La vida del pastor es sacrificada, solitaria y muy esclava. Generación tras generación, sacar a los rebaños a los montes y montañas ha sido una actividad prioritaria del medio rural, pero con el paso de los años la profesión cada vez está más envejecida y arrinconada. Pasa lo mismo con otros oficios asociados a la actividad agraria, pero en ellos todavía no se han desarrollado iniciativas como la empresa Pastores de emergencia, impulsada por un joven emplazado en el valle de Chistau, Zacarías Fievet, pensado para evitar la dependencia a la que obliga la gestión de una explotación ganadera .
La propuesta ha cumplido un año de «boca a boca» y poco a poco demuestra su utilidad y oportunidad. La pasada semana la nueva empresa recibió el primer premio del programa Emprende Rural 2024 convocado por Embou y la fundación Caja Rural de Aragón y su impulsor ya está a la búsqueda de nuevos pastores que le permitan aumentar su oferta.
A través de una plataforma online , esta iniciativa empresarial da respuesta a la necesidad que ganaderos y pastores tienen de atender su actividad sin interrupción durante los periodos vacacionales, los imprevistos sanitarios, las celebraciones familiares como sean una boda o nacimientos, o los picos de faena. Según describe Fievet «se trata de un servicio personalizado, eficiente y confiable, que contribuye a mejorar las condiciones de trabajo de las personas dedicadas a la ganadería, ofreciéndoles una herramienta que les permite encontrar mano de obra cualificada». Esta iniciativa crea oportunidades de empleo temporal y flexible, incentiva a los jóvenes a quedarse en el medio rural y contribuye al sostenimiento de la actividad ganadera, que es fundamental en nuestra sociedad.
En los doce meses de funcionamiento de la iniciativa, destinada a cuidar ganado ovino y vacuno, los refuerzos han viajado por todo Aragón, Cataluña, Castilla, Valencia o Soria. Destaca que sus pastores cuentan con más de diez años de experiencia, que conocen bien el sector, «aunque siempre dispuestos a seguir aprendiendo el oficio». Por el momento ponen pocas condiciones más allá de que el periodo de contratación supere los dos días y no exceda el mes. Si hacen falta coches, todoterrenos, o trabajar en zonas de difícil acceso lo negocian sobre la marcha.
Fievet explica que en este tiempo han desarrollado unos 60 servicios, la mayoría de ellos en Aragón. «El modelo de ganadería familiar, en el que una explotación y su rebaño estaban amparados por el abuelo, los padres, los hijos e incluso los nietos ayudando en lo que podían ya no existe», lamenta al tiempo que guía su propio rebaño de ovejas de un millar de cabezas.
Las situaciones a las que han tendido que hacer frente han sido muy variadas, pero en su mayoría han servido para que los actuales regentes de los rebaños pudieran tomarse unos días de descanso, algo impensable sin un servicio como el de Pastores de emergencia. «Muchas personas dejarían antes a sus hijos con un desconocido que a su ganado», confirma. Por eso destaca que el servicio que ha planteado desde Chistau está especialmente atento a contratar personal de confianza y con mucha experiencia.
En el último año también han tenido que atender un buen número de servicios por los llamados picos de faena, o por la ausencia de asistentes o por cambios en las explotaciones. A los trabajadores, todos apasionados del oficio, se les ha requerido para trabajar en empalizadas, realizar tareas de ordeño, despejar parideras o cualquier desempeño necesario. Como suele describir el lema oficioso de los autónomos, la enfermedad ha sido el último de los motivos requeridos . «Todos valemos para lo que haga falta», explica.
La plantilla con la que trabaja, que ha sido variable a lo largo del año, tiene «mucha experiencia» y se encuentra por encima de los 40 años. Los dos más jóvenes son el propio Zacarias, que aprendió el oficio de sus padres, y otro pastor también de 28 años.
Otro de los cambios a los que se enfrenta el medio rural aragonés tiene que ver con la burocracia , pues además de la esclavitud asociada al ganado ahora los pastores tienen que estar pendientes de rellenar formularios, tramitar permisos o gestionar posibles subvenciones. Por el momento Fievet no ofrece un reemplazo de emergencia a este tipo de tareas, sobre todo porque ellos mismos están preocupados por la fórmula más adecuada para sacar adelante el proyecto.
En los próximos meses las personas vinculadas a la empresa se reunirán para afianzar el proyecto, pues hasta ahora los pastores asociados funcionan como autónomos o con contrataciones cortas. El modelo en el que se fijan es el de los pastores de reemplazo que ya existe en Francia , país del que es originario Fievet, vinculado a los seguros del Estado en las zonas de depredación de animales como el lobo o el oso. En la actualidad cuentan con el apoyo de la Diputación Provincial de Huesca.
El reto para el próximo año está relacionado con garantizar la estructura de Pastores de emergencia. Por un lado quieren darse a conocer a todo el sector, acudiendo a ferias y otros puestos de exposición al entender que una buena parte del oficio no está pendiente de las redes sociales . Y por otro lado quieren poder llegar a todos los servicios que se les requieran, por complicada que pueda parecer la logística que plantee el encargo. Parece un reto importante, pero también lo es conducir mil ovejas por los pastos de la montaña.
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