En plena polémica sobre la tramitación de los proyectos de energías renovables en la Comunidad Valenciana , la consellera de Agricultura y Transición Ecológica, Mireia Mollà, presentó el plan con el que la Generalitat quiere poner en el mapa la producción de biogás y de biometano aprovechando los fondos Next Generation . Una energía que actualmente es prácticamente simbólica , como reconoció la propia Mollà al apuntar que la Comunidad Valenciana no tiene ninguna instalación de biometano en estos momentos. Las existentes destinan su producción a partir de residuos en depuradoras, industria agroalimentaria o residuos orgánicos únicamente a autoconsumo y cogeneración, es decir, no se inyectan en la red gasista. Para dar un giro a esta situación, la bautizada como Ruta Valenciana del Biogás prevé l a creación de hasta 100 nuevas plantas en el territorio autonómico, de las que un 60% serían privadas y el resto públicas. La inversión total prevista es de 500 millones de euros , de los que los Fondos de Recuperación provenientes de los Next Generation supondrían la mayoría, 300 millones. La Generalitat asumiría otros 150 millones mientras que los inversores privados apenas 50 millones. Unas inversiones marcadas por las urgencias , ya que para lograr los fondos europeos las plantas deben ponerse en marcha en 2024, 2025 y 2026. Pese a ello y el precedente de las renovables, Mollà defendió el trabajo de su departamento para sacar adelante esas tramitaciones. "No os preocupéis, va a haber un cambio normativo para dar agilidad este tipo de proyectos ", aseguró a los empresarios presentes, a los que prometió técnicos. El embudo burocrático Posteriormente ante la prensa insistió en que su departamento ha pasado en esta legislatura de 7 a 100 personas para dar salida a estos expedientes e incluso aseguró que su departamento es el que más rápido realiza sus tramitaciones en el caso de las renovables , que requiere informes también de las consellerias de Política Territorial y de Economía. Aunque la consellera no cuantificó los expedientes en tramitación actualmente de este tipo de instalaciones, aseguró que algunos ya se están autorizando como la de Montagut en Llutxent . Mollà achacó que en los casos que tiene conocimiento de problemas en la tramitación los impedimentos vienen de los ayuntamientos. La hoja de ruta pretende que de los 0,26 TWh actuales que se generan en la región se consiga multiplicar por nueve, hasta 2,34 TWh. Supondría el 22,5% del objetivo planteado para toda España por el Gobierno central . Pese al incremento, se trataría de un volumen aún muy limitado del consumo actual de gas natural de la Comunidad Valenciana, un 6,5% de un volumen que supera los 36,07 TWh. El grueso de ese incremento debería venir de residuos procedentes del sector ganadero y de restos agrícolas, que debería multiplicar por 24 su producción actual en 2030, hasta 1.248 GWh. En el caso de los residuos de la industria agroalimentaria supondría multiplica por 16, a 564 GWh. En el caso de los residuos orgánicos, los procedentes de la fracción de la recogida de la basura, también debe aumentar 14 veces, hasta 259 GWh. Una previsión en la que solo se prevé destinar un 25% de ese tipo de deshechos. La otra pata serán las depuradoras, que ya son las que más biogás producen en la Comunidad Valenciana. Según Mollà, a los beneficios ambientales se sumarían los socioeconómicos que supone crear una industria sostenible "que creará 6.000 empleos nuevos y reducirá las compras de gas natural a países terceros por un importe superior a los 300 millones de euros". Relacionados Genia desarrolla 7 plantas de biogás que suman 60 millones de inversión Enagás y Naturgy se unen a la valenciana Genia para producir gas con la paja del arroz