La Comunidad de Madrid ha invertido 348.000 euros en los últimos cinco años para impulsar el emprendimiento agrario, mediante la formación de particulares y asociaciones en el cultivo de huertos y la comercialización de productos a pequeña escala.
Estas actividades se realizan en los Laboratorios de Agricultura Abierta-Agrolab, del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA).
Así, el director gerente del IMIDRA, José María Moreno, ha explicado este jueves durante la visita a Agrolab-El Escorial que oelos laboratorios de agricultura abierta son una iniciativa de investigación y acción participativa, basada en la promoción de prácticas agroecológicas".
Además, "permite revitalizar el sector agrícola en Madrid e impulsar el emprendimiento agrario , ha continuado Moreno.
El Imidra inició estos laboratorios innovadores en 2015 en colaboración con el municipio de Perales de Tajuña, proyecto al que se incorporó dos años más tarde El Escorial y al que se unirá Móstoles el próximo septiembre.
En ellos la formación práctica es prioritaria, con una media de dos a cuatro talleres mensuales en los que se promueve la adopción de técnicas de cultivo sostenible, la agricultura familiar y el cultivo de productos tradicionales y de cercanía.
La Comunidad de Madrid aporta la formación, los materiales de plantación y el espacio para los cultivos, entre ellos productos de la huerta de verano, plantas aromáticas y medicinales, lúpulo y frutos rojos.
Los talleres realizados mediante este sistema práctico y colaborativo cuentan con una primera fase de formación en conocimiento agrícola y técnicas tradicionales, una segunda sobre la comercialización de productos y una tercera de emprendimiento.
El proyecto, además, refuerza la inclusión social y la igualdad de oportunidades, ampliando las redes sociales de los participantes.
oeEsta iniciativa ha impulsado el intercambio de conocimientos entre generaciones, así como la conexión entre los habitantes del campo y la ciudad, algo fundamental en una región como la nuestra, con una alta influencia de los núcleos urbanos , según Moreno.
Desde febrero de 2015, la iniciativa ha tenido cuatro ediciones anuales y ha involucrado a 126 participantes individuales y 6 entidades que trabajan en la promoción medioambiental, sociocultural y de la salud.
Han contado con el apoyo técnico y el asesoramiento de capacitadores agroecológicos, autoridades locales y un instituto de investigación agraria como mentores.
Destaca, asimismo, la posibilidad de incorporar jóvenes y mujeres al sector agrario. De los participantes en estos años, un 45 % han sido menores de 40 años y un 55 % del total han sido mujeres, enfrentando las crecientes tasas de masculinización en las áreas rurales.
Por otra parte, el 44 % de los participantes inscritos en los laboratorios estaban desempleados al comenzar el proyecto y buscaban una solución laboral, y el 76 % los han terminado con un gran interés por profesionalizarse en el sector agrario.