La contratación agraria valenciana sufre la mayor caída de España al bajar un 40%
Las nuevas ofertas de trabajo no se adaptan a las necesidades del campo valenciano
Agricultores en un campo de melones de Sagunt, en una imagen reciente. | DANIEL TORTAJADA
josé luis zaragozá. valènciaj.l.z
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La elevada tasa de eventualidad, la situación de los fijos-discontínuos, el impacto de la reforma laboral y también, la sequía, están jugando una mala pasada a la contratación de trabajadores en el campo valenciano en lo que va de año. En esta autonomía se firmaron 56.189 contratos durante los primeros siete meses de 2023, frente a los 94.681 registrados el año pasado, lo que se traduce en una caída del 40,7%, la mayor de toda España, tal como constata un informe elaborado por la consultora de recursos humanos Randstad a partir de los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) desde hace diez años.
Y es que «la reforma laboral supuso la desaparición de la contratación eventual y por obra y servicio, que constituían el grueso del empleo en el sector agrario», advierte un informe de Unión de Uniones. Esta organización agraria advierte de que casi dos años después de la entrada en vigor de la reforma laboral, la contratación en el sector agrario ha caído un 34% en España , con algunas zonas más castigadas como la Comunitat Valenciana. La organización ha explicado que esto es debido a que el aumento de las contrataciones indefinidas no ha compensado la reducción de las modalidades de contratación temporal.
Este descenso registrado en la Comunitat Valenciana durante los primeros siete meses de 2023 es 13,8 puntos porcentuales más acusado que la media nacional (-26,9%). Por provincias, Valencia registró 25.666 contratos, seguida por Alicante (23.290) y Castellón (7.233). Con respecto a los primeros siete meses del 2022, l a contratación en Valencia cayó un 55,4%, seguida por Alicante (-20,2%) y Castellón (-8,6%). Esto demuestra, explica la Unión de Uniones, que las nuevas modalidades de contratación no se han adaptado bien a un sector con una altísima temporalidad en su actividad.
En el conjunto de España la agricultura ha generado 1.002.867 contratos en lo que llevamos de año, de los cuales el 52% corresponden a indefinidos (521.609) y el 48% restante, de duración determinada (481.258). El volumen de este año es un 26,9% inferior al de los siete primeros meses de 2022 , aunque los contratos indefinidos se han incrementado en este 2023 un 36,2%. De hecho, el pasado año, los contratos indefinidos apenas suponían el 28%, mientras que actualmente ya superan la mitad del volumen total.
Preferencias del sector
El comportamiento del mercado laboral en la agricultura en los últimos diez años indica que la contratación ha ido fluctuando según las necesidades del sector, manteniéndose relativamente estable entre los 1,4 y los 1,8 millones de firmas entre 2014 y 2021.
Sin embargo, a partir de 2022, coincidiendo con la entrada en vigor de la reforma laboral, este volumen se ha reducido sensiblemente, hasta apenas superar el millón de firmas este año, la segunda cifra más baja del periodo estudiado, por delante de los cerca de 978.000 contratos de 2013. La reducción de contratos no supone una destrucción de empleo, sino que es debida a la dinámica de contratación indefinida que ha introducido la nueva normativa.
Sea como fuere, a pesar de la reducción del volumen de contratos, influenciada por la reforma laboral y la irrupción de la figura del fijo discontinuo, la evolución de la afiliación a la Seguridad Social en el sector de la agricultura se ha mantenido estable en el último año, situándose en entre los 335.000 y los 345.000 afiliados.
De hecho, el volumen de afiliación registrado en este pasado mes de julio es de 342.993 profesionales, tan solo un 0,2% inferior a la de hace un año, cuando se contabilizaron 343.586. Revisando la evolución de la afiliación en el sector desde el comienzo de 2022, destaca únicamente la caída durante los meses de invierno, achacable a la estacionalidad del sector.
La sequía se extiende al viñedo y al aceite y dispara las pérdidas
Aunque el Gobierno ha publica a finales de julio las ayudas extraordinarias por sequía con un importe de 357,7 millones de euros para toda España (que se repartirán entre los cultivos más perjudicados), el viñedo y el olivar de secano se quedan fuera de estas subvenciones, según denuncian las organizaciones agrarias valencianas AVA-Asaja y Unió Llauradora. Por eso, tanto los viticultores como los olivareros valencianos advierten de que el déficit hídrico redundará en un desplome de la producción de uva y aceituna, lo que afectará de lleno a las exportaciones y los recios en origen. En algunas DO del vino como Utiel-Requena estiman pérdida de uva para vinificación de hasta el 50% en el caso de la variedad 'bobal'. También la cosecha de aceituna podría ser la mitad que un año normal y los cereales han tenido mucha superficie sin cultivas. También caerán los frutos secos.
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