Las tormentas de granizo afectan los cultivos de Santa Cruz de Grío y otras localidades de Valdejalón
La granizada que cayó el pasado jueves entre Valdejalón y la Comarca Comunidad de Calatayud causó afecciones "muy graves" a ambos lados de la sierra de Vicor y se extendió por una franja hasta el valle del Jiloca provocando pérdidas que, dependiendo de la localización, son de hasta el 100% en frutales -principalmente de cereza y melocotón según las estimaciones preliminares de UAGA- en varias localidades de este entorno . Lo mismo ocurrió con la viña de la zona y en los campos de cereales los desperfectos rondan el 70%.
El pedrisco también golpeó las caminos agrícolas y los cascos urbanos; por lo que la DPZ tiene previsto trabajar con tres motoniveladoras -en Sediles, Frasno y Santa Cruz de Grío- a partir del lunes. "Los caminos tienen que estar transitables lo antes posible porque ya ha comenzado la temporada de recogida de la cereza y los agricultores necesitan acceder al resto de cultivos", recalcó el presidente de la institución, Juan Antonio Sánchez Quero, tras visitar estos municipios.
La localidad más damnificada fue Santa Cruz de Grío, donde llegaron a producirse acumulaciones de granizo de hasta 80 centímetros y en las zonas barridas por las tormentas se han perdido todas las cosechas. Por su parte, la Denominación de Origen vitícola bilbilitana cifró los daños en Belmonte en el 80%. En menor medida la tormenta también descargó algo de piedra en la línea de territorio de Montón, Fuentes de Jiloca o Maluenda. Y entre esta franja y la Sierra de Vicor, en Mara, las parcelas de cultivo sufrieron daños en torno al 50%.
En la zona de Alto-Jiloca y Campo Romanos -puntualizaron desde UAGA- la acumulación de granizo alcanzó los 25 y 30 centímetros y ayer todavía quedaban restos importantes, tras arrasar, entre otras, unas 5.000 hectáreas de cereal y girasol en Cucalón. Los agricultores esperaban este año " la cosecha del siglo"; sin embargo han perdido casi la totalidad, quedando la espiga del cereal "pelada" . También se produjeron daños en el área de Longares y Alfamén, aunque según recalcaron desde la organización agraria fueron "muy localizados" y "testimoniales".
A todo ello se añadió este viernes una granizada puntual en el término de Clarés de Ribota: "Han caído 25 litros en poco menos de 15 minutos y ha venido con piedra", explicó Álvaro Gonzalo, agricultor de la localidad. En su caso, el daño repercutió en la cereza de mercado, dejándola marcada, aunque todavía era pronto para evaluar los efectos en otros cultivos. Cerca de allí, en Aniñón, su alcalde, José Manuel Sebastián, reconoció que "aquí no ha llegado".
Los torrentes que se formaron tras las tormentas dejaron ayer muchos caminos "intransitables"; por lo que los agricultores todavía no pudieron visitar todas sus parcelas y hacer una estimación más directa de cómo se han visto damnificados. De hecho, desde Agroseguro recalcaron que la mayoría de los partes se notificarán durante las próximas jornadas.
De momento, tras las tormentas ocurridas desde el pasado domingo en Aragón, a Agroseguro ya se han notificado pérdidas en 7.513 hectáreas aseguradas , la mayoría (6.528) corresponden a cultivos herbáceos, otras 506 son de frutales y 452, de uva de vino. El resto se dividen entre hortalizas -principalmente guisante y haba-, frutos secos y cerezas. Los peritos ya han hecho las primeras visitas.
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