La guerra por el cereal de Ucrania encarece la cesta de la compra en España | Hoy

04/07/2022
En: hoy.es
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Menú Economía La guerra por el cereal de Ucrania encarece la cesta de la compra en España Las toneladas de grano que no están saliendo de Ucrania obliga a muchos países a buscar otros proveedores, reestructurar la producción nacional y asumir una subida de precios que afecta a todos los productos El nuevo arma secreta de Putin para presionar a Europa está siendo el cereal. Y no solo el suyo, sino que está jugando con el bloqueo del puerto de Odesa, desde donde Ucrania exporta al año millones de toneladas para tratar de desabastecer a los 400 millones de personas que dependen del grano ucraniano en el mundo. España sentirá pronto la falta de cereal. Nuestro país cosecha 25,4 millones de toneladas de grano al año, pero los españoles consumen 36, lo que nos convierte en un país importador neto de cereal. Entonces, ¿la solución es cultivar más? No es tan fácil. Bruselas ha abierto la mano para que se puedan cultivar las tierras que obligaba a mantener en barbecho, pero se trata solo de 600.000 hectáreas que ni siquiera se sabe si los agricultores finalmente querrán trabajar por el alza de los costes de producción. «Cultivar el barbecho significa rotar más la tierra, lo que la agota para nuevas cosechas, y además necesitas más fertilizantes y probablemente con los precio actuales no sale rentable con los márgenes tan bajos que suelen tener», comenta Juan Carlos Higueras, profesor experto en sector agroalimentario de EAE Business School. Y pese al aumento de la demanda, los pequeños agricultores y ganaderos no se beneficiarán de ello, más bien al revés, convirtiéndose en el eslabón más débil de la cadena. Los fertilizantes han subido de precio, al igual que la energía y qué decir de los carburantes. Los ganaderos, por su parte, pagan mucho más caro el pienso para sus animales, lo que encarece a su vez los precios de la carne. Higueras prevé que después del verano faltará carne de pollo en los supermercados porque son animales que comen mucho cereal y los ganaderos ya están saliendo a pérdidas, lo que «reducirá la producción y elevará muchísimo los precios». Por su parte, la PAC también cedió a flexibilizar temporalmente los requisitos fitosanitarios (insecticidas) para la importación de cereal desde países donde antes estaba mucho más vigilado, como Argentina y Brasil. Algo que «amortiguará el efecto» de la falta de grano ucraniano, pero no dará para cubrir toda la caída, a lo que hay que añadir los precios a los que se importa este producto desde el otro lado del mundo, con barcos de mercancías que atraviesen el Atlántico. En 2021, cuando solo Putin sabía que la invasión se producirá pocos meses después, España importaba cereales sobre todo de Francia, Ucrania y Brasil, con un volumen total de compras de 3.343 millones de euros. Pero el conflicto estalló y cambió todo el panorama. Mientras que en enero y febrero nuestro país posicionó a Ucrania como principal proveedor de cereal (222,5 y 198 millones de euros, respectivamente), casi doblando las compras a Francia, en marzo comenzó la tendencia a la baja que hizo terminar el mes de abril con solo 5 millones de euros de importaciones ucranianas de grano. Desde el Club de Exportadores, su presidente Antonio Bonet comenta que desde el comienzo del siglo XXI Ucrania se ha erigido, junto con Francia, en el principal proveedor de este producto para España, alternando entre ambas la primera y segunda posición. Lo curioso es que a pesar de que España produce menos de lo que necesita para el consumo, también se dedica a exportar cereal, aunque en cantidades muy pequeñas. Así, el país vendió en 2021 alrededor de 451 millones de euros de grano. El Club de Exportadores detalla que sobre todo fue destinado a Portugal (22%), Francia (16%), Bélgica, Reino Unido, Argelia y Estados Unidos. Pero el estallido de la guerra también ha moderado las exportaciones, guardándose más producto para el consumo nacional: desde los 77,1 millones de euros en ventas en febrero, a los 66 millones en abril. Esto se debe a que no en todos los países se producen los mismos cereales. España tiene muchas cosechas de cebada (43% de la producción total) y de trigo blando, mientras que necesita importar prácticamente todo el maíz que consume, con 510 millones de euros comprados solo a Ucrania en 2021 de este cereal, el 93% de todo lo que les compra. ¿Y cómo va a afectar todo esto a los consumidores? Con subidas de precios aún más intensas lo que queda del año. «Todos los productos derivados de la harina, como la pasta, la bollería, el pan, las pizzas... se va a ir encareciendo a lo largo de los meses», confirma el experto de EAE Business School. Los datos son claros: los productos básicos de alimentación subieron de abril a mayo cinco veces más que la tasa de inflación general, según el último informe de Gelt. Por su parte, la consultora Kantar advertía en un estudio publicado esta semana que el 4% de los hogares españoles ya no se puede permitir ni siquiera comprar los alimentos más primarios de la cesta de la compra. Si se observa la evolución desde 2021 ya se estaba produciendo un alza de los alimentos agrícolas que un informe de Allianz calcula en un 31%, algo que la guerra ha hecho saltar por los aires, augurando que se incrementen otro 23% en 2022 por el alza de los insumos (combustible, electricidad, fertilizantes...). Y la peor noticia es que pese al incremento de estos alimentos, el estudio calcula que los precios minoristas se han ajustado un 6%, lo que significa que aún no se han trasladado al consumidor final ni la mitad del incremento de precios de los productores. Con los puertos cerrados, Ucrania acumula 25 millones de toneladas de cereal de la anterior cosecha pero es muy complicado ponerlo en el mercado. Los países europeos se han puesto en marcha para conseguir sacar esa mercancía y poder distribuirla y España está liderando la puesta en marcha de un proyecto que permitirá sacar 8.000 toneladas de grano de Ucrania de julio a septiembre. La iniciativa, en colaboración con Francia, Luxemburgo y Polonia, consiste en transportar el grano por tren hasta España, donde podrá ser almacenado en silos de varios puertos de la costa mediterránea como Barcelona, Cartagena o Tarragona y, desde allí, salir en barco a su país de destino. Tendencias Guerra en Ucrania Las Edades del Hombre Coronavirus Sucesos HOY Agro En Salsa Antropía
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