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Javier Tejada: En 10 o 20 años los humanos convivirán con otras dos especies vivientes: robots inteligentes y cíborgs

10/03/2025
En: elperiodicodearagon.com
Digital
Javier Tejada (Castejón, Navarra, 1948) es físico y uno de los mayores expertos de todo el globo en física magnética y magnetismo cuántico. De joven estudió en Zaragoza y jugó en las categorías inferiores del Real Zaragoza. El lunes ofrece un coloquio en el Patio de la Infanta organizado por la Fundación Ingenio Azul y la Fundación Ibercaja Javier Tejada, en una imagen de archivo. / JAVIER TEJADA WEBSITE Iván Trigo Zaragoza 09 MAR 2025 7:00 Bucear en su biografía es un reto para casi cualquiera. Sus logros resultan indescifrables si uno se queda en el titular, pero él no tiene problema en explicarlos ante el que duda. Javier Tejada (Castejón, Navarra, 1948) es uno de los pocos científicos españoles que puede presumir de haber descubierto un nuevo fenómeno de la física. Sus investigaciones en el campo del magnetismo casi le hacen ganador de un premio Nobel, aunque a él no le gusta recordarlo porque no se lo dieron. Pero sus méritos van más allá. Tejada estará pronto en Zaragoza , o mejor dicho volverá a Zaragoza, porque en la capital aragonesa pasó algunos de los años de su juventud. Aquí estudió y aquí jugó en las categorías inferiores del Real Zaragoza . El lunes protagonizará una charla en el Patio de la Infanta junto a Norbert Bilbeny sobre la Inteligencia Artificial. El coloquio está organizado por la Fundación Ingenio Azul y la Fundación Ibercaja dentro de un ciclo en el que también participarán voces de la cultura como Paula Ortiz y Elvira Sastre. Javier Tejada, de cuclillas a la derecha del todo, con los juveniles del Zaragoza. / J. T. Tejada es catedrático de la Universidad de Barcelona y, entre sus 300 publicaciones, si le hacen elegir, se queda con la que le valió para explicar la primera evidencia experimental del efecto túnel del espín en los años 90, un descubrimiento que la revista Nature consideró uno de los más relevantes en el campo del magnetismo de todo el siglo XX. «Mira, te explico -dice cuando se le pide, por favor, que detalle en qué consiste ese descubrimiento-. Para poder manipular una brújula, que funciona gracias al magnetismo terrestre, tienes que forzar la aguja con algún elemento, con un imán, por ejemplo. Pero lo que nosotros descubrimos es que si en vez de una brújula normal tenemos una muy pequeñita -a nivel atómico- y con unas temperaturas muy bajas (-270º), no hay que utilizar ninguna energía para invertir los polos de la brújula. El sur es el norte y el norte es el sur. Hay como un túnel que los une», desarrolla. "Con la mentira se puede llegar al poder, pero no a la ciencia" La siguiente pregunta para cualquier humano común lejano a la academia es obvia, aunque no por eso menos ignorante. ¿Y eso para qué sirve? «(Ríe). Cuando hicimos este descubrimiento nosotros pensamos que podría ayudarnos a construir un ordenador cuántico basado en este fenómeno», responde. Y es ahora cuando el lenguaje se torna (algo) más comprensible. «Los computadores cuánticos son ordenadores mucho más potentes que los que todos conocemos. Yo creo que son una de las grandes esperanzas que tiene la humanidad porque podremos solucionar problemas muy complejos en todos los campos : la física, la química, la biología, le medicina...», añade. Con estas máquinas, prosigue, los humanos seríamos capaces de obtener respuestas mucho antes. A modo de ejemplo: si el ordenador más potente hoy en día tarda un mes en resolver un problema, un ordenador cuántico como los que Tejada tiene en la cabeza apenas tardaría una hora «o menos». Todo esto no es ciencia ficción. Es cosa de un futuro que está cercano. Al igual que la Inteligencia Artificial hace unos años resultaba algo incomprensible y hoy es cosa del presente, un presente que, alerta Tejada, nos está enseñando precisamente cómo no hacer las cosas. El caos «La IA -explica- está alimentada por los humanos. Nos ofrece respuestas porque le hemos proporcionado una información. ¿Y la información qué es? Lo que nos permite conocer la realidad. Si la información es correcta, podemos llegar a la verdad. Y si es incorrecta, llegamos a la mentira, y con la mentira no hay ciencia. El problema al que nos enfrentamos es que, tal y como se está demostrando en EEUU, con la mentira se puede llegar al poder». Referentes del mundo académico y cultural se dan cita en Zaragoza: nace el ciclo "Voces con Ingenio" El peligro está, por tanto, en quién maneja la información que alimenta a la IA. Si se utiliza bien, «la humanidad en su conjunto nos beneficiaremos». Si se utiliza mal, «se produce el caos que ya se está produciendo». «El poder que tienen las personas que controlan la propagación de la mentira es inmenso», añade. Y esas personas son tan solo unas cuantas -que todos tenemos en la cabeza-. «Lo que está en peligro es la causa del hombre». ¿Cuál es esa causa? «Defender nuestra singularidad como especie». Y es que, alerta Tejada, «todos los avances tecnológicos no son buenos porque sí, sino que depende de como se utilicen», como ya ocurrió con la energía nuclear. Ante este panorama, el científico español pide «instituciones fuertes» que controlen y regulen el uso de la IA. Pero su desarrollo ya es imparable. Tejada se muestra convencido no, «convencidísimo», de que en un plazo de «10, 15 o 20» años el ser humano convivirá con otras dos «especies vivientes», es decir, con consciencia. Hasta ahora, el homo sapiens sapiens estaba solo en ese rango. En muy poco tiempo, conviviremos «con robots inteligentes y cíborgs (máquinas en las que los humanos introduciremos nuestros pensamientos)». En medio de toda esta conversación de tintes distópicos, Tejada no da tregua. ¿Llegará entonces un momento en el que la IA y los robots serán autónomos de las personas? «Claro», responde. Amazon suma seis nuevas plantas de renovables para abastecer sus instalaciones en Aragón En todo este entuerto, más allá de la ética y la moral, otro de los aspectos que jugará un papel clave será la energía, algo de lo que Aragón como territorio es conocedor debido a la llegada a la comunidad de los centros de datos, que no son sino los cerebros en los que la IA guarda sus recuerdos. «Hay un estudio publicado recientemente por una agencia estatal americana que dice que el consumo energético asociado al desarrollo de la Inteligencia Artificial en los próximos años equivale a la energía que consumirían 54 millones de personas. Es decir, es como si EEUU ganara de aquí a un poco tiempo 54 millones de habitantes». ¿Y como se combina ese salto tecnológico, el aumento del consumo energético y el cuidado del medio ambiente? «Es una pregunta de difícil contestación, pero debemos tener una cosa muy clara. El planeta tiene un límite. El papa Francisco dijo una vez: 'Dios perdona siempre. Los humanos, a veces. Pero la naturaleza no perdona nunca'. Pues eso». El reto es por tanto descubrir nuevas formas de producir energía que nos ayuden a alimentar un futuro que ya está aquí. Ahí entra, opina Tejada, la fusión nuclear, que es el fenómeno contrario a la fisión, el fenómeno que utilizan las centrales nucleares actuales y que «es mucho más eficiente y no produce residuos». «Si me permites exagerar un poquito, creo que el futuro de la humanidad depende de la capacidad de controlar la fisión nuclear». Ahí es nada. Predicciones aparte, Tejada también se ha dedicado a la ciencia aplicada. Suyo es el descubrimiento que permite detectar el envejecimiento de un stent coronario -muelle que dilata las arterias del corazón- mediante un método no invasivo, lo que elimina riesgos. «Es una aplicación muy bonita y práctica», dice este científico, que asegura que en parte también se siente zaragozano. «Allí viví unos años en los que me formé muchísimo». El lunes está de vuelta. Suscríbete para seguir leyendo
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