INFORMACIÓN ACERCA DE LAS COOKIES UTILIZADASLe informamos que en el transcurso de su navegación por los sitios web del grupo Ibercaja, se utilizan cookies propias y de terceros (ficheros de datos anónimos), las cuales se almacenan en el dispositivo del usuario, de manera no intrusiva. Estos datos se utilizan exclusivamente para habilitar y estudiar de forma anónima algunas interacciones de la navegación en un sitio Web, y acumulan datos que pueden ser actualizados y recuperados. En el caso de que usted siga navegando por nuestro sitio Web implica que acepta el uso de las cookies indicadas. Puede obtener más información, o bien conocer cómo cambiar la configuración, en nuestra sección Política de cookies


Ferrer Wines experimenta contra el cambio climático con un vino en zona alta y lluviosa

15/07/2024
En: lavanguardia.com
Digital
Vall de Bianya (Girona), 14 jul (EFE).- El Grupo Ferrer Wines acaba de presentar la nueva añada de Mallol de Bianya, un vino con el que recupera la viticultura en Vall de Bianya (Girona) y con el que experimenta con un cultivo en altitud y zona de lluvia para anticiparse a las obligaciones que impondrá el cambio climático. Vall de Bianya (Girona), 14 jul (EFE).- El Grupo Ferrer Wines acaba de presentar la nueva añada de Mallol de Bianya, un vino con el que recupera la viticultura en Vall de Bianya (Girona) y con el que experimenta con un cultivo en altitud y zona de lluvia para anticiparse a las obligaciones que impondrá el cambio climático. El presidente de Ferrer Wines, Pere Ferrer, que también está al frente de la Federación Española del Vino (FEV), y la directora ejecutiva de Ferrer Miranda y copropietaria de la Finca el Mallol, Silvia Carné, han explicado en una entrevista a EFE esa apuesta de investigación aplicada desde una compañía con "tierras en tres continentes". Ferrer y Carné subrayan al unísono que la máxima concentración de viñas se encuentra en la zona del Penedès, "donde el suelo está muy explotado, hay mucha sequía y un estrés hídrico muy importante". "Nos preguntamos cómo reaccionaría el cultivo en la comarca de la Garrotxa, en Vall de Bianya, donde hace frío y llueve bastante", relata ella, que añade que "él dijo que había que probarlo". El resultado, Mallol de Bianya, es un vino 100% de uva chardonnay con crianza en bota que surge de un proyecto iniciado en 2019 y que ha recuperado la vinicultura en este área de Cataluña. La finca está situada a cuatrocientos metros de altura y responde a lo que Carné y Pere Ferrer describen como "vinicultura heroica", que se desarrolla sobre una superficie de dos hectáreas en un terreno que al presidente de la FEV le recuerda a la Borgoña francesa. La elevada pluviometría del valle favorece una maduración lenta y homogénea de la uva, algo que resulta esencial para esta variedad chardonnay. Ambos apuntan a la dificultad de orografía y clima y recuerdan que han tenido heladas reiteradas, "pero el resultado es positivo. Aunque es una evolución, todavía hay que aprender mucho", relata Ferrer, quien añade que están en todo caso más contentos con cada cosecha. "Estamos en proceso de aprendizaje, es todo muy experimental", puntualiza y subraya que "la tierra aquí da vinos de menos grados, algo que es bueno". Insiste en que esa condición de un vino sin "tanto alcohol es positivo" en base a la tendencia actual de consumo e indica que se sitúa en 12 grados, aunque en otras cosechas bajó a 10,5 y 11. "En todo caso, no se dispara como en otros sitios, que te vas a 14 o 14,5 como sucede en Argentina", donde Ferrer Wines cuenta también con bodega. Pere Ferrer le ve a Mallol de Bianya "posibilidades de expansión" en base a la presencia de mucho terreno alrededor y de propietarios que están dispuestos a llegar a acuerdos, aunque la clave es que el proyecto se consolide. Ferrer compatibiliza esta aventura con la presidencia de la FEV, de la que cumple los cien primeros días y desde la que avanza que las exportaciones mejoran "y el consumo interno está remontando un poco". Le parece que los vaivenes por la covid y, después, por la inflación se han acabado "y hay muchas bodegas que están recibiendo muchas peticiones". A él le sucede igual en su actividad empresarial, también como vicepresidente del Grupo Freixenet, y augura para este año una "buena" producción. "Ha llovido después de años de sequía y la idea es que la de 2024 será una buena cosecha en España", sostiene y cifra el aumento de producción "en dos cifras al menos", aunque concreta más en la zona que más conoce, la del Penedès, donde pronostica que será de un 20 por ciento. Advierte sin embargo de que se llega de una situación en que "el listón estaba muy bajo" y de que sería una cosecha a la baja si se comparase con la media de las dos últimas décadas. Esa visión del mercado español va más allá cuando interviene Silvia Carné para referirse a otra de las patas de Ferrer Wines, la Finca Ferrer en el Valle de Uco de Argentina. Carné destaca esa otra aventura en la que están inmersos y señala que "la bodega está produciendo unos vinos magníficos, mejorando instalaciones y haciendo inversiones, pero la economía argentina está como está". "Las exportaciones como marca de país han bajado un 25 por ciento el año pasado", explica, al tiempo que defiende al equipo que trabaja allí, "que hace una labor magnífica de comercialización tanto en el mercado interior como en el exterior". Reconoce que están "a la expectativa de cómo va con el nuevo gobierno" y regresa a España para, junto a Pere Ferrer, echar un último vistazo al Mallol de Bianya, recordar que, además de todos los adjetivos vertidos, faltaba el de vino "volcánico", ya que se elabora en la falda del volcán extinto Santa Margarida. Ambos manifiestan finalmente que la producción de 2023 es de 2.000 botellas, con lo que es una edición limitada y numerada. EFE dar/rg
Fundación Bancaria Ibercaja C.I.F. G-50000652.
Inscrita en el Registro de Fundaciones del Mº de Educación, Cultura y Deporte con el nº 1689.
Domicilio social: Joaquín Costa, 13. 50001 Zaragoza.
Contacto Aviso legal Política de privacidad Política de Cookies