Última actualización
26-08-2022 | 02:00 H
Ahora que agosto da sus últimos coletazos, se hace hueco el olor a uva y a vendimia, una época ideal para recorrer zonas vinícolas tan espectaculares como la Ribera del Duero . Un buen ejemplo de ello Bodegas Vilano , cuyo origen va de la mano de Ribera del Duero, ya que su nacimiento se produjo 30 años antes de la creación de la denominación en 1982 . Desde entonces, la bodega, aplicando las técnicas de viticultura tradicionales, recogiendo viñedos familiares de principios del s. XX, elaboró su primer Viña Vilano con el fin de dejar huella. Y lo logró.
Prueba de ello es que varios de los vinos de la Bodega de Ribera del Duero, Vilano, este año 2022 han vuelto a ser reconocidos con uno de los galardones más exigentes a nivel mundial: el Doble Oro de Gilbert & Gaillard. Los vinos premiados han sido La Baraja y Vilano Reserva, Terra Incógnita y Vilano Crianza. Cuatro importantes galardones que sitúan estos vinos españoles entre los más valorados por los mejores someliers y a la marca Bodegas Vilano al frente de la élite de la Ribera del Duero, junto a otras grandes e históricas bodegas de renombre.
Vilano es el sabor de la tierra, de las uvas más selectas; el fruto de la búsqueda incesante de la excelencia. Tras ella, un equipo humano trabaja día a día para mantener viva su tradición con esfuerzo, conocimiento y pasión, mezclando las últimas técnicas de tecnología con tradición para crear vinos únicos que están sorprendiendo a nivel internacional.
Tres grandes reconocidos
Entre los nuevos reconocimientos están La Baraja, el vino más internacional de la bodega. En su gestación se han combinado la tradición de las cepas centenarias de tinta fina del pago homónimo La Baraja, con la modernidad del Cabernet Sauvignon y de la uva Merlot. Tiene una fermentación maloláctica de 18 meses en barricas de roble francés, a una temperatura constante, sin luz ni ruidos. En segundo lugar, Vilano 2015, concebido como la máxima expresión del terroir de Pedrosa de Duero, elaborado con cepas viejas de una viña plantada en 1917 con el clon de Tinto fino más puro que se encuentra en la Ribera del Duero, que produce racimos pequeños y transmite al vino el carácter y la personalidad auténtica de la zona, gracias a una fermentación malo-láctica en barricas de roble francés y crianza 24 meses en barricas de roble francés. En tercer lugar, Terra Incógnita destaca por estar elaborada tras la selección y vendimia manual de cepas centenarias , con una fermentación de 10 días a temperatura controlada de 22º C y maceración 14 días más, permaneciendo 22 meses en barricas de roble francés y 12 meses en botella.
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