Los economistas llevan meses anticipando una moderación de la inflación, pero los precios no han hecho otra cosa que subir hasta niveles no vistos desde los años ochenta . Sin embargo, desde junio, algo podría haber cambiado . Aunque las incertidumbres geopolíticas siguen siendo máximas, los precios de las materias primas y de los fletes marítimos acumulan dos meses de caídas y permiten dar el primer respiro al bolsillo de los hogares desde que comenzó la crisis inflacionista hace más de un año. Uno de los datos más claros de este cambio de tendencia se encuentra en la encuesta mensual que elabora la Reserva Federal de Nueva York entre los consumidores. El último sondeo, elaborado en julio y publicado el lunes, muestra una moderación de los precios tanto respecto a la inflación actual como a la que preveían hace unos meses. Se trata de un cambio todavía muy frágil que podría perderse en cualquier momento, pero lo que indica es que los consumidores ya están notando una pequeña tregua en los precios. Desmitificando la recesión económica: por qué no hay que temer a la crisis que llega Javier Jorrín El principal causante de este cambio de tendencia ha sido la energía . El precio del petróleo está ya por debajo de los 97 dólares el barril de Brent. En España, el resultado es que, desde los máximos de julio, el precio del diésel se ha reducido casi un 10% y el de la gasolina, un 12%, según los registros del boletín petrolero de la UE. Los precios siguen en niveles muy altos, cercanos, o un poco inferiores, a los 1,9 euros el litro , pero es de esperar que sigan bajando a medida que las gasolineras se vayan ajustando al precio del crudo en los mercados. "Con la economía global encaminada hacia un 'aterrizaje suave' o una recesión, los precios de la energía deberían mantenerse controlados", escribe Tamara Basic, economista de la firma de análisis Oxford Economics. Pero no solo las materias primas energéticas se están tomando un respiro en los dos últimos meses, la mayor parte de metales industriales también cotizan a la baja. Es el caso del estaño, el níquel, el cobre o el aluminio, cuyo precio ha caído en torno a un 20% en los dos últimos meses. El motivo de esta repentina caída está en la reciente caída de la producción industrial como consecuencia del agotamiento del consumo de bienes por parte de los hogares. La expectativa de una menor demanda de estos metales ha provocado la caída del precio. En paralelo, también se ha moderado el precio de algunas materias alimenticias básicas . El maíz y el trigo han caído un 20 y un 27% respectivamente en los dos últimos meses. En este caso, la evolución de los precios responde al inicio de las exportaciones desde Ucrania tras el acuerdo alcanzado con Rusia para que Turquía vigile el tráfico de mercancías en sus puertos. El precio de los fletes también se ha reducido en los últimos meses. La reactivación del comercio mundial y la reapertura de los puertos chinos han permitido que el tráfico marítimo se haya normalizado. Y los problemas en las cadenas de suministro posteriores al final de la pandemia también se han suavizado, permitiendo al sector del transporte digerir lentamente el exceso de carga que tuvo durante meses. El índice del Báltico, que recoge el precio de los fletes de referencia europea, está cerca de los mínimos del año. El coste de los contenedores es un 70% más barato que en el mes de octubre, en pleno pico de los problemas del comercio. Es cierto que la traslación de todos estos precios de los mercados internacionales hacia los consumidores es muy lenta, ya que tiene que pasar primero por toda la cadena de distribución . Además, es posible que algunas empresas aprovechen para recomponer márgenes y se queden con una parte de la caída del precio en los mercados internacionales. Pero, en cualquier caso, la evolución a la baja de los costes de producción tendrá un impacto favorable en la inflación . Este es el único camino posible para un regreso paulatino a la estabilidad de precios. Los banqueros no notan la inflación: el sueldo de las cúpulas sube un 5% en el año 2022 Jorge Zuloaga Estados Unidos, que cuenta con un aliado adicional -la fortaleza del dólar , que abarata las importaciones-, podría haber tenido ya en julio la primera moderación de la inflación . El dato, que se conocerá el miércoles, podría bajar cuatro décimas, del 9,1% al 8,7% que prevén los expertos consultados por Bloomberg. Una caída moderada, pero una caída al fin y al cabo. Si finalmente las materias primas mantienen esta tregua en las próximas semanas, el reto será frenar la inflación subyacente , esto es, la que excluye la evolución de la energía y los alimentos frescos. Los expertos esperan que esta inflación subyacente siga subiendo en EEUU dos décimas en julio, hasta el 6,1%. Esta es la otra gran duda que rodea a las previsiones de inflación: conocer si las empresas empezarán a moderar sus precios en el caso de que los costes de producción se reduzcan . Este es el motivo de que los bancos centrales estén subiendo los tipos de interés en los últimos meses. Su intención es frenar la espiral inflacionista tan pronto como las materias primas empiecen a dar una tregua. "Parece probable que los días de alta inflación pronto quedarán atrás ", señala Basic, aunque los riesgos que rodean a esta previsión son más que cuantiosos. Pero, al menos, surge un foco de esperanza de una moderación de los precios en medio de la vorágine inflacionista actual. Los economistas llevan meses anticipando una moderación de la inflación, pero los precios no han hecho otra cosa que subir hasta niveles no vistos desde los años ochenta . Sin embargo, desde junio, algo podría haber cambiado . Aunque las incertidumbres geopolíticas siguen siendo máximas, los precios de las materias primas y de los fletes marítimos acumulan dos meses de caídas y permiten dar el primer respiro al bolsillo de los hogares desde que comenzó la crisis inflacionista hace más de un año. Uno de los datos más claros de este cambio de tendencia se encuentra en la encuesta mensual que elabora la Reserva Federal de Nueva York entre los consumidores. El último sondeo, elaborado en julio y publicado el lunes, muestra una moderación de los precios tanto respecto a la inflación actual como a la que preveían hace unos meses. Se trata de un cambio todavía muy frágil que podría perderse en cualquier momento, pero lo que indica es que los consumidores ya están notando una pequeña tregua en los precios. El principal causante de este cambio de tendencia ha sido la energía . El precio del petróleo está ya por debajo de los 97 dólares el barril de Brent. En España, el resultado es que, desde los máximos de julio, el precio del diésel se ha reducido casi un 10% y el de la gasolina, un 12%, según los registros del boletín petrolero de la UE. Los precios siguen en niveles muy altos, cercanos, o un poco inferiores, a los 1,9 euros el litro , pero es de esperar que sigan bajando a medida que las gasolineras se vayan ajustando al precio del crudo en los mercados. "Con la economía global encaminada hacia un 'aterrizaje suave' o una recesión, los precios de la energía deberían mantenerse controlados", escribe Tamara Basic, economista de la firma de análisis Oxford Economics. Pero no solo las materias primas energéticas se están tomando un respiro en los dos últimos meses, la mayor parte de metales industriales también cotizan a la baja. Es el caso del estaño, el níquel, el cobre o el aluminio, cuyo precio ha caído en torno a un 20% en los dos últimos meses. El motivo de esta repentina caída está en la reciente caída de la producción industrial como consecuencia del agotamiento del consumo de bienes por parte de los hogares. La expectativa de una menor demanda de estos metales ha provocado la caída del precio. En paralelo, también se ha moderado el precio de algunas materias alimenticias básicas . El maíz y el trigo han caído un 20 y un 27% respectivamente en los dos últimos meses. En este caso, la evolución de los precios responde al inicio de las exportaciones desde Ucrania tras el acuerdo alcanzado con Rusia para que Turquía vigile el tráfico de mercancías en sus puertos. El precio de los fletes también se ha reducido en los últimos meses. La reactivación del comercio mundial y la reapertura de los puertos chinos han permitido que el tráfico marítimo se haya normalizado. Y los problemas en las cadenas de suministro posteriores al final de la pandemia también se han suavizado, permitiendo al sector del transporte digerir lentamente el exceso de carga que tuvo durante meses. El índice del Báltico, que recoge el precio de los fletes de referencia europea, está cerca de los mínimos del año. El coste de los contenedores es un 70% más barato que en el mes de octubre, en pleno pico de los problemas del comercio. Es cierto que la traslación de todos estos precios de los mercados internacionales hacia los consumidores es muy lenta, ya que tiene que pasar primero por toda la cadena de distribución . Además, es posible que algunas empresas aprovechen para recomponer márgenes y se queden con una parte de la caída del precio en los mercados internacionales. Pero, en cualquier caso, la evolución a la baja de los costes de producción tendrá un impacto favorable en la inflación . Este es el único camino posible para un regreso paulatino a la estabilidad de precios. Estados Unidos, que cuenta con un aliado adicional -la fortaleza del dólar , que abarata las importaciones-, podría haber tenido ya en julio la primera moderación de la inflación . El dato, que se conocerá el miércoles, podría bajar cuatro décimas, del 9,1% al 8,7% que prevén los expertos consultados por Bloomberg. Una caída moderada, pero una caída al fin y al cabo. Si finalmente las materias primas mantienen esta tregua en las próximas semanas, el reto será frenar la inflación subyacente , esto es, la que excluye la evolución de la energía y los alimentos frescos. Los expertos esperan que esta inflación subyacente siga subiendo en EEUU dos décimas en julio, hasta el 6,1%. Esta es la otra gran duda que rodea a las previsiones de inflación: conocer si las empresas empezarán a moderar sus precios en el caso de que los costes de producción se reduzcan . Este es el motivo de que los bancos centrales estén subiendo los tipos de interés en los últimos meses. Su intención es frenar la espiral inflacionista tan pronto como las materias primas empiecen a dar una tregua. "Parece probable que los días de alta inflación pronto quedarán atrás ", señala Basic, aunque los riesgos que rodean a esta previsión son más que cuantiosos. Pero, al menos, surge un foco de esperanza de una moderación de los precios en medio de la vorágine inflacionista actual. Los economistas llevan meses anticipando una moderación de la inflación, pero los precios no han hecho otra cosa que subir hasta niveles no vistos desde los años ochenta . Sin embargo, desde junio, algo podría haber cambiado . Aunque las incertidumbres geopolíticas siguen siendo máximas, los precios de las materias primas y de los fletes marítimos acumulan dos meses de caídas y permiten dar el primer respiro al bolsillo de los hogares desde que comenzó la crisis inflacionista hace más de un año.