En defensa de las renovables

04/01/2023
En: lavanguardia.com
Digital
En un artículo reciente ( Cacaolat y vacas marrones) , Mariano Marzo ponía en cuestión las energías renovables porque necesitan muchas materias primas y porque en su construcción hay importantes emisiones de carbono. Es evidente que las energías renovables no son perfectas pero los combustibles fósiles también necesitan importantes infraestructuras para su producción y transporte. En el caso de la fotovoltaica, de la que hemos instalado ya casi 2 MW en nuestra bodega de Pacs del Penedès, los tres primeros años la electricidad sirve para amortizar las emisiones emitidas durante su producción. Y después son operativas hasta los 30 años como mínimo. El cambio climático está ahí y hay que tomar medidas adecuadas y urgentes No nos conviene distraer la atención de lo que es esencial en este momento: tratar de frenar las emisiones para conseguir llegar al 2030 con una reducción del 50% garantizada según el Acuerdo de París y al 2050 con una reducción del 100%, es decir, conseguir ser neutrales en emisiones de carbono. Todos los especialistas de la materia están de acuerdo en que si no reducimos las emisiones desde ahora mismo, como aconsejan desde el IPCC, las consecuencias serán todavía más graves de las que ya estamos sufriendo. En nuestros viñedos, tanto en España como en Chile y California, ya constatamos el impacto de esta emergencia climática. Y nos ataca en forma de fenómenos meteorológicos que ya existían antes, como las heladas de primavera, el granizo, etcétera, pero que ahora son más frecuentes y con peores consecuencias. Están también los golpes de calor en verano, que nunca habíamos conocido anteriormente y que pueden significar la pérdida de muchas hectáreas de cosecha. Y por descontado la sequía, que este año pasado en el Penedès, por ejemplo, nos ha significado una reducción de la cosecha de cerca del 30%. El cambio climático está ahí, y hay que tomar medidas adecuadas y urgentes, porque las emisiones que mandamos a la troposfera no se podrán eliminar en los próximos siglos. Posiblemente el hidrógeno verde podrá ser una realidad en un próximo futuro y podría ayudar a reducir las emisiones. Las plantas nucleares son ahora una alternativa importante, ya que existen medidas de seguridad extraordinarias, y los residuos nucleares se almacenan convenientemente para que no puedan causar ningún deterioro ambiental. Seguramente en las próximas décadas habrá métodos que permitan reciclar o destruir eficazmente estos residuos. Y además, ahora que sabemos que finalmente la "fusión" (completamente diferente a la "fisión") será una realidad y que en 30 o 40 años podrá llegar a todos los países, el horizonte se presenta algo menos pesimista. Se podrá evitar un calentamiento superior a los 2ºC, pero para ello, mientras tanto, habrá que contar con un progreso importante de las renovables (eólica y fotovoltaica). Y aunque esto no sea una buena noticia para los combustibles fósiles, ojalá podamos dejar en 2050 un planeta todavía habitable a las siguientes generaciones.
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