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Este sello de alimentos puede ayudar a...

02/08/2021
En: lavanguardia.com
Digital
Ternera, cordero, cabrito, yogures, queso o requesón. Son sólo seis ejemplos de alimentos producidos por agricultores extensivos, ganaderos de granjas familiares y pequeños productores artesanales que hicieron un sobreesfuerzo para evitar que las llamas siguieran quemando lo que más quieren. Y detrás, la previsión es que vengan muchos más: aceite de oliva, vino o fruta y verdura. Algunos los llaman "alimentos cortafuegos" cuando son productos de primerísima calidad que en enero de 2017 se unieron bajo el mismo techo de una prueba piloto con sello propio, Ramats de Foc. Un proyecto de la Fundación Pau Costa, con la colaboración de Bombers de Catalunya y el Gremi de Carnissers i Xarcuters de Girona, que toma fuerzas renovadas al contemplar la dolorosa cicatriz de 13 kilómetros de largo y 2 de ancho que ha provocado el peor incendio de este verano en superficie quemada en Catalunya. Según datos del Consorci Forestal de Catalunya El 80% de la superficie de bosques no se gestiona porque depende de manos privadas Pese al gran trabajo a contrarreloj de Bomberos, Agentes Rurales, SADF, dispositivos del ejército, servicios de emergencia y agricultores, las carreras de fuego han arrasado 1.700 hectáreas de la Conca de Barberà y Anoia. El epicentro del daño ha afectado a la cuna eólica de Catalunya y a algo mucho más simbólico para la sociedad civil: pastos, cultivos, fauna y flora autóctona, dejando completamente calcinada la encina de Can Gol, un árbol monumental de más de 450 años que tenía un ancho de copa de más de 20 metros. La cólera y la pena por las pérdidas suman voces por diferentes flancos y las exigencias por consolidar una nueva política territorial intensifica la sensación de que algo se está haciendo muy mal tanto en los bosques como en el carro de la compra. Por un lado, según datos del Consorci Forestal de Catalunya, el 80% de la superficie de bosques no se gestiona porque depende de manos privadas. El ganado de pastoreo puede prevenir incendios CLV Y en el otro extremo de la balanza, no existe una concienciación del consumidor para luchar contra el riesgo de incendio en el acto de compra de alimentos. Como si el hilo invisible (pero real) entre incendios y dieta no se entendiera, no se concretara en nada porque son mundos aparte. "¿No quieres incendios? Pues compra verduras al payés del pueblo más cercano, carne a los ganaderos que hacen la verdadera prevención con el ganado de pastoreo, los cereales y las legumbres a los productores locales... Si continúas haciendo la compra principal a las grandes superficies, no llores cuando se queman las montañas, porque tu actitud contribuye a que siga sucediendo cada verano", publicaba Anna Sínia, artesana de cestas con fibras vegetales como herramienta de transformación social. En esta misma línea Marta Roger de La Païssa, asesora de quesos artesanales y altavoz de pequeños productores catalanes. apunta con atino. "El consumidor ya no duda de la importancia de garantizar el bienestar animal en las granjas. Fue una lucha que empezó a pequeña escala entre las pequeñas granjas familiares y que se extendió a la gran industria gracias a la presión social. Lo mismo se tiene que hacer con la compra de alimentos que tengan en cuenta la prevención de incendios", dice. Los datos oficiales son claros: los agricultores y ganaderos catalanes representan el 1% de la población, un porcentaje irrisorio comparado con quienes realmente tienen algo que decir. "Fueron los consumidores quienes lograron mejorar las condiciones de los animales en las granjas industriales y ellos deben ser también los que protejan nuestros bosques. Nosotros tenemos que poner las herramientas necesarias a su alcance difundiendo la idea que comprando X producto están cuidando con especial cariño 200 metros de territorio, pero después ellos deben ejercer sus derechos con el acto de compra libre para empujar a la gran industria hacia la misma dirección. Por eso la prueba piloto de Ramats de Foc es un primer peldaño de lo que debería ser una gran escalera", dice Marta Roger. Carne con sello de alimentos contra incendios CLV En la actualidad y a falta de publicar el nuevo catálogo del 2021, Ramats de Foc tiene 22 ganaderos con 600 hectáreas de pasto y 29 establecimientos de venta al público. Durante los meses de verano es evidente que los incendios se multiplican y el tema está en boca de todos. Por eso sus impulsores quieren aprovechar el momento para avanzar en la dirección correcta de una idea madre prometedora: "Los pastores están ligados a zonas estratégicas con riesgo de incendios y para que nuevos pastores se puedan incorporar al proyecto hace falta identificar nuevas zonas", recalca Guillem Canaleta de la Fundació Pau Costa. Fueron los consumidores quienes lograron mejorar las condiciones de los animales en las granjas industriales y ellos deben ser también los que protejan nuestros bosques Marta Roger Asesora de quesos artesanales y altavoz de pequeños productores catalanes "Los últimos incendios son muy recientes, pero Ramats de Foc requiere de continuidad. Lo único claro es que la ganadería extensiva en Catalunya está en un punto crítico desde hace décadas y cambiarlo no será fácil. Los bosques están en manos privadas, pero es que además es muy complejo identificar a los dueños porque el terreno está dividido en muchos propietarios que no saben que esa tierra que se está quemando es suya". Como portavoz de la Fundación, Canaleta habla con conocimiento de causa, ya que ha actuado como mediador entre pastores y propietarios privados. La predisposición es buena, pero el tiempo es limitado. Ramats de Foc ha dado por terminada la prueba piloto con resultados más que satisfactorios. En un campo de acción focalizado en Girona, los pastores recibieron ayudas del Departamento de Acción Climática de la Generalitat y fueron recompensados con más visibilidad y más presencia en nuevos puntos de venta, los propietarios vieron cómo los animales limpiaban el sotobosque de su territorio sin gastar ni un céntimo y evitaban futuros incendios y los consumidores compraron alimentos con una distinción que garantizaba la gestión del riesgo de incendios. Ramats de Foc CLV Un win-win en toda regla que ahora exige pensar en grande. "El reto es escalar el proyecto y alcanzar todo el territorio catalán. Más pastores, más productores, más tiendas, más restauradores y más clientes", aclara. En el trasfondo, se trata de dar fuerza a una de las máximas del proyecto que se resume en gastar menos dinero en hidroaviones para extinguir y más en territorio para prevenir. En este punto crucial surge una pregunta incómoda: si se populariza el uso comercial a gran escala de un etiquetaje parecido al de Ramats de Foc, ¿cuántos alimentos industriales quedarían señalados por no cumplir con los requisitos mínimos? Es fundamental el trabajo con la población para que entienda la relación directa entre dieta y el paisaje "No sé qué porcentaje de gente se fija en la etiqueta de producto ecológico para decidir su acto de compra y no sé en qué porcentaje afecta a las ventas de los que no lucen la etiqueta eco en sus alimentos. Pero es cierto que es fundamental el trabajo con la población para que entienda la relación directa entre dieta y el paisaje. Consumiendo productos de Ramats de Foc ayudamos a modelar el paisaje y se obtiene un beneficio que va mucho más allá de la ingesta", sentencian desde la Fundación Pau Costa. "Es complicado lograr que la gente cambie sus hábitos de compra , pero se pueden hacer pequeñas cosas. Prueba de hacerte cliente de algún productor de pasto, algo así como tener un pastor de cabecera cuando quieras comer carne. Prueba a comprar carne de cerdo fuera del supermercado para no contribuir a vaciar el territorio de payeses. Prueba a comprar productos lácteos que te llevan el producto a la puerta. Prueba de compras más aceite de oliva virgen extra o vino local porque los campos de olivos y los viñedos son excelentes cortafuegos", dice Marta Roger de La Païssa. "Si un consumidor le da valor a un alimento que compra en el mercado o si un propietario de un terreno accede a tener un pastor que le cuide el bosque serán pequeños pasos hacia un camino nuevo. En definitiva, lo que está en juego es qué paisaje tendremos el día de mañana. Por un lado, tenemos un futuro con un paisaje menos resiliente y, por otro lado, un paisaje más resiliente". Y cómo se llena el carro de la compra tiene parte de responsabilidad en todo este tinglado. Lee también El lado oscuro de los supermercados: esclavitud laboral y productos envasados Marc Casanovas Hamburguesas vegetales: todo lo que deberías saber sobre esta alternativa saludable Carmen Fernández
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