La viticultura se enfrenta a grandes desafíos por el cambio climático, la escasez de recursos hídricos, el aumento de los costes de producción y un mercado volátil. La respuesta a estos retos viene de la mano de la tecnología: sensores, robot, inteligencia artificial (IA) y 5G para monitorizar y predecir cosechas. Teléfonica y la Universidad Politécnica de Madrid han presentado el proyecto 'Smart Agro 5G' puesto en marcha en Bodegas y Viñedos Casa del Valle, en Yepes (Toledo), una finca en la que ya puede verse el robot a pie de cepa y llevarse a cabo la captura de datos a través de la relación de sensores y drones que ayudan al viticultor a poder tomar decisiones fundamentales para el futuro de la cosecha. Durante la presentación del proyecto en la propia finca, Vanesa Montoya, experta en innovación del equipo de Innovación de Telefónica España, destacó la importancia de este proceso en el camino hacia la agricultura de precisión y para poder afrontar los retos del sector, con la tecnología más puntera y las ventajas que esta proporciona a los viticultores a la hora de solucionar sus problemas. Para ello, explicó que es necesaria una captura de datos "precisa y adecuada" y que, en este contexto, la IA "transforma" la agricultura y ofrece una monitorización continua de lo que va ocurriendo en el viñedo, a partir de una tecnología robótica, sensórica y con comunicación 5G que dota de mayores capacidades de cómputo y ayuda a tomar las decisiones adecuadas a cada momento. De hecho, subrayó que este proyecto marca "un punto de partida definitivo en la integración de la tecnología en la gestión diaria del viñedo", para lo que se han conseguido dos modelos, gracias a la IA, que, por un lado, predice los kilos de uva por planta que se van a obtener y, por otro, permite adelantarse al estado hídrico de la planta. Este marco de trabajo, resaltó, podría ser extrapolable a otro tipo de viñedos y cultivos, además de que Telefónica explora futuras líneas de trabajo tendentes a proporcionar una conectividad alternativa más allá de la móvil para lugares más remotos, en los que podría usarse conectividad satelital; cámaras y sensores más avanzados, así como drones y una mayor automatización. Competitividad y sostenibilidad con la integración de la tecnología Sobre el terreno, las herramientas para afrontar los grandes retos por delante tienen que ser "diferentes, nuevas" y basadas en la aplicación de la tecnología en el campo, tal y como afirmó el director técnico de Bodegas y Viñedos Casa del Valle del Grupo Olarra, Daniel Martín. La tercera generación de una empresa familiar que lleva décadas aunando tradición, esfuerzo y pasión en la elaboración de vinos de calidad que nunca antes pensó que unos sensores podrían ayudarles a tomar decisiones fundamentales para el cultivo. Este proyecto se ha implementado en una parcela de cuatro hectáreas de la finca, en las que la tecnología ha permitido conocer el estado hídrico de la planta y las necesidades de riego, hasta en 75% en el primer año de recogida de datos, así como un 63% de estimación de cómo será la cosecha e incluso de la calidad de los futuros vinos. Martín hizo hincapié en que prever y conocer en tiempo real el estado de la planta, las necesidades hídricas o el grado de estrés en ciertas partes del viñedo producido por situaciones climáticas limitantes, o conocer la previsión de la cosecha y el momento óptimo de la vendimia según la maduración del fruto "puede marcar la diferencia de una campaña buena o muy difícil". "Si queremos ser una empresa competitiva y sostenible, tenemos que integrar la tecnología", sentenció.