Muchos espárragos no se recogerán este año debido a la falta de temporeros, que no han podido viajar a España por el cierre de fronteras. El sector prevé pérdidas en esta campaña En plena campaña agrícola de recogida de frutas, hortalizas y verduras en Castilla-La Mancha, el espárrago verde lo está haciendo a medio gas y con problemas para cubrir la mano de obra necesaria para los diferentes procesos, debido a la falta de movilidad de los trabajadores de países del este, que no han podido llegar hasta Guadalajara como consecuencia del cierre de fronteras por la pandemia del coronavirus. «La situación es muy delicada. Hay fincas en las que no hemos podido entrar y se va a quedar un 40 por ciento de espárragos sin recoger», afirma a ABC el presidente de la Asociación de Productores del Espárrago Verde en Guadalajara, Jaime Urbina, que insiste en que en esta campaña -que se extiende de abril a junio- están trabajando 2.500 personas , cuando lo normal es que se contraten a unos 4.000 trabajadores. El espárrago verde se ha convertido en los últimos años en el producto principal de la agricultura de los valles del Henares, Badiel y Tajuña , en la provincia de Guadalajara, con medio centenar de productores que cultivan más de 4.000 hectáreas y emplean cada temporada -durante casi tres meses-a trabajadores de Bulgaría y Rumanía. «Con el cierre de fronteras nos hemos quedado sin esa mano de obra cualificada», se lamenta Jaime Urbina. La campiña guadalajareña, con sus ricas terrazas fluviales, ha constituido tradicionalmente una de las potencias de España en la producción de esta hortaliza, que luego viaja «al corazón de Europa» desde las localidades de Torre del Burgo, Heras o Yunquera de Henares. Por este motivo, la falta de jornaleros profesionales ha provocado que los agricultores trabajen largas jornadas para que el mercado no se quede desasbatecido de esta hortaliza. «Algunos agricultores ya se han dado por vencidos y han renunciado a recoger sus explotaciones este año», explica el presidente de la asociación. Temporeros profesionales Urbina ha explicado que la situación se remonta al mes de marzo cuando se decretó el estado de alarma, provocado por el Covid-19. Muchos trabajadores de Bulgaria y Rumanía, que iban a trabajar en la campaña no pudieron viajar a Guadalajara para recoger el espárrago. Urbina insiste en que por este motivo han tenido que recurrir a españoles que estaban en el paro para poder sacar adelante la campaña. Sin embargo, dice muchas de éstas personas no habían tenido nunca contacto con el campo y les cuesta realizar este trabajo. Jaime Urbina, presidente de la Asociación del Productores del Espárrago de Guadalajara ABC «No hay temporeros profesionales y el campo los necesita. Los españoles, que hemos contratado están trabajando en los almacenes», explica Urbina, que también es agricultor. Señala que, aunque hay voluntad, muchas de estas personas provienen de la hostelería y de otras profesiones que no tienen nada que ver con el campo. «Este es un trabajo duro y muchos no están habituados, así que lo dejan», puntualiza este empresario, que tiene su empresa en el municipio de Torre del Burgo. Urbina insiste en que de los 15 millones de cultivo que calculan se iban a recoger este año, tan solo alcanzarán los 10 millones de kilos. De estos, un 70 por ciento se exporta a diferentes países y un 30 por ciento se destina al consumo nacional. Sólo en el municipio de Torre del Burgo hay 6 grandes productores. En años normales salen únicamente de este municipio, cerca de 2 millones de kilos de espárragos. Gran parte de ellos se venden a países como Francia, Suiza, Alemania y países nórdicos donde esta hortaliza es muy apreciada por los consumidores. Medidas sanitarias Por otra parte, el responsable de la asociación del espárrago en Guadalajara, insiste en que debido al Covid-19, los almacenes se han tenido que adecuar a las medidas que ha impuesto el Ministerio de Sanidad. Por ejemplo, hay suficiente espacio entre los trabajadores para que puedan desarrollar su labor con total seguridad, hay control de temperatura, guantes, geles y mascarillas. Además, la desinfección se realiza con lejía diariamente. «Afortunadamente todas las medidas que hemos adoptado los agricultores nos ha servido para que de momento no hayamos tenido ningún contagiado», remarca el agricultor. Urbina reivindica el trabajo de este sector y reclama precios justos para los agricultores que defienden la calidad de esta hortaliza. Por este motivo, la asociación sigue trabajando para conseguir la Indicación Geográfica Protegida para el espárrago. En este sentido, agradece el apoyo recibido por parte del Gobierno regional a través de la Consejería de Agricultura, las comisarías de la provincia de Guadalajara, la Seguridad Social y, «por supuesto, a todas las organizaciones agrarias que se han volcado con este sector», puntualiza. Finalmente, recomienda al consumidor que compre el espárrago nacional porque muchos de los que se venden en los supermercados son de Perú. «La mano de obra allí es muy barata y pueden competir con nosotros», concluye. 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