Valencia, 14 jul (EFE).- La Federación Empresarial de Agroalimentación de la Comunitat Valenciana (FEDACOVA) ha advertido este jueves de la "frágil situación" por la que atraviesa la industria agroalimentaria, que tras un ejercicio complejo en 2021 en el primer semestre de 2022 ha visto agravadas sus dificultades. Según FEDACOVA, a las consecuencias derivadas de la COVID-19, como cierres en hostelería, incremento de bajas laborales, y costes sanitarios, se ha sumado el encarecimiento de los costes de la energía, logísticos y de materias primas. Además, ha citado los problemas de suministro de todo tipo de materiales, que han afectado al abastecimiento de materias de la industria y a nuevos proyectos de inversión tecnológica, y las firmas agroalimentarias también se están viendo afectadas por la escasez de talento en competencias clave para el sector. La guerra de Ucrania, la crisis de Argelia y el paro de transportes del mes de marzo han agravado estas consecuencias, colocando a las empresas del sector en "una delicada situación y provocando una notable disminución de sus márgenes", según FEDACOVA. El secretario general de FEDACOVA, Sergio Barona, ha explicado que, además, el aumento de los precios ha supuesto "una significativa ampliación de su capital circulante", debido al incremento en el valor de las ventas y, por lo tanto, en el saldo deudor de sus clientes. Ello ha creado, ha añadido, "una necesidad importante de tesorería que han tenido que financiar adicionalmente a las tensiones sufridas con sus costes". En estos momentos, la cadena de valor está haciendo "un esfuerzo de supervivencia para no poner en riesgo la calidad, la seguridad alimentaria y las inversiones", sostiene FEDACOVA en un comunicado. Se suma a estas problemáticas la "excesiva regulación" que sufre el sector, con leyes y políticas fiscales planteadas para hacer frente a los retos del sector, como la sostenibilidad o la salud, pero que se muestran "ineficaces", asegura. Barona ha señalado finalmente que las distintas legislaciones según el territorio suponen "una ruptura de mercado que genera inseguridad", cuando lo que se necesita es un mercado interior "sólido que promueva la inversión y la competitividad de las firmas del sector". EFE lb/jc