Macri confía en la agricultura para impulsar la economía argentina

18/02/2019
En: expansion.com
Digital
El final de la sequía augura un buen año para el agro argentino y una mejora de los ingresos fiscales, a tiempo para que Macri pueda apuntalar su candidatura a la reelección en otoño. Un grupo de agricultores reunido en el bullicioso bar El Tokio de San Antonio de Areco -la cuna de la cultura de los gauchos argentinos- coincide en una cosa: la cosecha de este año podría ser tan buena como mala fue la del año pasado. Después de sufrir en 2018 la peor sequía de los últimos cincuenta años, las condiciones climáticas favorables previstas para los primeros meses de este año han llevado a muchos a predecir que 2019 será más fructífero. Esto beneficiaría las perspectivas electorales del presidente de Argentina, Mauricio Macri, que aspira a la reelección en los comicios de otoño. "Este año está siendo excepcional, está lloviendo un día a la semana, algo que no ocurre nunca", asegura Diego Kelly, un veterano agricultor de la pintoresca ciudad de San Antonio. "Si la lluvia sigue cayendo y se consigue recolectar todo, los agricultores lo tendrán fácil", añade. Macri se está apoyando en el relevante sector agrícola argentino -que supone la mitad de las exportaciones del país- para impulsar la economía y sacarla de la recesión justo a tiempo para reforzar sus opciones de permanecer en el poder; el Producto Interior Bruto (PIB) del país se hundió un 2% el año pasado. Gustavo López, director de Agritrend, una consultora de Buenos Aires, espera que la producción de grano alcance este año en Argentina los 128/133 millones de toneladas y que se exporte una cifra récord de 93 millones de toneladas, lo que reportaría unos ingresos de 28.000 millones de dólares; la mayor parte de esa cantidad (17.000 millones de dólares) correspondería exclusivamente a las exportaciones de soja. Si se cumplen esas previsiones, los ingresos por exportaciones de grano aumentarían en 5.000 millones de dólares este año, lo que resultaría de gran ayuda para que el gobierno de Macri pueda equilibrar el déficit comercial del país. Además, los ingresos fiscales derivados de la actividad agrícola podrían duplicarse hasta alcanzar los 5.700 millones de dólares, después de que el gobierno aumentara las tasas a la exportación el año pasado como parte del esfuerzo reclamado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para eliminar el déficit fiscal en 2019. Guerra comercial La fortuna de los agricultores argentinos dependerá también en parte de cómo o hacia dónde evolucionen en los próximos meses las tensiones comerciales entre estados Unidos (EEUU) y China. Argentina es el mayor exportador mundial de harina y aceite de soja y la guerra comercial podría incrementar la demanda china de este grano. Pero China cuenta con una grande y sofisticada industria de procesamiento de la soja, por lo que solo le interesaría comprar habas de soja sin procesar. "Si el conflicto entre EEUU y China sigue adelante, lo que más nos preocupa es que nos podríamos ver obligados a exportar más productos sin procesar que refinados lo que supone menos ingresos porque son productos de menor valor", explica López. En contraste, esta situación beneficiaría a Brasil, el segundo país que más granos de soja cruda exporta, por detrás de EEUU. No obstante, si la guerra comercial se suaviza, los retos para Argentina serían diferentes. "El país se vería obligado entonces a competir con Brasil", advierte Dan Basse, presidente de AgResource, una compañía de Chicago dedicada a la investigación sobre materias primas. "Se va a producir una batalla entre Brasil y Argentina por otros mercados", asegura Basse, que aventura que hay entre un 70% y un 75% de posibilidades de que EEUU y China alcancen un acuerdo en abril. "Por eso estamos viendo que el precio de las habas de soja está cayendo de manera drástica, mientras se buscan nuevos mercados fuera de China", añade. Pase lo que pase entre EEUU y China, resultará crucial el impacto del nuevo gobierno derechista de Jair Bolsonaro en Brasil -el principal competidor de Argentina-. Nuevos mercados Argentina podría abrir nuevos mercados para sus productos cárnicos -que suponen el 3% de las exportaciones totales del país y suman un valor de 2.000 millones de dólares- en el caso de que Bolsonaro cumpla su compromiso de trasladar la embajada de Brasil en Israel a Jerusalén, ya que este movimiento podría enturbiar las relaciones entre Brasil y los países árabes. Argentina también podría buscar nuevos socios en el caso de que, tal y como prometió Bolsonaro, Brasil impulse cambios en Mercosur para que sus miembros puedan firmar tratados con países que no forman parte del bloque. Pero, quizás, lo que más preocupa actualmente a los agricultores argentinos es la política interna. Muchos temen que las elecciones de otoño traigan el populismo de vuelta y por eso han aceptado con resignación el aumento de los aranceles a la exportación que impuso Macri, según reconoce Marín Vivanco, un destacado agricultor de San Antonio. Las tasa de exportación de la soja aumentó el año pasado hasta el 28% desde el 18% en que la había dejado Macri tras recortarla desde el 35% que alcanzó bajo la administración de la expresidenta Cristina Kirchner. "No hubo alternativa... si este gobierno fracasa podríamos volver al modelo anterior", advierte Vivanco. Para este agricultor, la relación de Kirchner con los agricultores era negligente y agresiva. La de Macri también puede calificarse de negligente "pero al menos nos dice que nos quiere", añade Vivanco.
Fundación Bancaria Ibercaja C.I.F. G-50000652.
Inscrita en el Registro de Fundaciones del Mº de Educación, Cultura y Deporte con el nº 1689.
Domicilio social: Joaquín Costa, 13. 50001 Zaragoza.
Contacto Aviso legal Política de privacidad Política de Cookies