Hace casi dos años que las reservas hídricas catalanas están en una situación preocupante. La escasez de lluvias , el aumento de las temperaturas y los episodios de calor extremo del pasado verano han dejado a los embalses en mínimos. En estos momentos, con unos embalses que apenas llegan a un 30% de su capacidad, Catalunya está oficialmente en estado de alerta por sequía. No hay indicios de que la situación mejorará próximamente. Por eso mismo, según han anunciado este jueves el director de l'Agència Catalana de l'Aigua, Samuel Reyes , y el vicepresidente del área de ecología de l'Àrea Metropolitana de Barcelona, Eloi Badia , Catalunya pone en marcha un nuevo plan para hacer frente a la actual sequía (y a las que vendrán). El plan consiste en reforzar la red para "regenerar agua" en el área metropolitana de Barcelona. En estos momentos, en la localidad de Sant Joan Despí existe una estación de tratamiento y potabilización de agua que recoge las aguas residuales, las somete a un tratamiento y, una vez 'limpiadas' y depuradas , las devuelve al río Llobregat. En el mes de diciembre este proceso aportaba unos 0,2 metros cúbicos al segundo . Actualmente, ya se generan cerca de 0,6. En las próximas semanas, según prevé el plan presentado este jueves, se espera que la aportación de aguas regeneradas llegue hasta los 0,8 metros cúbicos . La aportación de agua regenerada al Llobregat, según explican Reyes y Badia, cumple al menos dos funciones. Por un lado, ayuda a garantizar el caudal del final del río en un momento de escasez de agua y, así haciendo, preserva el buen estado de los ecosistemas acuáticos de la zona. Por otro lado, esta medida permite minimizar el uso del agua de unos pantanos catalanes que, hoy por hoy, están en estado crítico. Las inyecciones de agua regenerada también se están utilizando como "barrera" para evitar la intrusión salina de agua hacia el acuífero del Llobregat (una reserva estratégica de agua clave durante los episodios de sequía). El avance (y la severidad) de la sequía en Catalunya ha obligado a activar todos los mecanismos existentes para "generar agua" en el territorio. En el último año, las plantas de reutilización de agua han aumentado su capacidad hasta alcanzar los 60 hectómetros cúbicos al año (unos 10 más que en el año anterior). Las desalinizadoras catalanas , por su parte, también han incrementado su producción hasta alcanzar los 63 hectómetros cúbicos durante este periodo. Las reservas hídricas de los pozos han sumado unos 54 hectómetros cúbicos más. En total, se estima que estas tres fuentes han aportado tanta agua como la equivalente al del embalse de Sau . Según han explicado este jueves Reyes y Badía, el refuerzo de estos tres mecanismos para obtener agua ha permitido retrasar al menos seis meses la activación de la alerta por sequía en Catalunya. O dicho de otra manera. Si no fuera por estos mecanismos para obtener un 'extra' de recursos hídricos, "el área metropolitana de Barcelona estaría hoy en el escenario de excepcionalidad y en las puertas de la emergencia, con medidas mucho más restrictivas". En estos momentos, según el último balance disponible, el 80% de la población de Catalunya vive en una zona en alerta por sequía . La Generalitat ya ha aplicado una serie de restricciones para intentar paliar la situación. Las medidas se limitan, por ahora, a restringir el uso de agua en actividades como el riego de jardines y zonas verdes, así como la limpieza de vehículos o el relleno de las piscinas y fuentes ornamentales. Si la situación empeora, tal y como alertó la semana pasada la portavoz del Govern, Patrícia Plaja , no se descarta aplicar restricciones más severas en primavera. En este caso, todo apunta a que el " racionamiento del agua " también afectará a los hogares.