No existe cocido madrileño en España sin un buen puñado de garbanzos. Este alimento, al igual que la patata, está muy presente en varias recetas de nuestra cultura gastronómica , además de la anteriormente mencionada. Ya sea en guisos , ensaladas o sopas calientes que sientan genial en esta época del año, nunca está de más tener un bote con este producto en la despensa. A la hora de comprar garbanzos, hay dos formas. Una es obtener el alimento seco , lo que implica un proceso para ablandar el producto que debe iniciarse, como mínimo, la noche de antes de cocinarlo . La otra manera es obtenerlo directamente de bote , cuya ventaja principal es que estaría el garbanzo listo para usar. En el caso de comprar los garbanzos secos, hay muchas maneras de ablandar el producto y que obtenga la calidad de siempre . Algunas son las que te explicamos aquí , pero hoy venimos con otra alternativa para conseguir los mismos resultados. Cómo tener garbanzos listos En este truco, debemos tener en cuenta la necesidad de un remojo nocturno e ir cambiando el agua constantemente . Para ello, meteremos un buen puñado de garbanzos en un bol con agua y los dejaremos durante toda la noche. Harina de garbanzos en una cuchara de madera. Getty Images/iStockphoto La parte difícil viene ahora, y es que habría que cambiar el agua cada tres horas . Sabemos que es un paso poco apetecible, pero asegura quitarle a los garbanzos todos los elementos nocivos que provocan los incómodos gases propios de las legumbres. Al día siguiente, escurriremos los garbanzos y separaremos el puñado en pequeñas porciones , las cuales se meterán en bolsas para congelar . A continuación, dejaremos la legumbre en el congelador. Este electrodoméstico viene genial para este truco ya que, debido a las bajas temperaturas, interrumpe el proceso de hidratación de los garbanzos . Lo siguiente que hay que hacer es sacar una de las bolsas, meter los garbanzos en agua caliente para que se descongelen y ya estarían listos para cocinar. Se trata de una manera muy hábil para tener siempre a mano un buen puñado de garbanzos y utilizarlos en cocidos, guisos, sopas, ensaladas o hasta platos de inspiración oriental . Asimismo, seguirán conservando tanto el sabor como la textura de siempre . Un truco más a tener en cuenta para ser un experto 'foodie'. Apúntate a nuestra newsletter y recibe en tu correo las mejores novedades para disfrutar al máximo del placer de comer.