En un mundo donde la industria alimentaria evoluciona a gran velocidad, mantenerse fiel a los valores fundacionales mientras se impulsa una transformación real se convierte en un verdadero desafío. En Aceitunas Cazorla hemos demostrado, a lo largo de más de seis décadas, que es posible innovar sin renunciar a la autenticidad; avanzar sin perder de vista nuestras raíces. Nuestra historia comenzó en 1957, en Novelda (Alicante), con una especialización pionera en el relleno de anchoa. Fue allí donde dimos los primeros pasos de una empresa familiar que hoy lidera el sector conservero de la provincia por volumen de negocio. Desde nuestro traslado a Alicante en 1996, no hemos dejado de crecer. Actualmente, producimos más de 80 millones de kilos de aceitunas al año y exportamos a más de 60 países. Sin embargo, lo que realmente nos define no es nuestra capacidad industrial, sino la manera en que entendemos la categoría y la de hacer las cosas. En Aceitunas Cazorla no vendemos un producto estándar: construimos una narrativa gastronómica que combina origen, innovación y valor añadido. Nuestra visión no se limita a competir: se enfoca a transformar. Esa transformación se apoya en tres pilares estratégicos: Innovación continua: La inversión constante en I+D nos ha permitido liderar desde la creatividad y la anticipación. Hemos cultivado una cultura interna donde la innovación no es exclusiva de un departamento, sino parte del día a día de todos los departamentos. Desde procesos automatizados hasta desarrollos de nuevas recetas, texturas y combinaciones de sabor. Buscamos siempre ir un paso más allá. Cercanía con el cliente: Asumimos el rol de partner estratégico con nuestros clientes. Escuchamos activamente, interpretamos necesidades y cocreamos soluciones. Esta visión nos permite detectar oportunidades con agilidad y responder con propuestas relevantes, alineadas con estilos de vida cada vez más exigentes y personalizados. Sostenibilidad como compromiso transversal: En Cazorla, sostenibilidad significa coherencia. Integramos prácticas responsables en toda la cadena de valor: eficiencia energética, economía circular, packaging reciclable, y gestión de residuos. No buscamos un impacto comercial momentáneo, sino un cambio estructural y duradero. Desde esta mirada nace nuestra marca insignia: La Explanada Gourmet. Una gama que eleva la categoría a través de sabores sorprendedentes como trufa, queso azul, jalapeño o naranja. Productos pensados para un consumidor cosmopolita que valora los sabores auténticos, tanto los tradicionales como los novedosos, que aprecia el diseño y la sostenibilidad. Cada referencia está cuidadosamente desarrollada para responder a una nueva forma de consumir: espontánea, sofisticada y plenamente sensorial. Este enfoque nos ha llevado a liderar también desde la innovación aplicada. Proyectos como la extracción de polifenoles, orientado a recuperar compuestos bioactivos de residuos de aceituna o Green Brine. Una iniciativa tecnológica con la colaboración y ayuda de la Generalitat Valenciana para el tratamiento sostenible de salmueras industriales, son ejemplos concretos de cómo combinamos ciencia, compromiso y visión de futuro. En definitiva, nuestro modelo no se apoya en la inercia, sino en la reinvención constante. Nuestra ambición es clara: liderar desde la coherencia, crear alianzas duraderas y construir una industria agroalimentaria más inteligente, sostenible y humana. En Aceitunas Cazorla seguimos cultivando el futuro desde la raíz. Porque solo quienes honran su historia pueden marcar el ritmo de lo que está por venir. La excelencia no es una entelequia. Es una forma de hacer.