Can Corder, con fábrica en Lliçà d'Amunt (Barcelona), y Mas Marcè, en Siurana d'Empòrdà (Girona), son competencia directa en el sector lácteo catalán. Concretamente, son las dos empresas líderes en yogures tradicionales en formato individual de vidrio. Nadie produce más que ellos fuera de las grandes marcas multinacionales. Cuantitativamente, Mas Marcè produce 2 millones de vasos de vidrio anuales, mientras que en Can Corder están por encima del millón. De esas cifras nada desdeñables, ambas empresas han pasado a cero vasos de vidrio individuales en menos de un mes, al verse obligados a compartir información para sobrevivir a la grave crisis del vidrio en Europa y a gastar 80 mil euros en maquinaria para producir en un formato con el que no se sienten cómodos: el plástico . La cruda realidad era pasarse al plástico o dejar de servir a los clientes, regalando esa preciada fidelidad a una competencia blindada a la que no le afectan los vaivenes del mercado. Entonces, ¿qué está sucediendo?, ¿por qué las pequeñas y medianas empresas se han quedado sin vidrio y las grandes, como Danone o Nestlé, ni se han inmutado? "Es curioso, pero parece que en el mercado libre europeo hay una distorsión potente que tiene que ver con el país de origen de la empresa", dice Quico Sosa, CEO de Natureco que integra a nueve pequeñas empresas agroecológicas, Can Corder entre ellas. "El principio fundamental de libertad de mercadería de la Unión Europea no está funcionando. Los grandes fabricantes de vidrio son franceses y parece ser que están sirviendo a unas empresas y a otra no dependiendo de si están o no en Francia". Si hacemos caso al volumen de facturación, las dos grandes multinacionales del vidrio europeas son francesas. Saint-Gobain, desde el siglo XVII, y Veralia, tercer productor mundial capaz de fabricar 3.200 millones de envases en 12 colores, controlan el mercado de forma abrumadora. "Sus distribuidores nos han dicho que priorizan el mercado francés y que ahora mismo no venden fuera de Francia", alega Manel Marcè de Mas Marcè. "Empresas como La Lechera, con sede en España, siguen teniendo vidrio porque pertenece a Nestlé (Francia). ¿Danone tiene vidrio? Claro. ¿De dónde es? Francesa, por supuesto. Curiosidades: Goshua, fabricante de vasos de lácteos, ¿por qué tiene vidrio? Porque ha sido absorbida por una empresa de capital 100% francés. La vinculación, directa o indirecta con Francia, facilita las cosas. En cambio, El Cantero de Letur, empresa láctea ecológica murciana, también tiene el mismo problema: no tiene vidrio para sus envases individuales al no tener relación directa con el capital francés". Ante este panorama, Quico Sosa de Can Corder activó un movimiento empresarial inteligente. La reacción fue no quedarse parado lamiéndose las heridas y se movió a la caza del vidrio perdido. ¿Dónde? Comprando directamente a Francia. "Visto lo visto, hemos pedido un camión directamente a Francia, pero aún no ha llegado... Si nos sirven su mercancía vía Francia, la factura resultante será la prueba de esa diferenciación nacional. Si se demuestra que las grandes multinacionales fabricantes de vidrio de Francia están sirviendo exclusivamente a las grandes marcas francesas, sería muy grave y denunciable ante la Unión Europea", reclama. La misma semana que saltó la noticia del cierre de Duralex, nuestra distribuidora nos dijo que nos dejaría sin vidrio. No me lo podía creer... Manel Marcè Propietario de Mas Marcè Para buscar los antecedentes de la crisis, no hay que remontarse mucho en el tiempo. La bola de nieve empezó a agrandarse cuando la empresa Duralex anunció a principios de octubre que se veía forzada a cerrar su última fábrica en La Chapelle-Saint-Mesmin, en las afueras de Orléans, y que dejaba de producir hasta la primavera. "Nosotros, cada cinco semanas recibimos un tráiler con palés llenos de vasitos de vidrio", dice Manel Marcè. "Y esa misma semana que saltó la noticia de Duralex, nuestra distribuidora nos dijo que nos dejaría sin vidrio. No me lo podía creer... todo sin previo aviso. Nos quedaban dos, máximo tres semanas de vidrio acumulado, y después la nada. Nos dimos cuenta de que los pequeños teníamos que ayudarnos entre nosotros y compartir información. Así fue como empezamos a buscar vidrio de forma conjunta y nos sorprendió darnos cuenta que no podíamos hacer ningún pedido en toda Europa". Yogures de Can Corder en formato vidrio Marc Casanovas Yogures de Can Corder ya con el formato plástico Marc Casanovas En definitiva, toda la estrategia planificada con mimo para dignificar un producto artesanal, sostenible y gourmet se iba al garete. Sin la información correspondiente, los consumidores se quejaron y no entendían el cambio de sus marcas de confianza. "Es grave, pero sobre todo es frustrante, porque no creemos en el plástico y nuestros consumidores no entienden el cambio de modelo. Les digo que tienen razón en quejarse, pero al mismo tiempo les digo que no hemos tenido más remedio. O no vendo, que será mi ruina, porque el 70% de mi facturación dependía del vidrio, o me paso al plástico invirtiendo a lo loco un dinero que no tengo". Ya sí lo han procedido tanto Mas Marcè como Can Corder, poniendo sobre la mesa 80 mil euros para comprar maquinaria capaz de envasar con plástico. "Afortunadamente, los consumidores nos apoyan y siguen apostando por nosotros. Sólo les puedo pedir que sigan siendo comprensivos. Es algo de causa mayor que nos tiene atrapados". Por su parte, Can Corder está pasando por un escenario muy parecido. "Ahora mismo el plástico es el enemigo inevitable en casa", dice Sosa. "Lo tengo aunque no lo desee porque quiero seguir sirviendo a mis clientes. Me he visto obligado a regañadientes a detener la línea de vidrio y potenciar la línea de plástico que funciona a pleno rendimiento. Al consumidor que nos llama para quejarse del cambio de formato les digo la verdad: que no hay vidrio y que si aún quiere nuestro yogur tendrá que comprarlo en formato plástico. Lamentablemente, ya tenemos hoteles que nos han congelado la compra de productos porque no quieren plástico". El vidrio chino será el que sustituya al europeo Es una evidencia: tras la invasión rusa de Ucrania, el gas ruso no llega a Europa. El problema es que toda la industria del vidrio europea funciona con gas ruso y si se pasara al gas licuado norteamericano, el producto final subiría demasiado de precio. En este escenario tan polarizado, ¿ quién puede comprar gas ruso? China. "Y esto implica que tenemos que ir a buscar vidrio a China", ratifica Quico Sosa. "Es más, Mas Marcè y Can Corder ya tienen un primer encargo programado para que el vidrio chino acabe siendo el recipiente de los yogures individuales de los catalanes a falta de vidrio europeo. "Y el pronóstico es que los próximos tres o cuatros años, la tendencia desgraciadamente irá en aumento, porque China será la única potencia con energía barata", recalca Sosa. Pensando a largo plazo, y viendo que la falta de vidrio ya afecta también al vino blanco, que ya está empezando a embotellar forzosamente con botellas verdes, Quico Sosa plantea reflexiones pertinentes. "Si no fuéramos empresas pequeñas pero potentes, esto nos habría aniquilado. Este momento podría suponer el cierre definitivo para cualquier pequeño productor artesanal. Sólo las empresas de un cierto tamaño pueden reaccionar a esta grave crisis del vidrio. No todos tienen 80 mil euros para gastar... No todos tienen este nivel de inversión porque no tienen ese mismo nivel de consumo". Y hace un alegato a favor de la mediana empresa. "La mitificación de lo pequeño es bonito, lícito y empoderador, pero de nada sirve si faltan medios. Nos estamos tirando piedras a nuestro propio tejado. No hay vocación de aspirar a ser mediana empresa. Esto no sucede en Francia, seguramente el país donde más se valora la mediana empresa. En Catalunya, o eres muy grande o muy pequeño, y al muy pequeño le falla logística y venta". Manel Marcè en Mas Marcè, rodeado de ovejas ripollesas en peligro de extinción Marc Casanovas Según los dos productores, las soluciones pasan por tener un par de modelos activos. "Es lo que recomiendo a las pequeñas empresas agroalimentarias. El año pasado, un chico joven que arrancó un negocio de pollo ecológico me llamó para decirme que tenía 200 pollos pasados de peso sin dueño porque nadie los quería. Me los quedé, con ajuste de precio, salvando su negocio. Le recomendé que por un lado garantizara su venta directa con más margen, pero que por otro tuviera una parte de producción para vender a intermediarios con una capacidad logística mayor. De esta manera, si un mes le fallaba la venta directa, tenía una válvula de escape para dar salida a su producto ecológico sin pillarse los dedos. Hay que garantizar las válvulas de escape entre los pequeños productores, porque si se mitifica tanto la proximidad , cuando algo falla puede desmantelar toda la estructura en un periquete. Nadie quiere que el pequeño productor esté sumergido en la mierda, pero hay que dejar de romantizar tanto lo micro. Todo el mundo sabe y defiende que hay que dar valor añadido al producto agroalimentario. En cambio, la distribución y logística siempre es el lado oscuro, siempre está muy mal visto desde el sector primario. El intermediario siempre es el malo de la película , pero es un malo muy necesario para que la película funcione porque hay muchos pequeños productores que no llegan al cliente". Una apreciación que tienen muy interiorizada en Mas Marcè. "Somos una empresa pionera en sostenibilidad. Somos autosuficientes porque siempre producimos con animales propios que se alimentan de nuestros cereales cultivados con agricultura ecológica. No lo hacemos por una cuestión de tendencias o modas, lo hacemos así por convicción, porque creemos a ciegas en este modelo". Por eso, y otros motivos, han ganado premios a la quesería más sostenible de Catalunya. "Además, tenemos energía solar, una depuradora biológica y nunca trabajamos con plástico. Bueno... nunca hasta ahora. Nos duele porque siempre hemos sido defensores del vidrio. Estamos convencidos que el vidrio es inteligente y que tiene más criterio que la mayoría de humanos. Aunque los humanos quisiéramos reciclar todo el plástico, el plástico siempre acabaría en una isla del Pacífico contaminando y destruyendo hábitats. El vidrio es más caro de reciclar y no se puede reutilizar, pero sabemos a ciencia cierta que no se transporta y se desintegra más fácilmente". Tal y como está organizado el sistema alimentario, tanto Mas Marcè como Can Corder admiten que se sienten muy pequeños ante el poder de los grandes nombres. Si a la crisis del vidrio, se le suma la crisis energética y de las materias primas , da como resultado un cóctel explosivo difícil de atajar. "Te hacen sentir que no eres nadie", dice Manel Marcè. "Haces mil y una acciones para proteger el medio ambiente y ser sostenible, pero al final estás a merced de la política internacional, los lobbys y multinacionales. Toca sacrificarse y apostar por energías renovables porque las facturas de la luz se están multiplicando por cinco. El objetivo es ser autosuficientes también energéticamente", dice a sabiendas que un cambio de modelo energético global puede suponer una inversión de 1 millón de euros.