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Ganaderos andaluces temen ser eliminados por los fondos que fomentan las macrogranjas

20/01/2022
En: lavanguardia.com
Digital
Frente a las explotaciones industriales, explotaciones familiares. Calidad en el producto, empleo que 'fija' población en entornos rurales y genera riqueza, y desarrollo sostenible. Éstos son los tres pilares que defiende el sector ganadero de Andalucía, donde el modelo de explotación existente es, predominantemente, extensivo e intensivo familiar. En la región no hay grandes explotaciones industriales. Las llamadas macrogranjas no tienen buena aceptación por parte del colectivo que "lleva en vena" esta profesión, como comenta para La Vanguardia Antonio Rodríguez, responsable de Ganaderías de COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos) y secretario provincial de la organización en Málaga. Ayer, un representante de esta entidad debatió con Alberto Garzón, ministro de Consumo, la manera de ponerle freno a la uberización del campo y la creación de macrogranjas en el territorio. Una reunión que se produce una semana después de las polémicas declaraciones que el miembro del Gobierno hizo a un medio de comunicación extranjero en el que explicaba que la carne procedente de este tipo de industria no tenía buena calidad. El ministro abrió un importante debate pero, bajo la opinión de una gran parte del sector andaluz, cometió grandes fallos como el de poner en duda la calidad del producto. "Habría que ir a un modelo más sostenible, que es nuestra idea, pero no tenía que haber creado esta duda porque el consumidor se queda con el mensaje de que todos maltratamos a los animales cuando no es así", afirma Rodriguez. El ministro de Consumo, Alberto Garzón, en la reunión mantenida con representantes de Coag. Europa Press Todo "se ha politizado", declara Rodríguez, quien se queja de que "están cansados de que se le ponga en duda". "Están manejando el sector al antojo político sin pensar en los ganaderos", insiste, justo cuando "somos nosotros los que queremos un modelo de explotaciones familiares en el ámbito rural", que es lo que "fija empleo en los pueblos y hace que vivamos de manera digna". La ganadería, un pilar económico en Andalucía Los profesionales lamentan la situación complicada en la que viven motivada por varios factores, entre ellos el precio del producto, como la leche, que es vendido por debajo de los costes de producción. La vida del ganadero no resulta fácil y tiene que ir adaptándose a marchas forzadas a la demanda de la sociedad sorteando un sinfín de obstáculos. La innovación y el desarrollo sostenible lo lleva en el ADN, así como el cuidado y respeto por el medio ambiente, sí bien son modificaciones que implican grandes inversiones que tienen que afrontar "cada uno de su bolsillo", como declara para este medio Juan Rafael Leal, presidente de Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía. A lo largo y ancho de la comunidad existen 27.306 explotaciones ganaderas, la mayor parte en extensivo, pero queda también un buen margen para la actividad en intensivo. Las macrogranjas, salvo casos puntuales de porcino y ave, no están arraigas en el territorio. El valor de las exportaciones anuales de carne de esta actividad, que en 2020 alcanzó los 193.881 toneladas según datos del ICEX, pueden generar una riqueza anual de diez mil millones de euros, cuantía económica que queda muy repartida en la región. Y esta riqueza es la que genera empleo entre los vecinos y la que les permite tener 'calidad de vida'. Son profesionales en la materia, en muchos de los casos el trabajo y la pasión por la ganadería pasa de padres a hijos, lo que hace que se convierta no sólo en un trabajo sino en un modo de vida. Un estilo de vida que, ahora, consideran que está en riesgo. "Las explotaciones familiares son las que fijan la población en entornos rurales, frente a las grandes industrias que no ayuda al problema del campo, pero sí puede entorpecer", defiende Leal, aunque insiste en que "las pocas macrogranjas que hay aquí cumplirán la normativa". Hacia un modelo sostenible Imagen de otra explotación ganadera de extensivo. Europa Press "Hay que pensar qué explotación queremos tener, que sea cuidadosa con el medio ambiente", continúa el presidente de Cooperativas Agroalimentarias, quien está a favor de que se debata y se analice la situación de la ganadería y se diseñen planes que asegure su desarrollo, pero no puede dejar pasar por alto las palabras de Alberto Garzón. "La carne tiene una calidad impecable, otra cosa es discutir el modelo de producción, pero la carne que exporta España es de mucha calidad, ya sea de macrogranjas, de intensivo o de extensivo", declara. Según los datos de Cooperativas, en Andalucía la explotaciones medias tienen 150 cabezas, todas ellas tienen fosos sanitarios, fosos de purines y no hay vertidos que no estén regulados. Así, como declara Juan Rafael Leal, hay que seguir trabajando para mejorar, "habría que aplicar todas las medidas tecnológicas necesarias para no contaminar" aunque, se queja, "las innovaciones salen del bolsillo del ganadero". "El campo hace 30 años era una cosa y hoy es otra. Hay un reto medioambiental, de transformación digital... pero lo conseguiremos". Leal elogia la ganadería extensiva, así como la intensiva de tipo familiar. "Luego hay otras, que son las macrogranjas, que también están legisladas", por lo que "hay que abrir un debate al respecto". Aunque, en él, como ganadero y no como presidente de la entidad, asegura que está en contra de este tipo de industria. Especulación en el campo, puerta abierta para las macrogranjas El responsable de Ganaderias de Coag y secretario provincial en Málaga, Antonio Rodríguez, dibuja un horizonte nada alentador para el sector si el Gobierno central no toma cartas en el asunto. Para este ganadero de vocación, hay tres problemas fundamentales a los que se enfrenta el colectivo: las trabas burocráticas para que una explotación pase de generación en generación, las diferentes normas que rigen el mercado y, por otro lado, la especulación del campo. En el primer caso, Rodríguez señala las "trabas" burocráticas que hay que superar para poder trabajar en una explotación familiar cuando considera que las complicaciones provocan que la gente deje de emplearse en el ámbito rural, lo que fomenta y potencia el ya manido término de la 'España Vaciada'. Este sector mantiene los pueblos vivos, pero nadie hace nada Antonio Rodríguez Responsable de Ganaderías de Coag Por otro lado, señala que existen normas que se deben cumplir en el marco nacional y europeo para comercializar su producto, tales como la prohibición de medicar al ganado con antibióticos so pena de multa. Sin embargo, insiste, sí que se importa carne de terceros países, como de Sudamérica o EE.UU., sin tener en cuenta estos requisitos. Un control injusto que juega en contra de la economía local. "Este sector mantiene los pueblos vivos pero nadie hace nada. Es abrirle las puertas a las macrogranjas". Macrogranjas, dice, creadas por "fondos de inversión que van a invertir en alimentación", lo que conllevará que genere "licencias de actividad" para este modelo "y nosotros seremos eliminados", se queja. Etiquetado de productos Son las administraciones, tanto regionales como centrales, las que deben trabajar en el asunto y proteger un pilar tan fundamental para la economía de Andalucía. De momento, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ya se sentó con el ministro de Consumo para abordar el tema del etiquetado de la carne, al considerar que los consumidores, los que tienen la última palabra en el asunto, conozcan "con la mayor precisión posible de dónde proceden los productos". En este encuentro, Alberto Garzón, defendió la ganadería extensiva, familiar y social, "que genera puestos de trabajo y produce arraigo en la población" frente a las macroganjas, "explotaciones que es necesario frenar y limpiar para proteger el planeta, el mundo rural y la ganadera". Con estas declaraciones, el titular de Consumo matizaba, una vez más, sus palabras, de manera que se pudiera acercar posturas entre Gobierno y profesionales del sector que se habían sentido ofendidos ante sus últimas intervenciones en los diferentes medios de comunicación. La desaparición del sector "implicaría graves perjuicios ambientales, sociales e incluso, a medio plazo, afectaría la salud Marta Cornello Presidenta de 'Somos Sierra Norte' Días antes de la reunión con la UPA, la asociación 'Somos Sierra Norte', constituida por los municipios que conforman el Parque Natural Sierra Norte de Sevilla, enviaban un escrito a Garzón exponiéndose la necesidad de trabajar en el etiquetado de sus productos, todos procedentes de la ganadería extensiva. "Es un despropósito" que "comencemos a escuchar en prensa y redes sociales que los productos extensivos, intensivos y de origen industrial son similares" porque esto va a "destruir por completo lo poco que queda del sector extensivo", exponía en la misiva la presidenta de la entidad, Marta Cornello. "La ganadería extensiva posee multitud de bondades que deben ser tenidas en cuenta. Es la raíz de nuestra propia existencia", defendía, al tiempo que lamentaba que "estamos casi extintos" y que la desaparición del sector "implicaría graves perjuicios ambientales, sociales e incluso, a medio plazo, afectaría la salud". 'Somos Sierra Norte' defiende que se facilite "información objetiva y real" de los productos, así como "un etiquetado y una trazabilidad" de los distintos modelos de producción. La demanda de estos avances, impulsada por los profesionales de las pequeña explotaciones ganaderas, deben contar con el respaldo de la administración y con la concienciación del consumidor.
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