Los productores españoles de aceitunas negras ultiman en estas semanas la documentación que EE UU les ha requerido con motivo de la investigación por competencia desleal que el Gobierno de Donald Trump inició el pasado julio. El sector, coordinado con las diferentes Administraciones, debe enviar antes del 28 de septiembre una información pormenorizada tanto de las subvenciones que recibe como de todas sus empresas. "Son cuestionarios de 150 páginas, un trabajo enormemente complejo y laborioso", reconoce el secretario general de la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceitunas de Mesa (Asemesa), Antonio de Mora. Tras la denuncia de dos empresas californianas, el Departamento de Comercio estadounidense abrió dicho expediente al considerar que los productores españoles pueden estar beneficiándose de ayudas supuestamente injustas y eso les permite vender por debajo del precio del mercado. La patronal rechaza tales acusaciones.
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De Mora asegura que la documentación requerida por Comercio es un "chequeo absolutamente profundo, una auditoria de las subvenciones, de los costes, de los precios y de las propias organizaciones". "Nuestro objetivo principal es demostrar que las acusaciones de EE UU no tienen fundamento, las subvenciones están avaladas por la Organización Mundial del Comercio. El sector no recibe ninguna ayuda específica para la aceituna ni para el olivar, recibe las mismas que cualquier otro producto, con lo cual, se está poniendo en duda el sistema europeo de subvenciones", defiende el responsable. "Debe quedar claro que no son ayudas gratuitas ni un trato de favor, son subvenciones que se conceden a través de concursos, a las que optan otras muchas empresas, atendiendo a una serie de criterios, condicionadas a la inversión privada", agregan fuentes de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía. La documentación sobre las ayudas, según apunta De Mora, se está completando en colaboración con el Gobierno de España y la Unión Europea. "Buena parte de la información la tienen que aportar ellos", expone el responsable de la patronal.
Junto a esta documentación, que tiene como fecha limite de entrega el 18 de septiembre, los productores deben enviar antes del 28 una "verdadera radiografía" de cada empresa. "En el cuestionario sobre el antidumping cada empresa debe aportar toda la información relativa a sus costes, su productividad, sus precios, su distribución...", expone De Mora, quien defiende que el sector español es un buen competidor porque las "empresas son eficientes, modernas, líderes en todo el mundo, y eso no se debe a ninguna ayuda". "Sus precios son consecuencia de su alta eficiencia. Vamos a demostrar que las dificultades de las empresas californianas no dependen de las importaciones", agrega. Los productores españoles exportaron a EE UU el año pasado 32 millones de kilogramos de este tipo de oliva por valor de 70 millones de euros, lo que representa el 36% de las aceitunas de mesa vendidas en el exterior, según los datos de Asemesa. En España, hay una veintena de empresas que cultiva esta variedad, aunque el 98% de la producción se concentra en una decena.
En medio de este proceso, las direcciones de Comercio de ambos países mantendrán una reunión este martes en la que se abordará este asunto. Tal y como explican desde Agricultura, se trata de un encuentro concertado antes de que saltara la crisis y en el que se ha podido incluir el tema en los puntos del día. "No creemos que se trate nada más allá de lo que ya se viene haciendo", señala De Mora.
Tras la investigación, el responsable del Departamento de Comercio advirtió en julio que se impondrán aranceles si se demuestra que estas empresas incumplen las normas. Según detalla De Mora, EE UU emitirá una resolución preliminar el 20 noviembre con respecto a la información sobre las subvenciones y el 17 de enero sobre el cuestionario antidumping. Según su dictamen, el sector español alegará. La resolución definitiva se espera para el próximo julio.
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