Los empresarios se muestran expectantes ante los movimientos del nuevo presidente, que prometió aranceles a toda las importaciones.
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Chus García
NOTICIA
El vino aragonés, que tiene en el mercado estadounidense a uno de sus mejores clientes, no guardan una buena experiencia del anterior mandato de Donald Trump
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El sector exportador aragonés no pierde de vista a Estados Unidos. El regreso del republicano Donald Trump a la Casa Blanca tras su victoria frente a la demócrata Kamala Harris ha puesto en guardia al empresariado de la Comunidad y las organizaciones agrarias que lo representan, sobre todo en el sector agroalimentario.
Todavía están frescas en la memoria todas las dificultades a las que los productores de alimentos tuvieron que hacer frente durante el primer mandato de Trump (2017-2020) , en el que el mandatario estadounidense aplicó aranceles por cerca de 7.000 millones de euros a 113 productos españoles en represalia por los subsidios de la UE a los gigantes aeronáuticos Airbus y Boeing.
Pero, a pesar de que el nuevo inquilino del despacho Oval prometió en su carrera a la presidencia que impondrá arenceles del aranceles el 10% a todas las importaciones de EE. UU. para "blindar" la economía norteamericana , de momento, el empresariado aragonés se muestra cauto. Y a pesar de que algunas voces hablan de "preocupación", los representantes de las organizaciones empresariales se muestran cautos, si bien aseguran que "habrá que mantenerse atentos" a los movimientos del 47º presidente de Estados Unidos, aunque reconocen que Trump es "imprevisible" y puede dar la sorpresa en cualquier momento.
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"Es demasiado aventurado hacer previsiones ahora mismo", asegura Jesús Arnau, director general de CEOE Aragón. "Habrá que esperar a las políticas que adopte realmente Trump en función tanto de los equilibrios internos de la economía y la política estadounidense como de los geopolíticos a nivel mundial, y especialmente en nuestro caso con la Unión Europea ", añade.
En todo caso, el representante de la patronal aragonesa matiza que la relación comercial de Aragón con EE. UU. "es limitada". Ahí están las cifras. Hacia este mercado norteamericano se dirigen productos y servicios de más de 700 empresas aragonesas , aunque solo alrededor de 200 lo hacen de forma regular y son unas 40 las que comercializan en aquel país con volúmenes económicos que superan el millón de euros. Estados Unidos es el decimoquinto país por destino de las ventas aragonesas al exterior, recuerda Arnau, que señala que hasta el pasado mes de agosto, último dato disponible, las exportaciones de la Comunidad a la primera potencia mundial ascienden a 150,42 millones de euros. La cifra representa el 1,3% del total de exportaciones aragonesas y está centrada sobre todo en bienes de equipo (maquinaria para industria y obras públicas) y productos alimentarios, en especial el vino. Reconoce, sin embargo, que este mercado sí es relevante a nivel nacional, ya que España exporta a este mercado 12.341 millones de euros.
"Lo que sí es cierto es que, como europeos y no solo por el triunfo de Trump, necesitamos que la UE gane peso político y económico, lo que pasa por recuperar la competitividad perdida respecto a actores económicos como EE. UU. y Asia ", añade.
Una mala experiencia anterior
"La experiencia de lo sucedido en el mandato anterior de Trump no invita precisamente al optimismo", afirma Ignacio Domingo, director gerente de la Asociación de Industrias de la Alimentación de Aragón (AIAA). A pesar de ello, reconoce, "hay que esperar acontecimientos".
Domingo insiste en que, de momento y de manera general, "hay cautela" entre los empresarios, y aunque reconoce que puede haber algunos casos individuales que se han mostrado más inquietos, reitera que todavía "no se puede hablar de inquietud".
No niega que la vuelta de Trump haya impregnado de incertidumbre el sector, especialmente a aquellas producciones más expuestas, como el vino o el aceite, pero apuesta por mantener la calma. "Vamos a ser cautos y a esperar, porque este señor es tan imprevisible que le puede dar por todo o por nada", añade.
Expectantes aseguran estar los presidentes de las denominaciones de origen de Campo de Borja y de Calatayud , Eduardo Ibáñez, respectivamente. "Habrá que darle un voto de confianza a Trump, aunque conociendo su visceralidad puede pasar cualquier cosa y habrá que mantenerse alerta" , señala Arenas, cuya D. O. exporta el 40% de sus producción a EE. UU. Ibáñez más tranquilo asegura que, de momento, "no hay inquietud"
Mucho más crítico se muestra Antonio Ubide, máximo responsable de la D. O. Cariñena , que comercializa en aquel gran mercado casi un 20% de su producción. "Hay preocupación" , asegura con contundencia Ubide que recuerda que augura un recorte mundial del comercio. "Se avecinan tiempos malos" señala Ubide, que recuerda que el sector del vino ya tienen demasiadas complicaciones como para encontrarse un nuevo escenario adverso.
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