La Comisión Europea ha autorizado desde el 30 de junio la entrada de pollo criado en el país alauí. «Nos hace perder competitividad en un momento de sobrecostes», denuncia La Unió Desde el pasado 30 de junio, la Comisión Europea ha decidido autorizar la entrada de partidas de productos cí ¡ rnicos de aves de corral desde Marruecos. Esto, según La Unió de Llauradors i Ramaders, supone una «amenaza» para la producción nacional y, en especial, la de la provincia de Castellón. Considera esta organización que «nos harí ¡ perder competitividad en un momento de sobrecostes» por la subida de precios como los carburantes, el gas o la luz. En la provincia hay mí ¡ s de 300 granjas productoras de aves, especialmente pollos, que ven la amenaza de la entrada de pollo marroquí como «un serio desafío», según reconoce el sectretario general de La Unió, Carles Peris, quien considera que «el pollo marroquí tiene menor calidad y no cumple la normativa tan exigente como la nuestra». Esto, advierte, supone una competencia desleal pues «no nos encontramos en un contexto de déficit de producción en Europa y, por tanto, es innecesaria la llegada de pollo de este país». En La Unió se considera que la entrada de pollo producido en Marruecos, sin los estí ¡ ndares de calidad del pollo producido en Espaí±a, y en concreto en la provincia de Castellón, supone un revés para un sector «muy castigado por la subida de precios de productos como la luz o el gas». De hecho, según explica Peris, aquí hay un compromiso en reducir emisiones o el uso de antibióticos que en Marruecos no se cumple . «¿Por qué tenemos que plantear al consumidor tener que decidir en el mercado entre un pollo nacional u otro marroquí de peor calidad», advierte el responsable de La Unió de Llauradors i Ramaders. Los productores castellonenses, mí ¡ s de 300 repartidos en el interior de la provincia, estí ¡ n asumiendo un coste de producción mayor que, sumado a la entrada de pollo de Marruecos, puede poner a muchos contra las cuerdas y con dificultades de seguir con sus producciones. «Esto supone también un serio handicap para muchos municipios del interior que consiguen retener la población gracias a estas explotaciones », indica Peris, consciente del riesgo de despoblación existente en las comarcas del interior de Castellón. Por todo ello desde La Unió se estí ¡ n elaborando y presentando informes que cuestionan estas decisiones de la Comisión Europea tanto por la falta de compromisos como la reducción de las emisiones, menor uso de antibióticos o el bienestar animal. «No puede ser que nosotros afrontemos unos costes de producción mí ¡ s elevados que otros países y estos puedan vender aquí sus productos», finaliza el responsable de La Unió. Habrí ¡ que esperar a ver, pese a que Marruecos no es un gran productor de aves, qué influencia tiene la entrada del pollo marroquí en la cesta de la compra en un momento con la inflación disparada en Espaí±a.