En la actual coyuntura del mercado vinícola, uno de los desafíos más relevantes que afrontan las bodegas y viticultores es atraer la atención del consumidor , consiguiendo que sus vinos se distingan en una oferta ingente de novedades y referencias procedentes de todo el mundo. En este contexto, la calidad intrínseca del vino ya no es un argumento de diferenciación, aunque las puntuaciones de los grandes prescriptores sigan siendo un buen referente: desde los ocho vinos españoles con 100 puntos en la Guía Peñín 2025 a los vinos con más puntos Parker por menos de 20 euros .
En la viticultura del siglo XXI, los estándares cualitativos se han extendido por todo el viñedo global, que hoy comparte el cultivo de un buen número de variedades de uvas, así como el conocimiento de las mejores técnicas enológicas. Tal es así que resulta muy difícil encontrar en el mercado vinos defectuosos o que no alcancen una media de calidad al menos satisfactoria.
La importancia del diseño en la etiqueta de los vinos
Por eso, para que un vino destaque entre tantos otros, es evidente que debe atesorar rasgos singulares, relacionados con el origen o las señas de identidad de su productor, de lo que es ejemplo Raúl Pérez, un viticultor único en El Bierzo . Pero como esto no se percibe a simple vista, el diseño de la etiqueta se ha convertido en un elemento fundamental de distinción. Hoy, más que nunca, los vinos entran por los ojos. Deben seducir al consumidor con una imagen que sintonice con sus anhelos, sus principios estéticos y su curiosidad, entre otras cosas.
En España, una de las compañías vinícolas que parecen haber comprendido estos fundamentos es Vintae . Un emprendimiento de carácter audaz, innovador y rompedor, que nació en Rioja pero hoy ha extendido su presencia a otras regiones del viñedo patrio: Navarra, Ribera del Duero, Toro, Cataluña, Aragón...
El éxito de Vintae es mérito de un equipo joven y dinámico, dirigido por Ricardo "Richi" Arambarri , que tuvo el acierto de tomar el testigo de un proyecto iniciado por su padre, José Miguel Arambarri, e impulsar su desarrollo con principios creativos.
Matsu, hito entre los vinos de Vintae
Desde que Arambarri y su cuadrilla se incorporaron al negocio familiar, en el año 2006, el proyecto ha crecido considerablemente, tanto como se ha transformado. hasta el punto de que hoy Vintae destaca entre los grupos vinícolas más dinámicos de este país. Y buena culpa de ello la tiene el diseño de las etiquetas de sus vinos, que los diferencian en el mercado, además de se coherentes con la calidad de los mismos, muy apreciable.
En ese sentido, uno de los hitos de Vintae ha sido el lanzamiento de Matsu , los vinos de su bodega establecida en la D.O. Toro, que dejaron huella en el mercado una imagen novedosa, basada en la imagen franca de los rostros de viticultores de distintas generaciones. "Toro es una comarca muy distinta Rioja, nuestro origen", revela Arambarri a la hora de ofrecer la pautas que guiaron el diseño de los vinos de Vintae en esta D.O. "En Toro no hay referentes de imagen, tal como sucede en Rioja, con lo cual percibimos esta región, en términos vinícolas, como un lienzo en blanco. El hecho de no tener una estética dominante, como puede haber en nuestra zona, en Borgoña o en Burdeos, nos permitió ser más audaces en el diseño de las etiquetas. En el caso de Matsu, la idea surgió de mi hermano José Miguel, que propuso dar protagonismo a los viticultores ".
En el año 2006, cuando se fraguó esta idea, los argumentos de imagen de los vinos españoles aún se asentaban en las propias bodegas e incluso en los enólogos. Los viticultores eran por entonces actores secundarios en el discurso para la comercialización de un vino. "La iniciativa de poner en valor los rostros de viticultores, relacionando las distintas generaciones con las edades de vino fue uno de los mayores aciertos de Vintae. Como afirma Richi Arambarri, " las etiquetas de Matsu han sido un acierto , porque conectan con la autenticidad el espíritu español. Gracias al impacto de la imagen, los vinos continúan funcionando muy bien en el mercado nacional, y aún más en algunos países de exportación, como Estados Unidos, Rusia o Corea".
Moruba, el estudio de diseño de Vintae
Tras el éxito de las etiquetas de Matsu están, desde luego, los diseñadores gráficos que colaboran habitualmente con Vintae. Javier Euba y Daniel Moruba, del estudio Moruba de Logroño , sintonizan tan bien con las ideas de Vintae, que no pueden considerarse meros proveedores de la compañía vinícola. "Trabajamos con Vintae incluso desde antes que la empresa se consolidara como tal", revela Euba. Y el propio Arambarri confirma que su relación con los diseñadores es más que fluida. "Ellos forman parte de este proyecto, no son meros colaboradores ni proveedores".
En concreto, respecto al diseño de las etiquetas de Matsu, los responsables del estudio Moruba tuvieron el acierto de colaborar con los fotógrafos Bèla Adler y Salvador Fresneda . "Ellos contribuyeron notablemente a que el diseño de Matsu sea lo que es, no solamente por los retratos, sino también porque tienen muy claro el casting en sus trabajos", afirma Daniel Moruba. Su socio, Javier Euba, cree que la imagen de Matsu es tan relevante, "que abrió una puerta y al mismo tiempo la cerró en el mundo del diseño de etiquetas de vinos".
Classica, los vinos que rinden homenaje a Rioja
Si bien Vintae ha sorprendido desde entonces con otros diseños de etiquetas notables -como las de Le Naturel, su gama de vinos naturales elaborados en Navarra-, sin duda otro proyecto que deja huella en términos de imagen en el sector del vino es Classica, donde la compañía presenta una serie de vinos de larga crianza, encuadrados en el porfolio de la bodega riojana López de Haro.
" No es sencillo presentar vinos de corte clásico en una zona como Rioja , donde hay una gran escuela y tradición en este sentido", confiesa Richi Arambarri. "Ser un nuevo clásico es un gran desafío en esta región, de allí que tuviéramos que presentar nuestros vinos de Classica dentro de un contexto de estética clásica, aunque sin perder nuestras señas de identidad, que relacionamos con la audacia y la creatividad".
En el caso de Classica, la solución que encontró el equipo creativo de Vintae fue recurrir a ilustraciones que representan a personajes históricos ilustres en el desarrollo de los vinos de Rioja. "Así es como hemos creado un marco de imagen relativamente tradicional, pero que rompe esquemas y rinde homenaje a figuras históricas, como son el pionero vinícola Manuel Quintano, el fotógrafo francés Jean Laurent, la bodeguera Ramona Norberta de Albiz y Ruiz del Castillo o la soprano Lucrecia Arana.
Las etiquetas de Classica tampoco han dejado de llamar la atención , gracias a un diseño que, según apunta Euba, "tiene en cuenta la identidad del territorio y que, al fin de cuentas, para el bodeguero cada vino es una metáfora".
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