movimientos políticos no estén denunciando de forma insistente los efectos secundarios sobre el clima de este pacto. Un estudio encargado por el grupo de Los Verdes en la Eurocámara asegura que para cubrir el nuevo mercado europeo para el sector cárnico de Mercosur se podrían deforestar entre 620.000 y 1,35 millones de hectáreas durante los próximos cinco años. Un portavoz de la Comisión Europea ha explicado este lunes que se han hecho progresos "significativos" en el último mes y que el objetivo es cerrarlo "cuanto antes". La presidencia española del Consejo de la Unión Europea, que no tiene competencias en materia comercial, pero que sí ha intentado potenciar que sea una prioridad política el cierre de este acuerdo, esperaba que se pudiera firmar antes de que terminara su semestre europeo a finales de diciembre. Pero los acuerdos son delicados, los últimos metros son siempre los más inestables y los más complejos, porque también son los más políticos. Es cuando los líderes tienen que dar el paso de asumir un riesgo. Y precisamente en Buenos Aires hay dos líderes intentando que el otro asuma ese posible precio. Diana Mondino, futura ministra de Asuntos Exteriores, ha pedido a Fernández que firme el acuerdo, pero el actual presidente no quiere dar el paso . "Es un acuerdo que se negoció hace 20 años y que hemos intentado enmendar, y que ha sido mal enmendado", aseguraba Macron El regreso de Lula al poder reabrió la ventana de oportunidad para cerrar el acuerdo de Mercosur tras los años de Jair Bolsonaro . Desde febrero de 2023, se han intensificado los trabajos técnicos y se ha avanzado mucho. Y aunque Milei no se ha mostrado contra el acuerdo, al contrario, lo cierto es que existe la sensación generalizada de que el momento de cerrar es ahora. "El mundo no se acaba el 7 de diciembre. Si no se llega a un acuerdo para entonces, seguiremos negociando" , ha asegurado Mondino este fin de semana en una entrevista con la agencia Reuters. Pero esa frase no tranquiliza en Bruselas. Porque seguir negociando significa que se pierde el impulso político que se había logrado adquirir en los últimos meses y semanas. Y eso queda confirmado por la frase que pronuncia acto seguido Mondino: "Y con suerte, algún día, de alguna manera, se logrará". Si a alguien le suena bien esta música de bloqueo por parte de Argentina es a Macron , que a ojos de los brasileños es el verdadero culpable d e que el ambiente general no sea favorable a que se cierre un pacto esta misma semana. Francia, como otros Estados miembros, está en contra del acuerdo porque considera que daña los intereses de su sector agrícola y ganadero. Tras su reunión con Lula, el presidente de la república se refirió a su preocupación por el efecto del acuerdo comercial sobre el medio ambiente, pero lo que realmente preocupa al Elíseo es su campo , que en los últimos años ha estado dispuesto a movilizarse de forma muy agresiva contra el Gobierno. Francia, como otros Estados miembros, está en contra del acuerdo porque considera que daña los intereses de su sector agrícola y ganadero En declaraciones posteriores a su encuentro con Lula, Macron explicó que no puede solicitar a su industria agrícola que se ajuste a unos nuevos estándares climáticos exigentes y después abrir su mercado a productos y bienes que no cumplen con esos mismos requisitos. Los comentarios del presidente francés han irritado en Bruselas y también al otro lado del Atlántico. Santiago Peña, presidente de Paraguay, que asume la presidencia rotatoria de Mercosur en Río de Janeiro este jueves, ya apuntó hace días que si la Unión Europea no estaba lista para firmar el acuerdo esta semana, entonces sería "muy difícil" cerrarlo. El miedo en la Comisión Europea es que los socios de Mercosur lleguen a la conclusión de que Francia nunca va a dar el visto bueno al acuerdo acogiéndose a las cuestiones medioambientales , a pesar de que Mercosur considera que la UE ya ha incluido suficientes salvaguardias dentro del actual acuerdo, y que eso haga que si el pacto no se cierra en los próximos días las negociaciones puedan volver a entrar en un coma inducido por el lado latinoamericano. Todo estaba previsto para que la Unión Europea y Mercosur, el bloque comercial conformado por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, empezaran a cerrar esta semana un capítulo que lleva extendiéndose dos décadas. Valdis Dombrovskis, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea a cargo de Comercio, tenía previsto viajar a Brasil y firmar el acuerdo comercial más importante de la historia de la Unión, aprovechando que el 7 de diciembre los jefes de Estado de Mercosur se reúnen en Río de Janeiro. El pacto crearía un mercado de 770 millones de personas , eliminaría la mayoría de aranceles y aumentaría las inversiones europeas en América Latina, así como las exportaciones del potente mercado vacuno de Mercosur a la Unión Europea . Pero durante ese fin de semana el viaje ha quedado cancelado.