Las legumbres, en el centro del debate proteico Análisis agrario Las leguminosos están de moda como fuente de proteínas, pero también pueden ser una buena opción para rotar cultivos El pasado 10 de febrero se celebró por segundo año consecutivo el Día Mundial de las Legumbres, tal como quedó fijado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en diciembre de 2018. Un reconocimiento que se enmarca en el seno de los objetivos 2030 de esta organización para el Desarrollo Sostenible y Hambre Cero. La ONU promueve su producción y consumo, como cultivo necesario para avanzar en el reto de la suficiencia alimentaria, la mejora de la salud, la conservación del medioambiente y el desarrollo de las economías rurales.
A nivel mundial y de acuerdo con datos de la Food and Agriculture Organization (FAO), la producción media de leguminosas desde 2013 a 2017 rondó los 45 millones de toneladas, más de la mitad son de judías secas. De acuerdo con esta misma fuente, en la campaña 2017/18 la superficie de leguminosas grano en la Unión Europea (UE) ascendió a 550.000 hectáreas, un aumento del 40% frente a la media de las últimas cinco campañas. La producción estimada llegaría al millón de toneladas, con un incremento del 70%, al haber aumentado superficie y rendimientos.
En cuanto a España, por suelo y climatología es un país con una alta potencialidad de producción de legumbres. A pesar de ello, seguimos siendo importadores netos, si bien es cierto que estamos cerca de conseguir que se iguale la producción y la importación. Una situación similar a la que se produce en la UE.
Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), en 2018 las leguminosas grano (judías secas, lentejas, garbanzos, vezas y yeros) ocuparon en nuestro país 498.400 hectáreas. La principal producción es de guisantes secos, con 194.000 toneladas, seguido de garbanzos con 38.000 toneladas, alubias con 19.800 toneladas y lentejas con 18.500 toneladas. Se estima que la superficie se reducirá en un 16% en 2019/20, según el MAPA, y un 12% frente a la media de las últimas campañas. En cuanto a la producción, se ha bajado alrededor de un 40% con respecto al último año y un 28% comparado con la media de años anteriores. Esta disminución ha sido debida a la menor superficie de cultivos arriba mencionada, acentuada por la caída de rendimientos como consecuencia de la sequía, unos indicadores opuestos a los globales.
La principal región productora de leguminosa grano es Castilla La Mancha, seguida de Castilla y León y Andalucía. En Extremadura se cultivan 5.466 hectáreas, la mayor parte en secano.
Hay que recordar que las legumbres son una de las fuentes proteicas y de aminoácidos más económicas. La realidad es que a nivel global hay un repunte del consumo, como consecuencia de la búsqueda de alternativas vegetales a la proteína animal. Una coyuntura que está siendo bien aprovechada por este sector. En todo caso y tal como recuerdan los nutricionistas, las proteínas no son iguales y las de más alto valor biológico son las de huevos, leche y carne, por lo que suprimir su consumo generaría deficiencias de aminoácidos y vitaminas esenciales, algo que debería ser compensado. En todo caso, los alimentos no son solo proteínas y hay elementos que les acompañan y les pueden aportar cualidades nutricionales complementarias, como es la fibra en el caso de las legumbres.
Pero no solo los factores nutricionales son relevantes, es importante destacar su valor medioambiental, al ser su capacidad para fijar nitrógeno en el suelo una cualidad agronómica fundamental, lo que las dota de un importante valor fertilizador. Por ello es una alternativa habitual y muy sostenible en las rotaciones de cultivos. En el momento actual, con un 'green deal' como eje de la futura PAC, una incentivación de las leguminosas en las rotaciones podría suponer otro catalizador para su crecimiento.