Este artesanal de mínima intervención destaca por su fruta madura pero fresca, y por su redondez estilística 7 vinos confortables para disfrutar de los aromas otoñales desde el sofá Con uvas de una parcela plantada hace más de 55 años en el término municipal de Laguardia (Álava) nace este tinto riojano de concepción moderna, con la obsesión de centrar todos los esfuerzos en expresar la fruta del tempranillo y el carácter de su terruño, con un suelo arcillo calcáreo con una veta arenoso-ferrosa. Es un suelo con solo 35 centímetros de profundidad. El rendimiento es de 2,3 toneladas por hectárea (12 hectolitros por hectárea). Desde Ysios se afirma que se pretende "respetar al máximo la pureza de cada grano y reflejar un trabajo artesanal desde el viñedo". La enóloga, Clara Canals, añade que es "artesanía aplicada al vino". También explica que "elaborar este vino de forma coral es una bonita manera de juntarnos todos, los trabajadores con nuestras familias". Y es que hasta la vinificación de la añada del 2023 han sido la decena de trabajadores de esta bodega y sus familiares quienes han desgranado manualmente y pisado literalmente con sus pies las uvas del Grano a Grano. Para Clara Canals es "pureza, honestidad, franqueza y mínima intervención". La enóloga destaca que "es un vino de producción limitada con una historia detrás muy bonita, y elaborado con mucho mimo y amor". La primera añada fue la del 2016. Todas sus uvas se vendimian a mano en pequeñas cajas agujereadas de 10 kilos en una sola jornada, y se refrigeran antes de ser procesadas en la bodega. Los racimos se desgranan manualmente grano a grano, de forma minuciosa para desechar hojas, bayas pasificadas o afectadas por hongos. Tras la separación de los mejores granos de los raspones, una tarea en la que este año han participado por primera vez clientes, sumilleres, restauradores o periodistas, se procede a su pisado con los pies en el interior de barricas usadas (de dos a cuatro años) de roble francés de grano fino y tostado medio, de 225 litros de capacidad. No todas las uvas se llegan a pisar, lo que facilita que pueda darse una maceración intracelular en las bayas no pisadas (una maceración carbónica parcial). La fermentación alcohólica es espontánea, con levaduras indígenas, sin temperatura controlada y con bazuqueos diarios para hundir el sombrero. Tanto la fermentación maloláctica como una crianza que se prolonga por espacio de 12 meses se practica también en barrica francesa. Es un tinto de mínima intervención. Hasta después de la fermentación maloláctica no se añade algo de sulfuroso, y se corrige antes de embotellar con SO2 si se considera que es necesario. De esta añada se elaboraron un total de 1.100 botellas de tres cuartos de litro. Desde esta imponente bodega de Laguardia afirman que exhibe un "brillante, fresco y honesto aroma de un tempranillo perfectamente maduro, con intenso aroma de cereza, fresa y ciruela. Espléndida pureza y profundidad". Es de capa media-alta, y de bonito e intenso color cereza picota. Incluso las lágrimas que descienden adheridas a la pared de la copa están ligeramente tintadas. Destaca por su fruta madura pero fresca, y por su redondez estilística. Las frutillas rojas y negras sobresalen en un lecho láctico con perceptibles toques de vainilla y cedro, de especias y mucho regaliz. También muestra notas de garriga (especialmente de romero), de hoja de tabaco cubano y una punta mineral algo metálica (punta de lápiz). La madera está muy bien integrada, y también sus 15º de alcohol. A la vez, sus taninos están muy bien polimerizados. Juventud con cierta complejidad y una buena acidez. Recomiendan servirlo a una temperatura situada entre los 14º y los 17º C. La enóloga Clara Canals es del parecer que marida "con muchos platos". Ella lo prefiere acompañar con unas chuletillas de cordero lechal al sarmiento acompañadas de pimientos asados "y poco más". También es un buen aliado para cualquier carne, para un risotto con setas o para unos canelones de ave. De cara al futuro la enóloga Clara Canals, que se muestra preocupada por los efectos del cambio climático, afirma que el reto es mantener buenas acideces sin elevar el grado alcohólico. Trabajan siguiendo los dictados de la agricultura regenerativa, dejando cubiertas vegetales. Sus viñedos no están certificados como ecológicos, pero sí siguen los trabajos ecológicos, desde la práctica de la confusión sexual con trampas de feromonas para combatir la plaga de la polilla del racimo a la no utilización ni de herbicidas ni pesticidas. Su viñedo propio, de 6,5 hectáreas, es el que rodea su bodega. Cuentan con 42 hectáreas, que trabajan ocho proveedores de confianza con los que mantienen contratos a largo plazo y a quienes tutorizan. Elaboran unas 90.000 botellas anuales, de las que exportan solo un 10%. El Reino Unido, Estados Unidos y los países nórdicos son sus más destacados mercados internacionales. El nombre de Bodegas Ysios es un homenaje a los dioses egipcios Isis y Osiris. Está situada en el corazón de la Rioja Alavesa, a los pies de la majestuosa Sierra Cantabria. Dicen trabajar con una concepción vanguardista en la elaboración del vino. También se definen como "una bodega boutique de vanguardia". Forma parte del grupo Pernod Ricard. La icónica bodega, una nave alargada firmada por el arquitecto Santiago Calatrava, se construyó entre 1998 y 2001. La cubierta ondulada imita el perfil de la Sierra Cantabria. Son 8.000 m2 de construcción en el camino de la Hoya de Laguardia, uno de los pueblos más bonitos de España. La capital de Rioja Alavesa entró a formar parte en 2016 de la asociación Los Pueblos más Bonitos de España como único pueblo de Euskadi.