Las asociaciones agrícolas AVA-ASAJA y La Unió valoran las precipitaciones caídas hasta el momento para recargar los embalses y refrescar los pastos El temporal de lluvias que vive la Comunitat Valenciana está teniendo hasta el momento y en líneas generales, una incidencia positiva en el sector agrario, según una primera evaluación de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA). Una valoración que la La Unió Llauradora y Ramadera considera de «muy beneficiosas», a falta, eso sí, de como se desarrollen las lluvias este jueves. En la mayoría del territorio el agua está siendo bien recibida, especialmente en zonas de interior como el Alto Palancia, el Alto Mijares, Els Ports, los Serranos, Utiel - Requena, el Valle de Ayora - Cofrentes y la Hoya de Buñol, entre otras. En estas comarcas, donde la sequía del año pasado y agravada durante las últimas semanas ha venido castigando con dureza a los cultivos, las lluvias están contribuyendo a recargar embalses y refrescar los pastos. Concretamente, el agua está siendo muy beneficiosa en el desarrollo de los cereales de invierno, que se encuentran en época de germinación, así como en la mejora del calibre del resto de las producciones de temporada, como naranjas y mandarinas. También, apunta La Unió, este agua es muy positiva para los cultivos leñosos de secano como el olivar, viñedo o frutos secos que han sufrido los efectos de la sequía en los últimos años. Tampoco perjudican en exceso a los de regadío, excepto por el posible exceso de humedad en cultivos hortícolas al aire libre donde podría producirse una proliferación de hongos o la paralización de su recogida. Todo ello, pese a los casos puntuales donde las precipitaciones han provocado arrastres de tierra y dificultades de acceso a los campos. En estos casos, la asociación muestra su inquietud ante los encharcamientos en ciertas zonas, ya que, si el temporal se prolonga y no va acompañado de un pronto aumento de temperaturas, se incrementará el riesgo de aparición de hongos. De manera excepcional hasta el momento, la lluvia está generando preocupación en el cultivo del almendro, en aquellas variedades de floración tardía como la Vayro, Lauranne o Constantí, en las que la almendra todavía no está formada. La persistencia durante un tiempo excesivo de la lluvia podría afectar negativamente a la fecundación de las flores. Esto se sumaría a la dificultad de la polinización, ya que la presencia de viento y la elevada humedad impiden el vuelo de abejas y otros insectos polinizadores.