El cultivo de girasoles ha caído un 30% en Catalunya. La causa principal, según Unió de Pagesos, es el exceso de fauna salvaje y, en concreto, de jabalíes. A estos animales les gusta mucho esta planta y la destrozan incluso antes de cosecharla. "Se ha convertido en un cultivo residual, no llega ni al 1%, y eso no contribuye a la soberanía alimentaria. Dependemos de terceros países y ya hemos visto que, a las primeras de cambio, sufrimos racionamientos", explica Josep Mas, coordinador de fauna salvaje de UP. Esto también ocurre con otros cultivos como la patata o el sorgo, un cereal utilizado en dietas alternativas que ahora debe importarse del extranjero. Por todo ello, UP pide potenciar la caza y que el Govern aplique medidas menos restrictivas. La invasión rusa de Ucrania ha provocado el paro de las importaciones procedentes de este país y ha evidenciado que, en Catalunya, existe una dependencia de girasol, sobre todo por parte de una industria alimentaria que lo utiliza como ingrediente básico para fabricar productos elaborados. Hasta hace unos años el cultivo de girasol era bastante importante en Catalunya. Según explican los campesinos, la situación cambió con "el descontrol" de la fauna salvaje que, en el caso de la Catalunya Central, es especialmente grave, debido a que muchos campos están rodeados de bosque, lugares ideales como escondrijo para los jabalíes. Por eso, los campesinos piden que se incentive la caza, ya que consideran que ahora es la única manera de controlar la fauna cinegética. Políticas agrarias menos restrictivas Por otro lado, desde el sindicato, también se insiste en la importancia de aplicar medidas menos restrictivas. En este sentido se critica la obligatoriedad de dejar tierras en barbecho, sin sembrar. "No tiene ningún sentido que tengamos hectáreas sin cultivar en nuestro país y tengamos que comprar cereal o alimento en un país tercero", explica Toni Bascompte, coordinador de UP en el Berguedà. Según defiende, en situaciones excepcionales como la actual, con la crisis económica y la guerra de Ucrania, es necesario apostar por la producción local y de proximidad. Una alternativa: aceite de colza Mientras hay cultivos que se dejan de plantar en Catalunya, hay otros que crecen. Es el caso de la colza, que en los tres últimos años, se ha disparado un 15%. La razón es que no gusta tanto a los jabalíes y, por tanto, es más fácil de cultivar. Además, desde la Unión Europea también se están llevando a cabo medidas para incentivar este tipo de cultivo y otros como el maíz. El molino de Roviroli de Sagàs, uno de los poco de Catalunya que hace aceite de colza. Nia Escolà / ACN En Sagàs, hay uno de los tres únicos molinos de Catalunya donde se produce aceite de colza, un producto muy apreciado en Europa, pero que en Catalunya no se encuentra en las estanterías de los supermercados porque todavía arrastra mala fama por un episodio de intoxicación de los años 80 en los que murieron más de 3.000 personas. Sin embargo, se trata de una alternativa al aceite de girasol que, según UP, permitiría reducir la dependencia con otros países. Lee también Crece la venta de aceite de oliva en cooperativas de Les Garrigues por el miedo al desabastecimiento Agencias