A pesar de que la cosecha ha sido buena, agricultores malagueños la están dejando pudrir en los árboles porque "nos están llegando a pagar 10 céntimos el kilo". Repartieron gratuitamente 3.000 kilos como protesta Sergio Ramos se sube a un banco y se dirige a los viandantes, que se giran extrañados. No tiene megáfono , pero se le escucha claro. " ¡ Esta es la vergüenza ! ", grita mientras señala sacos de limones , que han descargado en la céntrica plaza de la Marin a , en Málaga . " ¡ Nosotros gastamos agua para crear alimento, no para llenar piscinas ! ", espeta con cierta rabia. Es uno de los agricultores de limones que están dejando pudrir sus cosechas en los árboles. Simplemente, no les compensa recogerlas. "Nos están llegando a pagar el kilo a 10 céntimos , mientras que en los supermercados cuesta más de dos euros", se queja amargamente Alfonso Ramírez . Tiene una finca de ocho hectáreas, pero busca chapuzas en la construcción para aumentar sus ingresos. La paradoja de este cultivo es que no se ha visto muy afectado por una sequía que, en Andalucía, ha obligado a aprobar un cuarto paquete de medidas para hacer frente a la falta de recursos hídricos. Las cosechas han sido buenas -solo en esta provincial, la producción ha crecido un 34,3%- y el calibre del fruto es aceptable, afirma Francisco Moscoso , secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ( UPA ) en Málaga. La organización repartió este jueves 3.000 kilos de limones gratis, como gesto de protesta. ¿Cuál es el problema entonces? Se trata de la combinación de varios factores. El principal, según los afectados, es que las comercializadoras están pagando "por debajo de los costes de producción". Unos "10, 15 o 20 céntimos", cifra Ramírez, "cuando el mínimo deberían ser 35 " por kilogramo, agrega Moscoso. La "vergüenza" es que en los lineales de los supermercados los limones se venden por entre "1,49 y 3,46 euros el kilo". " Es algo insostenible ", afirma el responsable sindical, que remacha: "Los precios son de ruina. No tienen precedentes, por eso preferimos dárselos a los ciudadanos que regalárselos a los especuladores ". José Gómez , vecino de Alhaurín de la Torre, adquirió su finca en 1975. Cuatro hectáreas que ahora explotan sus hijos, pero cuyo futuro es incierto. "No pueden tirar de ella" con los actuales precios y reconoce que en las ramas de sus árboles se están secando los limones porque "no compensa recogerlos". El agricultor, de avanzada edad, se queja de que son el eslabón más débil de la cadena y están a expensas de lo que les marquen los comercializadores. " No negocian . Te ofrecen un precio y si quieres lo tomas; si no, pues te quedas con la mercancía". Las cantidades llegan a ser indignantes. " ¡ 4.000 euros me han ofrecido por 50 toneladas ! ", apunta un compañero que escucha. Los agricultores denuncian, por ejemplo, la entrada de limones de Sudáfrica donde se paga "cinco euros por jornal" Los agricultores señalan que esta posición de desventaja es crónica, pero explican que sus consecuencias son más evidentes en este ejercicio porque, según señalan, les están repercutiendo el alza de los precios de los combustibles y la energía y deben hacer frente al aumento de los costes laborales . Esta situación, en parte, es achacada a una aplicación laxa de la Ley de Cadena Alimentaria , que marca que los contratos deben cubrir, al menos, los costes de producción. Por eso reclaman a las administraciones una mayor implicación para solucionar, de una vez por todas, la "crisis de precios de ruina" en origen del sector cítrico y "de otros muchos cultivos". Pero no es la única causa que apuntan. Según manifestaron, "se añade la incongruencia de que España importe limones de países extracomunitarios con una ventaja que aprovechan las distribuidoras para presionar aún más a la baja a los productores" nacionales. Son cultivos -explicaron- que no están sometidos a los "requisitos legales comunitarios que implican el uso de productos de alta calidad, beneficiosos con el medio ambiente, unos costes laborales importantes y una fiscalidad elevada". Fuentes de la UPA pusieron como ejemplo que en Sudáfrica, uno de los principales exportadores de cítricos a la Unión Europea (UE), se pagan jornales de cinco euros . Cuestión en la que se apoyaron para señalar la hipocresía del primer mundo hacia la explotación laboral. "Tanto el Ministerio de Agricultura como las administraciones autonómicas tienen que controlar la entrada de producciones de terceros países para evitar una competencia tan desleal ", agregó Francisco Moscoso, que cuenta que están recogiendo cosechas para entregárselas a Cáritas y a los bancos de alimentos. "Que las aproveche alguien", añade. Alfonso Ramírez, que maldice porque "mi padre, con 78 años, está ahí regando el campo" , reconoce que no puede ni plantearse cambiar a otro cultivo. "Ni siquiera sabemos que plantar por la sequía", confiesa con resignación. Ramos, subido al banco, no se muerde la lengua. " ¡ Aquí nada más vamos a vivir del turismo ! ¡ Es lo que quieren los políticos ! ", vocifera, junto a un grupo de transeúntes que presencia la escena. "Tome", se dirige a uno de ellos, mientras le entrega una bolsa con limones. "No se lo vamos a dejar a los especuladores ". Sergio Ramos se sube a un banco y se dirige a los viandantes, que se giran extrañados. No tiene megáfono , pero se le escucha claro. " ¡ Esta es la vergüenza ! ", grita mientras señala sacos de limones , que han descargado en la céntrica plaza de la Marin a , en Málaga . " ¡ Nosotros gastamos agua para crear alimento, no para llenar piscinas ! ", espeta con cierta rabia.