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El vino que unió territorio y diseño cumple 25 años

25/10/2024
En: levante-emv.com
Digital
Dani Belda le animó a elaborarlo y Dani Nebot se ocupó de 'vestirlo'. Maduresa, el buque insignia de Celler del Roure y uno de los iconos del vino valenciano, cumple 25 años desde su primera añada, correspondiente a la cosecha del año 2000. Pablo Calatayud, enólogo de Celler del Roure. / Urban Vicente Morcillo 25 OCT 2024 5:00 Cualquier persona con un mínimo de interés sobre el mundo del vino tiene entre sus etiquetas más reconocibles a Maduresa, el tinto con el que Celler del Roure puso sobre el mapa un proyecto vitivinícola inspirado en el trabajo que, hace ya tres décadas, se venía desarrollando en la comarca del Priorat. Pablo Calatayud, alma matter de la bodega de Moixent, siempre ha reconocido que Mas Martinet (y más en concreto la enóloga Sara Pérez) ha sido el faro a partir del que se ha definido el estilo de Celler del Roure. Era el último lustro del pasado siglo XX, y Pablo, con el título de ingeniero agrónomo recién obtenido, buscaba la inspiración para poner en marcha lo que hoy es una de las bodegas de referencia en la Comunitat Valenciana. Alentado por Dani Belda, precursor de lo que hoy en día se conoce como Terres dels Alforins, Calatayud plantó viñedos de variedades de origen francés como las Cabernet Sauvignon o Merlot, con las que ya vinificó una pequeña partida de la cosecha de 1999 que nunca llegó a salir al mercado. Fue con las uvas de la siguiente añada, la de 2000, cuando el enólogo decidió dar el paso definitivo, primero con Les Alcusses y, unos meses después, con Maduresa, un tinto que en su primera añada se construyo a partir de uvas de Cabernet Sauvignon, Merlot y Tempranillo. Maduresa cumple 25 años desde su primera añada. / Urban Con el vino ya definido a Pablo le faltaba 'hacerle un traje' que transmitiera esa nueva realidad que comenzaba ya a esbozar el vino valenciano. Casi por casualidad se cruzó en su camino Dani Nebot (Premio Nacional de Diseño en 1995 y responsable de otros iconos como el actual logotipo de la Generalitat Valenciana y el trofeo que cada año reciben los ganadores de los premios Levante-EMV). Pablo reconoce que casi sintió vértigo cuando visitó por primera vez su estudio. «Nosotros acabábamos de empezar y apenas teníamos recursos, pero si mucha ilusión y pasión por lo que estábamos construyendo» relata Calatayud. El discurso del enólogo caló en Nebot que, como si de un flechazo se tratase, se volcó en el proyecto creando una etiqueta que, 25 años después, se mantiene absolutamente inalterable, un racimo de uva que resume el relato de un territorio consagrado entre los más relevantes en materia vinícola. La etiqueta de Nebot es el único elemento que se mantiene fiel al origen, porque el vino si que ha ido evolucionando añada tras añada en un tránsito en el que las variedades de uva foráneas (Cabernet Sauvignon, Merlot o Petit Verdot) han ido perdiendo protagonismo hasta desaparecer definitivamente de su coupage a partir de la añada 2016, en la que Calatayud interpretó que había llegado el momento de dejar que se expresasen otras castas típicas de la zona como la Monastrell o la Cariñena, dejando el protagonismo de las uvas autóctonas como Arcos, Mandó o Forcallà para su línea de vinos 'antiguos'. Maduresa tiene una crianza de 12 meses en barricas de roble francés de 500 litros y se encuadra, junto a Les Alcusses, en la gama de vinos 'Clásicos' de la bodega. TEMAS
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