Por primera vez en los últimos años, las exportaciones de porcino a China experimentaron en el primer semestre de este año un recorte del 16,9% frente al mismo periodo del ejercicio anterior, según datos manejados por la interprofesional Interporc.
No obstante ese descenso, las ventas españolas de porcino en el mundo en el mismo periodo mantienen su expansión con un crecimiento en volumen del 1% hasta 1.041.000 toneladas, mientras crecieron en valor un 18,2% hasta los 2.512 millones de euros. De hecho, el descenso de China es el único registrado entre los 20 primeros países importadores del porcino español. España, a pesar de las crisis sufridas por el sector, es uno de los pocos países comunitarios donde en los últimos años ha seguido creciendo la cabaña hasta alcanzar una producción de 3,8 millones de toneladas y ocupar el segundo lugar entre los países productores de la Unión Europea.
Fuentes de Comercio precisan que la caída en China se debe a que en 2016 se dio una homologación de mataderos con las autoridades chinas, y eso disparó las ventas. Ahora descienden por el efecto estadístico, explican.
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El porcino español y comunitario fue uno de los sectores más perjudicados en 2014 por el cierre ruso de las fronteras. Esta situación obligó a los industriales españoles del porcino a buscar nuevos mercados. Gracias a su competitividad, el porcino español se fue imponiendo en los países asiáticos, entre los que destaca China con un incremento entre 2013 y 2016 de las ventas en valor del 450% hasta los 343 millones de euros. En Japón también experimentó un aumento en el mismo periodo del 242% hasta los 221 millones de euros.
El porcino se ha convertido en el primer sector exportador agroalimentario, solo por detrás del conjunto de frutas y hortalizas. Las ventas españolas totales de porcino en el exterior ascendieron en 2016 a 4.534 millones de euros, con un incremento del 12,2% sobre el año anterior y con un volumen de 2,04 millones de toneladas, un 19,1% más que en el ejercicio precedente. China y el resto de mercados asiáticos como Japón, Hong Kong o Corea suponen una salida muy importante para asegurar la viabilidad del sector y la posibilidad de seguir creciendo. Sin embargo, el primer destino de las exportaciones españolas de porcino en volumen y facturación sigue siendo Francia, con 782 millones de euros en 2016 frente a los 616 millones de China. Junto a Francia, el resto de los países comunitarios, Italia, Portugal, Reino Unido, Alemania, Polonia, Rumania, Bélgica y Dinamarca siguen constituyendo el grueso de las ventas españolas.
El sector, aunque considera que todavía existe un amplio recorrido para la venta de porcino en los países asiáticos, trabaja en la actualidad por la apertura de nuevos mercados en el continente americano.
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