Podrán ser beneficiarios de estas nuevas ayudas, cuyo extracto de convocatoria se publicó ayer, miércoles, en el Boletín Oficial de Cantabria, los primeros compradores de leche de vaca que estén registrados en la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) como operadores del sector lácteo y en letra Q como centro lácteo. Además, deberán tener formalizado el contrato de recogida de leche de vaca hasta, al menos el 31 de diciembre del año de la convocatoria, con productores ubicados en municipios de Cantabria de alta montaña o especial dificultad. También deben tener registrados sus correspondientes contratos con los productores en la aplicación AICA del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación; contar con una declaración mensual de leche recogida en AICA y trazabilidad en letra Q en plazo, y mantener las recogidas en las explotaciones por las que solicita la ayuda, al menos hasta el 31 de diciembre del año de la convocatoria. El importe total de la ayuda concedida a cualquier beneficiario no puede exceder de 200.000 euros en un periodo de tres ejercicios fiscales. Entre los criterios de valoración de las ayudas, se tendrá en cuenta que las solicitudes procedan de cooperativas o sociedades agrarias de transformación; contratos con productores a los que se les recoja un máximo de 100.000 litros de leche de vaca al año, y contratos con productores a los que se les recoja más de 100.000 litros al año hasta un máximo de 200.000 litros al año. Las solicitudes se dirigirán a la Dirección General de Ganadería y deberán presentarse en el plazo de un mes a partir de hoy, en el Registro de la Consejería, en sus oficinas comarcales o en cualquiera de los lugares establecidos por la actual normativa. El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, ha destacado la importancia de estas ayudas para compensar económicamente a las empresas que realizan la recogida periódica de la leche cruda en las explotaciones ubicadas en zonas de alta montaña o de especial dificultad, contribuir a frenar la desaparición de una actividad económica "básica y tradicional" en Cantabria y permitir que "las zonas rurales sigan vivas y los consumidores puedan seguir contando con alimentos autóctonos producidos con la máxima garantía de calidad y seguridad alimentaria". Tal y como ha explicado el consejero, "la recogida de leche en las explotaciones de vacuno de leche situadas en zonas de alta montaña que se encuentran lejos de las principales plantas de recogida y procesado de leche, en las cuales existe una importante dificultad de acceso, fuertes pendientes y, en ocasiones, condiciones meteorológicas adversas, supone un problema adicional a los ya existentes para el resto de explotaciones de vacuno lechero de Cantabria de cara a la supervivencia de dicha actividad ganadera". Por ello, ha considerado "fundamental" la continuidad de la recogida de leche en estas explotaciones para el mantenimiento de la actividad económica local y para evitar el despoblamiento rural de aquellos territorios que están más alejados de los núcleos urbanos y que, en consecuencia, están más en contacto con la naturaleza.