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La ley de la UE de bienestar animal cambia el paso al sector avícola
El sector avícola afronta un profundo proceso de transformación ante el cambio de legislación que diseña la UE por la nueva ley de bienestar animal. Las empresas fabricantes de instalaciones para granjas, que requieren jaulas más grandes y otros componentes, afrontan desafíos logísticos
Los hermanos Alberto y Julián Cavedo, CEO y director de Operaciones de Ganal, respectivamente. Miguel Ángel Montesinos
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Jaulas más grandes para gallinas ponedoras de huevos, mecanismos eficaces que transportan alimentos en las explotaciones avícolas, nuevos módulos para incubadoras, espacios más amplios... Todo está cambiando en las granjas avícolas y su industria auxiliar, pues afrontan tiempos de cambios en línea con la Ley 7/2023, de 28 de marzo, de protección de los derechos y el bienestar de los animales, impulsada por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y que entró en vigor el pasado 29 de septiembre.
Ante una nueva sensibilidad animal, las normativas europeas en materia de bienestar animal repercuten directamente sobre las explotaciones avícolas de toda España, donde autonomías como Castilla-La Mancha, Aragón, Castilla y León y la Comunitat Valenciana aglutinan el mayor número de granjas. Por eso, la nueva legislación sobre bienestar animal representa nuevos retos en el sector que abordar desde una perspectiva estratégica e integral, para adaptarse al nuevo paradigma.
Así las cosas, las patronales Avianza, Asheprhu y Federovo reconocen que esa actividad ganadera «afronta cambios de calado ante el proceso de transformación estructural y que ha dado como resultado políticas innovadoras encaminadas a hacer crecer el sector». Las organizaciones empresariales sostienen además que «estas inversiones en innovación y la apuesta por instaurar nuevos procesos incide positivamente en la imagen de la agricultura».
Granja de gallinas RAFA ARJONES
«En estos últimos tres años, las granjas de aves han experimentado una ralentización en su desarrollo de negocio debido a la incertidumbre por la futura implantación de las nuevas normas que afectan a las granjas, cuya última regulación fue hace una década». A partir de ahora, empezamos una nueva era debido a las normas que vienen de Bruselas», explican los hermanos Alberto y Julián Cavero , CEO y director de Operaciones, respectivamente, de Ganal, empresa de ingeniería y fabricante de maquinarias y jaulas para el sector avícola con centro de producción en Sedaví y un 65 % de su cartera de negocio repartido en una veintena de países de todo el mundo.
Ellos cuentan que las grandes explotaciones de aves que venden su producción de huevos a las principales cadenas de distribución alimentaria (es el caso de firmas como Huevos Guillén, Granja San Miguel y Grupo Avícola Rujamar), con más músculo financiero, han podido acometer planes de inversión para adaptar sus instalaciones y equipamientos a la ley de bienestar animal. «Las granjas de menor tamaño van más lentas», apuntan los propietarios de Ganal. Entre las recomendaciones presentadas por la UE una de las más impactantes es la propuesta de reducir la densidad de población de pollos.
Además, la sustitución de las jaulas por nidales es una de las principales medidas de esta normativa. Este cambio, que el propio Comité de Agricultura del Parlamento Europeo (PE) avanzó en 2021, «podría introducirse siempre que existiese un apoyo financiero adecuado, incentivos y un período de transición adecuado, y no antes de 2027», explican los dirigentes de la empresa familiar valenciana fundada en 1953 y gestionada por la tercera generación.
«En España sólo algunas administraciones públicas de autonomías como Castilla y León y Castilla-La Mancha cuentan con ayudas para el proceso de modernización y adaptación de sus instalaciones a las nuevas normativas», explican los directivos de Ganal.
Granja de gallinas. FRANCK PREVEL
Transformación del sector
El proceso de transformación de las granjas avícolas en España y en todo el territorio de la UE, aunque también en países de otros continentes, ha llevado a Ganal a experimentar un continuo crecimiento hasta consolidarse como líder en el mercado doméstico, liderando incluso proyectos para las principales compañías proveedoras de las grandes cadenas de distribución comercial. La firma valenciana, con una facturación de 27 millones de euros, cifra que prevé mejorar entre un 3 % y un 5 % en los próximos ejercicios, cuenta con una plantilla de 35 trabajadores.
Ganal opera desde 2014 en países como Japón, Vietnam, México y Angola, entre otros. En la citada nación africana acomete un ambicioso proceso de equipamiento de instalaciones para la multinacional Agroko (vinculada al holding Tisco Trading, cuyo capital procede de Emiratos Árabes), con sede en Luanda (Angola). Allí instalará equipamientos diseñados y fabricados en Valencia para 24 naves para la compañía que es proveedora del 90% de los supermercados de Angola, comentan los propietarios de Ganal.
La empresa apuesta también por la gestión de los residuos que generan las gallinas y que se utiliza como abono para usos agrícolas. Las granjas en pequeñas explotaciones tienen serios problemas para gestionar el estiércol que generan esas gallinas y que requiere un posterior proceso de secado para su posterior comercialización. En Canarias, Ganal desarrolla un secadero de gallinaza.
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