La sequía que afecta al campo extremeño tiene un reflejo contable palpable. Los ganaderos que tienen contratado el seguro de compensación por pérdida de pastos han cobrado este año casi dos millones más de lo que habían recibido en 2018 por estas fechas. Agroseguro ha abonado ya 9,7 millones y es previsible que superará los 11 millones a final de año tras un octubre de nuevo bastante seco. A estas alturas del año pasado las indemnizaciones por sequía ascendían a los 7,9 millones. A pesar de ese incremento apreciable, las críticas en el sector ganadero no cesan y señalan que debería cambiarse el sistema por el que se evalúa el nivel de sequía y su daño a las explotaciones ganaderas.«Es un seguro complejo, es cierto, y polémico entre los ganaderos pero todo está recogido en una normativa que es la que marca el grado de siniestro en una parcela. Si se considera que la cobertura es mala, que se cambie. A lo mejor hay que pagar más por mejorar esa cobertura», señala Jesús Tiemblo, delegado territorial de Agroseguro en Extremadura. Bajo el nombre de Agroseguro se conoce al Sistema Español de Seguros Agrarios que está formado por 22 compañías que funcionan como un 'pool de coaseguro' (reparten los riesgos de las pólizas). «Es una verdadera vergüenza ese seguro de compensación en pastos. Por lo visto no hay sequía y desde febrero apenas ha llovido en la región», clama Lucía Maesso, presidenta de Aeceriber (Asociación Española de Criadores de Ganado Porcino Selecto Ibérico Puro) y ganadera de porcino y ovino. Mientras organizaciones agrarias piden al Gobierno que cambien el seguro para que se ajuste a la situación real de sequía.Recuerda Tiemblo que a la hora de evaluar el nivel de siniestralidad en el seguro de pastos no intervienen técnicos que visitan las parcelas en cuestión, como sucede cuando el pedrisco o el exceso de lluvia inundan los campos. En el seguro de pastos quien decide es la imagen de un satélite que compara los índices de vegetación existentes en un momento determinado con la media de los últimos 25 años. En función de cómo resulte ser ese índice de sequía se pagará más o menos a cada asegurado. La prima«Como hemos tenido un año bastante malo todos los ganaderos que han contratado el seguro de pastos han cobrado o van a cobrar... más o menos pero todos van a percibir indemnización», añade el delegado territorial de Agroseguro, quien recuerda un dato para intentar rebajar las críticas por este tipo de póliza. «Desde que existe el seguro de compensación por pérdida de pastos el coste real de la prima, esto es, lo que han tenido que pagar los ganaderos, ha ascendido a 90 millones, mientras que las indemnizaciones recibidas alcanzan los 150 millones», finaliza.A las organizaciones agrarias no les convencen las valoraciones que se hacen. «Es una estafa las calificaciones de seguro que se hacen. Se niega la sequía, una sequía que todos ven menos el satélite y Agroseguro», incide Juan Metidieri, presidente de Apag Extremadura Asaja. Mientras, UPA-UCE UPA demanda al Ministerio de Agricultura que actúe «urgentemente» para que «reconozca la sequía real que sufren las explotaciones ganaderas extremeñas». Aparte de los 9,7 millones que Agroseguro ha abonado ya a los ganaderos por el seguro de sequía, la entidad ha hecho frente a otros aseguramientos. Hasta ahora ha pagado 48,1 millones de euros. El año pasado por estas fechas la cantidad era mucho mayor: 68,7 millones.El descenso en las indemnizaciones ha sido posible gracias a que apenas ha habido siniestros afectando a tomate y frutales este año. Si en 2018 los daños en el sector tomatero fueron cuantiosos por las tormentas veraniegas y hubo que pagar 11,8 millones, en esta ocasión solo han sido 398.000 euros. Y a los fruticultores hace un año se les pagaron 31,8 millones; ahora han sido 25,8 millones. La contratación para el almendro se disparaEl nivel de aseguramiento en las producciones agrarias y ganaderas extremeñas es dispar y apenas hay cambios en los últimos años. Así, las contrataciones alcanzan casi el cien por cien de los casos en el tomate, tabaco y frutales, mientras que el seguro de retirada de animales tiene igualmente una alta contratación, por encima del 75%. Sigue siendo bajo en la vid o el olivar a pesar de que se han introducido sistemas intensivos. En este panorama sin casi novedades llama la atención una: se están incrementando sobremanera los seguros por parte de los productores de almendras. El cultivo del almendro sigue en auge por sus buenos precios. Ya ocupa 7.100 hectáreas productivas. En 2015 eran 4.000.