La Mujer Rural en Extremadura: Pilar de la Naturaleza y el Futuro

16/10/2025
En: kaosenlared.net
Digital
La figura de la mujer rural en Extremadura es clave para comprender no sólo la cultura y las tradiciones de esta región, sino también su incuestionable contribución al medio ambiente y a la sostenibilidad. A través del ecofeminismo se puede visibilizar el papel fundamental que desempeñan estas mujeres en la preservación de la naturaleza y cómo sus labores están íntimamente ligadas a la justicia social, la equidad de género y el respeto por el entorno. Ecologistas en Acción Dehesas y Villuercas (Extremadura) en el Día Internacional de la Mujer Rural quiere dejar constancia de la importancia del trabajo en la naturaleza de las mujeres rurales en Extremadura, porque han sido históricamente las guardianas del conocimiento ancestral sobre el cuidado de la tierra y los recursos naturales. Su trabajo no se limita a actividades productivas, como la agricultura y la ganadería, sino que va más allá, involucrando prácticas de cuidado del entorno que aseguran la biodiversidad y la sostenibilidad de los ecosistemas. Estas mujeres son imprescindibles en la promoción de técnicas agrícolas sostenibles, la conservación de semillas autóctonas, la utilización de plantas medicinales y el uso responsable del agua, todo lo cual es vital en una región que enfrenta retos ambientales significativos. La diversidad de cultivos y la gestión responsable de los recursos que llevan a cabo no sólo aseguran su sustento, sino que también contribuyen a la lucha contra el cambio climático. Por lo tanto, entender su rol es reconocer un vínculo profundo con la naturaleza y el equilibrio ecológico. Bajo una perspectiva integral, el ecofeminismo nos ayuda a analizar la relación entre la opresión de las mujeres y la explotación de la naturaleza. En Extremadura, este enfoque permite desentrañar cómo las mujeres rurales son doblemente marginadas: por su género y por su ubicación. La ausencia de políticas públicas que reconozcan y valoren su trabajo perpetúa su invisibilidad, a pesar de ser actrices cruciales en la lucha por un desarrollo sostenible. Las vivencias y desafíos que enfrentan las mujeres rurales deben ser entendidos dentro de un marco más amplio que cuestiona la dominación patriarcal y la explotación del medio ambiente. Promover una visión ecofeminista en el ámbito rural implica empoderar a estas mujeres, reconociendo su papel como agentes de cambio en la preservación de la tierra y fomentando su participación en la toma de decisiones. El grupo ecologista señala la importancia de las mujeres rurales como transmisoras de conocimientos y técnicas que son vitales para las generaciones futuras. Sus saberes sobre cultivos, cuidado del ganado y manejo sostenible de los recursos son enseñanzas que se deben preservar y promover. Esta transmisión de saberes es esencial para garantizar que las nuevas generaciones adopten prácticas respetuosas con el medio ambiente. Además, su figura es inspiradora para niñas y jóvenes que pueden ver en ellas un modelo a seguir. Un futuro en el que las mujeres sean reconocidas no sólo como trabajadoras del campo, sino como líderes en la defensa de la naturaleza, contribuirá a una sociedad más equitativa y sostenible. La continuidad del trabajo realizado por las mujeres rurales en Extremadura es crucial en la actualidad. Con la creciente urbanización y la despoblación de las zonas rurales, es fundamental implementar políticas que apoyen su trabajo. Programas de formación, acceso a financiación y facilitación de redes de cooperación ayudarían a fortalecer su papel en el desarrollo rural sostenible. Es imperativo que se reconozca su labor no solo en términos económicos, sino también sociales y culturales. La creación de cooperativas de mujeres y la promoción de productos locales pueden proporcionarles un espacio para visibilizar su trabajo y generar ingresos que les permitan mantenerse en el campo. Ecologistas en Acción Dehesas y Villuercas (Extremadura) exige justicia histórica ante la invisibilidad histórica de la labor de las mujeres rurales en Extremadura porque no es un fenómeno aislado; es el resultado de décadas de desinterés y menosprecio. Para reparar este daño, es necesario desarrollar políticas que reconozcan y valoren su contribución. Esto incluye la implementación de programas educativos que integren el ecofeminismo en la enseñanza, así como iniciativas de visibilidad que celebren su trabajo y promuevan su liderazgo en el ámbito rural. La justicia histórica también requiere que se escuchen sus voces en la toma de decisiones. Las mujeres rurales deben tener un lugar en las mesas de negociación y en la formulación de políticas relacionadas con el medio ambiente y la agricultura. Solo así se podrá garantizar un futuro en el que su labor sea reconocida y valorada. Por todo lo anterior, el grupo ecologista quiere dejar claro que las mujeres rurales en Extremadura son piezas clave en el engranaje de la sostenibilidad y la justicia social. Su trabajo no sólo nutre la tierra, sino que alimenta el futuro. A través del ecofeminismo, podemos comprender mejor la intersección entre su lucha y la defensa del medio ambiente, fomentando un reconocimiento merecido por sus contribuciones. Reparar la injusticia histórica que ha rodeado a estas mujeres es un paso fundamental hacia una sociedad más justa y equitativa, donde su legado perdure en el tiempo.
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