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El vino de la semana: El Pacto Blanco 2021

27/02/2023
En: lavanguardia.com
Digital
La alianza entre Richi Arambarri y Raúl Acha ha cosechado un elegantísimo y singular blanco riojano que destaca por el equilibrio, con uvas rescatadas del olvido en la hoy muy deseada zona del valle del Alto Najerilla Llenar mucho el vaso, beber de la barrica y otras cosas que no debes hacer en una sidrería vasca Los hermanos Patricia, José Miguel y Ricardo (Richi) Arambarri han escuchado en muchas ocasiones de boca de su padre José Miguel, hijo del pequeño pueblo de Badarán (Rioja Alta), que "de Nájera para arriba ni un kilo de uva". Y es que en esta zona del Alto Najerilla de La Rioja, situada entorno a los 600 metros sobre el nivel del mar, las uvas costaban mucho de madurar y de alcanzarse el grado alcohólico mínimo y la calidad deseada. La mayoría de esas bayas acababan convirtiéndose en claretes o ojos de gallo (mezcla de blancos y tintos) ya que los tintos que se elaboraban eran de medio pelo. Pero el cambio climático y el aumento de las temperaturas lo ha cambiado casi todo. Las uvas consiguen hoy una maduración óptima y un equilibrio que hasta hace solo dos décadas era inusual. Ahora esta denostada comarca del suroeste de La Rioja con marcada orografía se ha convertido en un codiciado maná. Pero la búsqueda de unas mayores producciones en la viña en los años 80 del siglo pasado llevó a plantar clones con más carga de uvas y que resistieran mejor a las enfermedades fúngicas. Ello comportó una pérdida del material genético y varietal que ahora Richi Arambarri ha querido rescatar del olvido en una singular mirada al mejor pasado. Dice que "para avanzar en el mundo del vino muchas veces es necesario mirar al pasado". Y no tiene dudas de que "el valle del Alto Najerilla es uno de los tesoros escondidos de Rioja", una zona a los pies de la Sierra de la Demanda que corona el monte de San Lorenzo, el pico más alto de la Rioja con 2.271 metros de altitud. Y precisamente es en el valle del Alto Najerilla donde el menor de los hermanos, Richi, con el apoyo del director técnico que inició la aventura de volver a elaborar vinos con su padre, Raúl Acha, ha apostado por unos viñedos que ha convertido "en nuestra zona más privilegiada de la Rioja". Son viñas en vaso plantados hace un mínimo de 60 años (también hay retorcidas aunque bellas cepas centenarias, algunas con acodos). Richi ha querido recuperar el policultivo de antaño (con árboles frutales trufando las fincas) y toda la riqueza genética y varietal que corría peligro de perderse. Todo ello siguiendo los parámetros de la agricultura ecológica y un laboreo respetuoso. Este patrimonio vegetal único es sobre el que se ha cimentado el proyecto vitivinícola de El Pacto, con vinos de alta exigencia y precio muy contenido. Son vinos modernos con una mirada al pasado puesta al día, huyendo de los excesos de concentración y madera. Richi reconoce que "es un proyecto muy de Raúl Acha y mío". Se afirma que "viñedos El Pacto es un compromiso con nuestros ancestros, con una generación que hace décadas preservó el precioso patrimonio vitícola en dos zonas de Rioja que son un punto de conexión con nuestro origen: el Alto Najerilla y la Sonsierra". Las buenas condiciones climáticas propiciaron una vendimia "de ensueño" La muy buena añada del 2021 vino marcada por las abundantes lluvias de finales de la primavera y del mes de septiembre. La llegada de un tiempo seco anticiclónico durante la fase final de maduración propició una vendimia que califican como "de ensueño". Las uvas de viura (que son mayoritarias), malvasía riojana, garnacha blanca, calagraño, jaina y otras muy minoritarias (algunas de ellas desconocidas) se vendimiaron conjuntamente el 23 de septiembre de 2021 en palots. Solo descartan para la vinificación la variedad moscatel, que acaba alegrando sus estómagos en vendimia. Recuperan una agricultura atávica en ecológico que busca cuidar el entorno, con la mínima intervención posible. No buscan la mayor producción, sino que dejan que "la naturaleza siga su curso vital". Los viñedos de El Pacto Blanco, en secano sin irrigación, fueron plantados entre 1920 y 1973 en las localidades de Cárdenas (seis fincas) y Nájera (dos fincas). Sus suelos son arcilloso-ferrosos, con un alto componente de roca conglomerada en su base. Tras vendimiarse las uvas no se procesan. Los racimos enteros pasan la noche en la bodega, en los palots. A la mañana siguiente, el 24 de septiembre, las uvas se despalillaron y se maceraron durante 6 horas en depósitos de acero inoxidable antes de su prensado para conseguir mayor riqueza aromática y volumen en boca. Tras ello se practicó un desfangado estático por gravedad, con decantación y un trasiego para eliminar las lías gruesas. La fermentación alcohólica del mosto fue espontánea, con las levaduras indígenas de las uvas y a baja temperatura (entre los 16 y los 18º C). En la parte final de la fermentación el vino pasó a bocoyes y foudres de roble francés y del centro de Europa. La crianza de la mitad del vino se realizó durante ocho meses en un foudre de roble de 5.000 litros de capacidad (de segundo uso) y el resto en bocoyes de 600 litros (de tercer uso) en contacto con las lías finas. Se embotelló el 29 de diciembre del año pasado. El vino de la añada 2022 estrena una parte de la elaboración en depósito de hormigón tartarizado. El Pacto Blanco 2021 es una ejemplificación del equilibrio y la elegancia, un blanco de alta costura y mimo por los detalles. Es un lienzo sin colores disonantes en el que se da un destacado paso hacia adelante en comparación con la primera añada, la anterior. Todo en él está armónicamente dispuesto. De este 2021 se elaboraron un total de 12.500 botellas de tres cuarto de litro, y 300 de litro y medio. Richi manifiesta sentirse "orgulloso" de este vino y explica que cuando lo sirve a ciegas cuesta situarlo ya que cree que su zona de origen "aún es muy desconocida". El director técnico Raúl Acha define este blanco como "la verticalidad mineral de los suelos arcillo-ferrosos del valle del Cárdenas". Es de color amarillo pajizo, nítido y con brillantez media. Destaca con notas de flor y fruta blanca y nectarina con toques ahumados, de brioche y levaduras y de hierbas aromáticas de garriga mediterránea. Es sedoso, cremoso, con una punta mineral (pedernal y salinidad) y glicérico. Su buena acidez y frescor es su columna vertebral. Un Rioja blanco moderno, muy elegante y de carácter singular. Es un vino complejo y muy gastronómico. A Richi le gusta armonizar este vino con unas pochas de vigilia (con verduras, aunque también con sus sacramentos) mientras que el director técnico, Raúl Acha, se decanta por acompañarlo con unas chuletillas de cordero al sarmiento e incluso con paellas. También es ideal para un bacalao a la riojana, para los caparrones (alubia seca tinta) con verduras, para unas codornices guisadas, para las kokotchas de merluza ahumadas del restaurante Venta Moncalvillo de Daroca de Rioja o con la merluza Marta del restaurante El Portal del Echaurren de Ezcaray. El Grupo Vintae se fundó en 1999 con la riojana bodega Hacienda López de Haro. También cuentan con proyectos en Toro, en Navarra y en la Ribera del Duero soriana, y han desinvertido en Chile. En 2008 cogió las riendas de la compañía desde la dirección general Richi Arambarri, con solo 23 años, tras sufrir un ictus su padre. En 2016 iniciaron el proyecto de El Pacto. Ha sido "una rebeldía con conocimiento", en palabras de Richi. Su último proyecto de producción limitadísima se estrenará en el mercado en dos meses. Se trata de 300 botellas de un espumoso de viura y otras variedades blancas y otras 300 botellas de una garnacha tinta vinificada en blanco. Ambos son de la añada del 2015, elaborados siguiendo el método tradicional (con crianza en botella con las lías durante 5 años con tapón corona) y sin DO. Son los Pandemonium, unos espumosos muy afilados por su destacadísima acidez, compensada solo en parte con la adición de 9 gramos de azúcares por litro. En sus etiquetas un ángel del ejército de Dios lucha contra un ángel caído (expulsado del cielo por desobedecer o rebelarse contra los mandatos de Dios). Es un proyecto con viñedos de montaña con el que han pretendido "devolverle la vida" a las laderas del valle del río Cárdenas. Son unas nuevas plantaciones con tutor vertical protegidas de la voracidad de los jabalíes con vallas metálicas. Es una zona límite y de clima extremo situada a 800 metros de altitud y con una integral térmica parecida a la de la Champagne, pero con una pluviometría mejor repartida. Es la culminación del sueño del fundador de Vintae. Afirma Richi que han creado estos dos espumosos, presentados entre candelabros con velas en el Monasterio de San Millán de la Cogolla (Yuso), "para competir con los mejores del mundo". Son unos muy singulares espumosos "imposibles de emular en cualquier otro rincón de nuestro país". Actualmente Vintae cuenta con 300 hectáreas de viñedos propios y elaboran entorno a los 5 millones de botellas anuales, de las cuales entorno a un 90% son vinos tintos. Exportan un 45% de su producción. El Reino Unido, los Estados Unidos y Canadá son sus principales feudos internacionales.
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