El presupuesto se reduciría de 386.000 a 300.000 millones de euros la propuesta de la Comisión Europea para la PAC (Política Agraria Común) para el período 2028-2034 ha nacido muerta. El rechazo de los preceptores de esta política retumbaba incluso antes de hacerse conocer en la presentación del nuevo Marco Financiero Plurianual (MFP). La confirmación de los planes de la institución europea levanta un tsunami de protestas en el horizonte. El «otoño caliente» al que ya se han referido fuentes de las principales organizaciones profesionales agrícolas en conversación con El Debate apunta contra un proyecto de PAC sin presupuesto propio e integrada en un fondo único multisectorial, gestionado bilateralmente entre Bruselas y los Estados. Las primeras conclusiones muestran un recorte del 22 % en el presupuesto de esta herramienta, que además de adelgazar de 386.000 a 300.000 millones de euros perdería uno de sus dos pilares fundacionales, el que pretende fomentar el desarrollo rural. La sensación a pie de cultivo es que la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, ataca directamente la línea de flotación de los agrarios, algo que trata de evidenciar con cifras Farm Europe, una asociación de actores económicos para impulsar la reflexión sobre la agricultura y las economías rurales que ha calculado el impacto de la estrategia planteada. «El núcleo de la soberanía alimentaria de la UE, en la mira por los recortes en ayudas», titula su informe la plataforma, que estima -a partir de datos de 2022- que el alcance de la fórmula prevista por la Comisión Europea golpearía de manera considerable el apoyo para agricultores y ganaderos. «Más de la mitad de la superficie agrícola utilizada en la UE se vería afectada por la reducción de ayudas, cifra que ascendería a dos tercios si se excluyen las explotaciones más pequeñas (que reciben menos de 5.000 euros en ayudas). Un tercio de los agricultores con más de 12 hectáreas vería reducidas sus subvenciones por la regresividad a nivel de la UE», indica el análisis, que precisa que este mordisco afectará más a los agricultores que sustentan la producción continental. Farm Europe ha calculado los efectos de la aplicación de la nueva PAC para países como Francia y República Checa, cuyo modelo agrícola quedaría en entredicho en ambos casos pese a contar con estructuras muy distintas. «En Francia, más del 50 % de los agricultores que reciben más de 5.000 euros al año se verían afectados por una reducción de ayudas, representando el 73% de la superficie agrícola total del país. En la República Checa, esta cifra ascendería al 85 % del sector productivo afectado». Para el caso español, Asaja Castilla y León ha señalado que de entrada, el recorte presupuestario significa que cada año del periodo 28-34 el campo de la comunidad autónoma perderá 60 millones de euros. «Todo parece indicar que los derechos de pago actuales se sustituirán por un tanto a cobrar por explotación, lo que penalizaría a las explotaciones profesionales de Castilla y León, al reducirse los pagos que estén entre 20.000 y 50 000 euros en un 25 %, en un 50 % los que estén entre 50.000 y 75 000 euros , y un 75 % aquellos entre 75 000 euros y 100 000 euros, siendo esta cifra el tope para percibir ayuda», trasladan desde Asaja Castilla y León. El documento de Farm Europe incide en que todos los Estados miembros se verán gravemente afectados por esta propuesta de la PAC, que a juicio de la asociación, «parece estar motivada más por un deseo de ahorro que por una verdadera intención de equidad o una visión de futuro para el sector".