EL NUEVO SELLO DE CALIDAD EXTREMEÑO DISTINGUE ENTRE CABRITO LECHAL Y CABRITO A SECAS
La IGP Cabrito de Extremadura certificará sus primeras canales antes del verano
La Indicación Geográfica Protegida contará con un centenar de productores amparados y espera el visto bueno de Bruselas
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Una cabra verata con su cabrito. Rafael Ruiz Fuente
La Indicación Geográfica Protegida Cabrito de Extremadura certificará sus primeras canales en apenas seis meses y contará con un centenar de productores amparados .
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Extremadura así suma otra Indicación Geográfica Protegida, muy esperada por todo el sector, Cabrito de Extremadura, que se une a la carne de ternera, de vaca y la de cordero. Muy pronto se certificarán las primeras canales amparadas por este marchamo de calidad, fruto del esfuerzo realizado en el último año y medio por los ganaderos extremeños.
En agosto del año pasado se daba un fuerte impulso a la iniciativa cuando el Diario Oficial de Extremadura publicó la resolución favorable de la Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio a su inscripción en el Registro de Indicaciones Geográficas Protegidas. Ahora se está a la espera del reconocimiento definitivo de la Comisión Europea, pero de momento, el marchamo ya tiene concedida la protección nacional transitoria.
Aún no está constituido formalmente el Consejo Regulador de IGP Cabrito de Extremadura. Todo apunta a que la presidencia la ostentará Luis Fernández, emblemático ganadero verato. De momento, a la IGP se le está dando cobertura técnica desde otra IGP exitosa y con muchos kilómetros a sus espaldas, como es Corderos de Extremadura (Corderex).
En líneas generales, la nueva IGP extremeña que está a punto de certificar las primeras canales ampara la carne de cabritos controlados de ambos sexos que tienen que haber nacido en la Comunidad Autónoma de Extremadura y pertenecer a las razas nacionales Verata, Retinta, Florida, Malageña, Murciano-Granadina, Blanca Andaluza, Cabra de las Mesetas o Serrana, Payoya, o cruces entre ambas. Muchas de estas razas se encuentran en peligro de extinción y la IGP nueva podría contribuir al aumento de su población si se consigue generar un ingreso constante para los productores.
«Ya está todo. Tenemos que constituir formalmente el consejo regulador, pero todos los aspectos técnicos ya están contemplados y lista la documentación. En el primer semestre de este año tienen que estar ya las primeras canales. Necesitamos la primera 'gasolina' para comenzar a andar, puesto que al no tener constituido el consejo no tenemos recursos económicos ni podemos empezar a visitar explotaciones» , explica Raúl Muñiz, director técnico de Corderex, IGP que está tutelando los primeros pasos de Cabrito de Extremadura.
En principio están interesados en sacrificar Cabrito de Extremadura los mataderos de EA Group y Pedro Robles, a los que se pueden unir otros. Las previsiones que se barajan apuntan a que la IGP comience al menos con un centenar de productores. Esa sería una cifra ideal para arrancar. El sector está muy atomizado y uno de los principales retos del consejo regulador será convencer al mayor número de productores a que se adhieran al sello de calidad y se sometan a sus controles. Hasta el momento, el cabrito está considerado como un subproducto del sector caprino, más orientado a la producción de leche, pero en seis meses parece que van a cambiar las tornas.
Quien ha probado la carne de cabrito sabe de sus especiales características. Es tierna, jugosa, con poca grasa y se van a certificar dos tipos: El Cabrito de Extremadura lechal y el Cabrito de Extremadura a secas. El primero tiene que proceder de madres en extensivo o semiextensivo y de ejemplares que solo se han alimentado con leche materna. Las canales de cabrito lechal tienen que tener un peso máximo de 6 kilos sin cabeza y asaduras. La edad al sacrificio tiene que ser menor de 50 días. Por otro lado, las canales de Cabrito de Extremadura pueden completar la alimentación con cereales, forrajes y leguminosas. Las canales pueden pesar un máximo de 9 kilos (sin cabeza ni asaduras) y la edad al sacrificio debe ser de 90 días.
Luis Fernández es presidente de Asociación de Cabra Verata (Acriver), encargada de mejorar esta raza en peligro de extinción, y asumirá con toda probabilidad la presidencia del consejo regulador de Cabrito de Extremadura una vez esté constituido formalmente. «Las perspectivas son muy buenas. Sería la primera IGP de cabrito de Europa y significará un alivio para el ganadero. Produciríamos un cabrito de calidad y diferenciamos el cabrito lechal del que ya se alimenta por sí solo» , explica.
Luis insiste en que las cabras amparadas se encuentran en extensivo y su alimentación es a base de productos naturales, bien sea la leche de sus madres, o bien sean los recursos naturales de los montes y la dehesa, consumidos 'a diente'. Asegura que el proceso de inscripción de los ganaderos en la IGP Cabrito de Extremadura va a buen ritmo y pronto se alcanzará el músculo suficiente para operar a full time.
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