Los frutos secos son el tipo de cultivo que más ha aumentado la superficie certificada como ecológica en el último año en la Ribera, al pasar de 26,5 hectáreas a 42,5, lo que representa un crecimiento del 60 %, según el balance provisional del Comité de Agricultura Ecológica de la Comunitat Valenciana (CAECV), organismo que tiene su sede en Carlet. La estadística mantiene a los cítricos como el cultivo con mayor superficie certificada como ecológica en la comarca, a pesar del ligero retroceso del último año. Fuentes del comité certificador señalan, no obstante, que los cambios de criterio impuestos desde Europa en conceptos como las superficies compensatorias o las superficie agraria útil impide realizar una comparativa con los datos del ejercicio 2022. La Ribera contabilizaba entonces 1.202 hectáreas de cultivos ecológicos y 328 operadores.
Los datos relativos al cierre del año 2023 computan en la Ribera 433 hectáreas de cítricos certificados como ecológicos , once menos que el año anterior, lo que representa un descenso de casi el 2,5 %, si bien las naranjas y limones siguen siendo el cultivo mayoritario en el sector con diferencia. De hecho, si se toman como referencia los seis cultivos con mayor superficie, los cítricos representan en torno al 55 %.
El caqui, el frutal más extendido
El segundo cultivo en este ranking son los frutales. El CAECV contabiliza al cierre del último ejercicio 259 hectáreas certificadas, lo que representa un aumento del 5,7 % a pesar de que se han perdido un par de hectáreas de caqui, la variedad más representativa en este grupo de frutales seguida por la granada y el kiwi. De las 259 ha de frutales certificadas 101 corresponden a caqui.
«Debemos trabajar para que el sector agrario y, en particular el ecológico, ayude a recuperar zonas despobladas»
Vicente Faro - Presidente del Comité de Agricultura Ecológica
Los frutos secos se convierten tras el repunte registrado el año pasado en el tercer cultivo en cuanto a superficie certificada en la Ribera tras adelantar a las hortalizas, que crecen ligeramente hasta contabilizar al cierre de 2023 un total de 28 hectáreas. Por su parte, el olivar retrocede mínimamente hasta contabilizar 13,1 hectáreas y la uva de vinificación mantiene exactamente la misma superficie que el año anterior con 6,4 hectáreas.
Pascual Fandos
El aumento de la superficie certificada como ecológica se ha ralentizado en los últimos años en la Ribera después de una época de crecimiento exponencial que permitió pasar de las 385 hectáreas que se contabilizaban en 2015 a las 1.098 de 2020. Los datos facilitados por el comité certificador reflejan aumentos mucho más modestos desde ese momento.
El CAECV, a la espera del balance definitivo, prevé que los datos del ejercicio 2023 volverán a reflejar en el conjunto de la Comunitat Valenciana un crecimiento de la superficie certificada como ecológica, previsiblemente, próximo al 6 %.
Recuperar zonas despobladas
«El sector ecológico de la Comunitat Valenciana sigue creciendo. Aunque los datos no los tenemos cerrados al 100 %, este último año hemos crecido tanto en número de personas operadoras como en superficie certificada. Debemos seguir trabajando en nuevas medidas que potencien el territorio para que el sector agrario y ganadero, y especialmente el ecológico, sea una de las mejores alternativas para recuperar zonas despobladas de la Comunitat Valenciana y proteger los montes valencianos de las consecuencias del abandono de actividad», señala el presidente del Comité de Agricultura Ecológica, Vicente Faro.
José Luis Zaragozá
«La agricultura ecológica está siendo una alternativa real para el sector agroalimentario y hay que seguir trabajando en buscar la excelencia y mantener la calidad de nuestros productos, creando el marco adecuado para que la actividad ecológica sea rentable», incide Faro.
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