Esta red de seguimiento de los mercados de cuatro cereales (trigo blando y duro, cebada, maíz y arroz) en la zona mediterránea ha anunciado en Zaragoza la puesta en marcha de este sistema de alertas ante la crisis de actual en los mercados de granos e insumos. MED-Amin, creada en 2014, da un paso más con el fin de dar respuesta a los retos y desafíos actuales en el sector de los cereales, en la actualidad, marcado por una gran inestabilidad en los mercados por factores como la invasión de Ucrania por parte de Rusia y los altos precios de la energía, entre otros. Precisamente, en este contexto de alta incertidumbre en los mercados agrícolas y teniendo en cuenta los efectos del cambio climático, la red, formada por 13 países del CIHEAM (Centro Internacional de Altos Estudios Agronómicos Mediterráneos), va a realizar "un nuevo esfuerzo conjunto entre los socios de la red y expertos internacionales clave para avanzar hacia un sistema de alerta temprana que haga al Mediterráneo más resiliente ante futuros impacto s", ha explicado Elen Lemaître-Curri, directora adjunta de CIHEAM Montpellier, durante su intervención en la IX reunión MED-Admi en la sede de CIHEAM Zaragoza. El conflicto en la región del mar Negro ha puesto de manifiesto la interdependencia entre los sistemas alimentarios, los mercados energéticos, la paz mundial y la seguridad alimentaria. Un conflicto en el que la región mediterránea es una de las más expuestas , ya que los países del norte de África y Oriente Próximo producen el 40% de sus necesidades de trigo, porcentaje que es similar en España en el caso del maíz. "Una vez más, debemos constatar la fragilidad de nuestros sistemas alimentarios mediterráneos dependientes de los precios y la disponibilidad de materias primas en las regiones exportadoras", ha afirmado Plácido Plaza, secretario general del CIHEAM, quien ha añadido que el conflicto del mar Negro, en particular, ha demostrado que las dificultades de una región que es fuente de abastecimiento agrícola y energético tiene repercusiones directas sobre las economías y comunidades mediterráneas. Seguridad alimentaria A esta situación se une el climático, que es un factor más que compromete la seguridad alimentaria en la región mediterránea. Las altas temperaturas y las condiciones de sequía experimentadas en muchas zonas de la cuenca del Mediterráneo en 2022 han afectado al desarrollo de los cultivos, mermando el rendimiento y la producción. Es necesario avanzar hacia modelos agroalimentarios más sostenibles con innovación y conocimiento "El Mediterráneo se calienta un 20% más rápido que la media mundial. Esto impacta de forma directa sobre la seguridad alimentaria, principalmente en los países del sur y del este de la región. Para hacer frente a esta situación, es necesario moverse hacia modelos agroalimentarios sostenibles" , ha apuntado Raúl Compés, director del CIHEAM Zaragoza. En el encuentro, que se celebra durante hoy y mañana en Zaragoza, también ha participado el secretario general de Agricultura y Alimentación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, Fernando Miranda, quien ha incidido en que para afrontar el gran reto del cambio climático y las incertidumbres de mercado provocadas por la invasión de Ucrania y por los altos precios de la energía, es necesaria "una producción sostenible a través de la innovación y el conocimiento" , entre otros aspectos. Miranda ha manifestado que " nos enfrentamos a una crisis de seguridad alimentaria -con la pandemia ya se había elevado a un primer plano por el suministro de alimentos-, pero de consecuencias más graves por la crisis Ucrania-Rusia. Estamos ante la tercera crisis alimentaria", teniendo en cuenta también la de 2008. "Estamos en un contexto internacional volátil -añade-, pero entre todos los actores se trata de introducir factores de normalización", que redunden en una baja del precio de los cereales y fertilizantes, entre otros elementos. Pese a la situación actual, aseverado que no hay motivos para pensar en la escasez de cereales para la alimentación humana y de animales en la Unión Europea, aunque ha reconocido que "es posible que los países fuertemente importadores y que tengan otros problemas" sí puedan verse más afectados. "En España y en la Unión Europea, no se da este escenario ni pensamos que se pueda dar". España importa alrededor de 15 millones de toneladas de cereal y oleaginosas, cifra que puede variar en función de la cosecha y el clima, y alrededor de 6 y 7 toneladas de oleaginosas. "Somos deficitarios de algunos cereales, sobre todo, para ganadería ", lo que está relacionado con el hecho de que España sea una potencia ganadera con un alto porcentaje de exportación. Miranda también ha aludido al impacto de la sequía, que este verano ha sido inusualmente intensa y larga con olas de calor, lo que pone de manifiesto que "los calendarios de algunas producciones se desplazan" por lo que ha convenido en que sean observados para ver las tendencias de las series meteorológicas para disponer de información y realizar adaptaciones. Más información Por su parte, el consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, ha mostrado su preocupación por que los alimentos sean accesibles para todos los colectivos, especialmente, los más vulnerables. "Esto no lo tenemos tan resuelto como se creía y como en la pandemia. Se repercuten costes a los consumidores". No obstante, ha ahondado en que el reto es que la alimentación "sea saludable y asequible. Esto con los mercados actuales, es difícil". Olona también ha puesto el foco en la necesidad de disponer de más información, sobre todo en las comunidades autónomas, al hablar de los mercados internacionales, que sea "certera y fidedigna para que las decisiones sean útiles y no creen más problemas que soluciones . La información es clave para el funcionamiento de los mercados". La red MED-Amin es una red de seguimiento de los mercados de cuatro cereales (trigo blando y duro, cebada, maíz y arroz) en el Mediterráneo, que se creó en el año 2014 a petición de los ministros de agricultura de los 13 países miembros del CIHEAM. Su origen tuvo lugar en la crisis alimentaria mundial que comenzó en 2008 con una inusual subida de los precios mundiales de los alimentos básicos, en particular de los cereales. La red pretende mejorar la calidad de la información sobre los mercados de cereales en la región mediterránea, muy implicada en los circuitos comerciales de cereales y muy vulnerable a la volatilidad de los precios. MED-Amin está formada por representantes de ministerios e instituciones públicas encargadas de la vigilancia de los mercados. Dirigida por el CIHEAM de Montpellier, uno de los cuatro institutos del CIHEAM, y apoyada por expertos de la Comisión Europea y de la secretaría de la FAO/AMIS, tiene también una función de diálogo técnico y de desarrollo de capacidades. Por su parte, el CIHEAM es una organización intergubernamental mediterránea creada en 1962 y compuesta por 13 Estados miembros: Albania, Argelia, Egipto, España, Francia, Grecia, Italia, Líbano, Malta, Marruecos, Portugal, Túnez y Turquía. Su actividad se articula a través de cuatro institutos ubicados en Bari (Italia), Chania (Grecia), Montpellier (Francia) y Zaragoza (España) y la sede central en París. Sus objetivos se centran principalmente en la protección del planeta a través de la lucha contra todas las formas de despilfarro (recursos naturales, de alimentos y de conocimiento y saber); seguridad alimentaria y nutricional mediante el impulso de la agricultura y los sistemas alimentarios sostenibles; desarrollo inclusivo invirtiendo en las nuevas generaciones y en los territorios vulnerables; y prevención de crisis a través de la gestión de las tensiones y trabajando por la resiliencia de las comunidades. Relacionados Precio de los cereales: ¿continuará el rally alcista?