Dice un famoso dicho que el periodismo 'de verdad' no es aquel que simplemente da voz a quienes afirman que llueve o que hace sol, sino que abre la ventana y comprueba la realidad por sí mismo. En este sentido, los estudios de la última década han dejado claro que uno de cada cuatro registros de lluvia torrencial en este periodo puede atribuirse al cambio climático ( Climate and Atmosphere Science, 2021 ). Esto significa que, aunque fenómenos meteorológicos como las Depresiones Aisladas en Niveles Altos (DANA) son comunes en la cuenca mediterránea, debemos aceptar que la intensidad y frecuencia de estos eventos se han visto agravadas por la presión humana sobre el clima . Por lo tanto, aunque sea incómodo y aún sintamos el miedo en el cuerpo, es esencial que integremos en nuestra vida protocolos adecuados para actuar y proteger a todos los seres vivos de nuestro hogar ante la probabilidad de enfrentar fenómenos meteorológicos extremos. Esto incluye nuestra propia seguridad y garantizar también la protección y el bienestar de nuestros animales de familia . La falta de integración de estos protocolos no solo pone en riesgo a las animales, sino que, como señalan estudios ( American Journal of Public Health, 2017 ), también puede representar un problema de salud pública. La ausencia de medidas adecuadas complica las respuestas de emergencia, aumenta el riesgo de brotes de enfermedades zoonóticas y las posibilidades de agresiones por parte de animales heridos o asustados. Además, el estrés psicológico de los cuidadores se ve agravado ante la incertidumbre por la seguridad de sus compañeros animales. En este sentido, el especialista en emergencias Juan Luis de Castellví y autor del libro Cuida a tu perro: manual de primeros auxilios , destaca: "Cuando convivimos con animales, es importante tener siempre una persona de referencia que pueda cuidar de ellos si nos pasa algo . Esta previsión puede marcar la diferencia en situaciones de emergencia". Juan Luis también desea recalcar la importancia de la reciente consideración legal de los animales como seres sintientes en España tras la reforma del Código Civil (Ley 17/2021). Esto obliga a las autoridades a adaptar soluciones que permitan la evacuación y el cuidado de los animales durante emergencias, aunque aún no estén plenamente incluidos en los Planes Territoriales de Protección Civil, algo que el propio director general de Derechos de los Animales, José Ramón Becerra, perteneciente al Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 ha reconocido a través de X (Twitter ): " Sin duda, esta es una de las cuestiones pendientes en materia de bienestar animal . La DANA así nos lo ha hecho ver. Además, la Ley de Bienestar Animal también establece la obligación de adaptar los planes de protección civil. Tomamos nota, como tarea pendiente". Alrededor del mundo existen muy pocos protocolos que tengan en cuenta a los animales en caso de evacuación durante una emergencia. Estados Unidos es uno de ellos pero si pensamos en España o Europa , al margen de los planes especiales de emergencias como el de las nevadas de Cataluña ( NEUCAT ), solo el Gobierno de Canarias ha desarrollado pautas específicas para la evacuación de animales , que incluyen mascotas, ganadería y fauna silvestre dentro de su Plan Territorial de Emergencias y Protección Civil de la Comunidad Autónoma de Canarias (PLATECA) . Este plan, en cuya elaboración colaboró activamente Juan Luis de Castellví , fue modificado explícitamente en respuesta a los incendios en Gran Canaria en 2019 y la erupción del volcán de La Palma en 2021, atendiendo a las demandas de los colegios veterinarios de Canarias. Su éxito sirvió de ejemplo para otras comunidades, como la Comunidad Valenciana, que desde la Generalitat anunció ese mismo año 2021 el desarrollo de un protocolo para la evacuación de animales durante las emergencias, coordinado por la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias (AVSRE), aunque este protocolo nunca se llegó a implementar, tal y como se ha criticado recientemente en redes sociales. Voluntarios y dueños atienden a los animales de granja evacuados de la zona de exclusión por la erupción del volcán de La Palma. KIKE RINCÓN Desorden y falta de coordinación El aumento en la frecuencia y magnitud de fenómenos como inundaciones o incendios forestales ha superado todas las previsiones. Entre los países miembros de la Unión Europea , las organizaciones de rescate de animales y las autoridades gubernamentales trabajan de manera independiente, lo que da resultados descoordinados, esfuerzos más ineficientes y una fuerte impresión de caos tanto para los que inician movimientos voluntarios como para los que deciden tomar el rol de administradores. El reciente episodio de la DANA que ha arrasado la región de Valencia es un claro ejemplo de esta situación en España . Superados los primeros momentos de pánico y desesperación, muchos ciudadanos comenzaron a movilizarse por los animales no humanos afectados por las inundaciones. Una de las figuras que han destacado en este movimiento es Dana Martínez Giner, más conocida como Hurona Rolera, una tiktoker valenciana con más de 13 millones de seguidores, que el 1 de noviembre rescató a 16 animales vivos y abandonados durante tres días en una tienda de una cadena de productos para mascotas en el centro comercial de Bonaire. El flujo de solidaridad se extendió por toda España, con redes de voluntarios estableciendo puntos de recogida de suministros para animales. Estos incluían desde alimentos y medicamentos hasta heno, forraje y materiales textiles, destinados tanto a mascotas como a animales de granja . En la propia comunidad afectada, centros como BIOPARC y el Hospital Clínico Veterinario de la Universidad CEU Cardenal Herrera se organizaron para recibir y distribuir la ayuda. Sin embargo, ha habido voces críticas desde el ámbito de la protección animal que han señalado la falta de liderazgo centralizado y de un protocolo claro para coordinar las acciones de rescate de animales, tanto de compañía, como de granja y, especialmente, en los centros de rescate, que se vieron desbordados y sin la posibilidad de sacar a los animales de sus instalaciones, algunas de ellas completamente inundadas. Las protectoras de Valencia estuvieron solas Esto es, precisamente, lo que les ocurrió a la asociación Modepran y el Refugio de María , que han visto como sus refugios se inundaban, quedaban completamente destruidos y, como consecuencia, los cientos de animales que vivían en ellos, desamparados. "Estábamos tranquilamente en casa, no llovía y estaba todo tranquilo cuando a las 20 de la tarde más o menos sonó la alarma del móvil", relata María González, responsable del El refugio de María. "Media hora después fui a ponerle agua a los perros y vi que se estaba inundando el campo y a las 21 ya teníamos el agua hasta las rodilla dentro de casa y hasta la cintura fuera ". Nos dijeron que podían evacuarnos a nosotras, pero no a los perros, así que decidimos quedarnos, no íbamos a abandonarlos Aquel lugar no solo era el albergue de la asociación en la que vivían más de 50 animales, también ha sido el hogar de María durante los últimos cinco años. " Hemos tenido que buscar una nave y alquilarla para poder mover a todos los perros y tener un sitio donde vivir hasta que podamos reacondicionar el refugio", añade. "Ante aquella situación, llamábamos a emergencias y saltaba un mensaje diciendo que el teléfono no existía", continúa recordando. "A las horas logramos contactar y nos dijeron que podían evacuarnos a nosotras, pero no a los perros, así que decidimos quedarnos, no íbamos a abandonarlos". Con el agua hasta las rodillas, María y su madre (de 60 años) tuvieron que coger a todos los perros y colocarlos en palets, en alto, con mantas, incluso encima de la nevera, para que no estuvieran mojados. "Lo peor fue que al día siguiente no dejaban entrar a voluntarios porque no lo consideraban seguro y no pudimos salir de allí hasta el tercer día, que fue cuando nos trasladamos a la nave", agrega. "De los 50 perros que teníamos, 40 han sido acogidos, nos hemos quedado con los PPP y los más miedosos, además de las cabras y la yegua ", cuenta González agradeciendo el apoyo de los voluntarios y la gente de a pie. "En cuanto a lo material, lo hemos perdido todo: ropa, álbumes de fotos... todo. En aquel momento lo más importante era salvar a los perros". Por suerte, están visitando la nave en la que se encuentran ahora muchos voluntarios, que además de llevarles comida, ropa y mantas, les están ayudando a limpiar, pasear a los perros y en todo lo que necesitan, aunque, tal y como dice González, "queda muchísimo por hacer". Por otro lado, la protectora Modepran, otra de las más afectadas por las lluvias torrenciales, casi lamenta víctimas mortales. " Los trabajadores de la protectora estaban trabajando como siempre y cuando vieron que se puso a llover se metieron en los contenedores de obra habilitados que se suelen utilizar para comer o como zona de descanso", relata Amparo Requena, presidenta de la protectora. "No imaginaron que les pasaría un tornado por encima. La caseta de obra dio vueltas de campana con ellos dentro y cuando lograron salir como pudieron se metieron en las casetas de obra en estado de shock y pánico hasta que lograron salir de allí como pudieron", agrega. "Para entonces ya había vallas rotas y se habían escapado muchos perros". Algunos no han sobrevivido pero hay otros vivos, heridos y los que esperamos encontrar en las inmediaciones que se han perdido Requena explica que cuando vieron cómo llovía y vieron que todo estaba inundado, lo primero que pensó es que todos los animales iban a estar ahogados. "Algunos no han sobrevivido pero hay otros vivos, heridos y los que esperamos encontrar en las inmediaciones que se han perdido", explica. "Cuando llegué al refugio tenían el agua por el cuello". "Como también llevamos la gestión del refugio del Ayuntamiento de Valencia, pedimos ayuda masiva para que todo el mundo acudiera allí (ya que llegar a nuestro refugio era muy complicado) para acoger a todos los animales y poder trasladar a los nuestros a Valencia (que de normal son 20 minutos en coche pero, tal y como estaba la carretera, tardamos cuatro horas)", detalla. "Por suerte ha venido mucha gente de todas partes a ayudarnos". Requena explica que los servicios de emergencia ya les están ayudando, aunque le hubiera gustado que la ayuda llegase antes. "Pedimos auxilio en el momento más crítico, pero no había agentes disponibles para el rescate de animales porque no existe un protocolo de evacuación en caso de emergencia", afirma. "Y las asociaciones todavía estamos recibiendo ayuda, pero todos esos perros de caza que viven encerrados sin ningún tipo de supervisión o los animales de granja... ¿Cómo han muerto? Que alguien se ponga en su lugar". Algunos de los perros supervivientes a la DANA en el refugio de Modepran. ASOCIACIÓN MODEPRAN Preparativos: la mochila de emergencia Con o sin protocolo de evacuación, es igualmente importante, ante una emergencia y especialmente si vivimos en una zona de riesgo, que estemos bien preparados. En este sentido, el especialista en emergencias sanitarias, Juan Luis de Castellví, subraya la importancia de contar con una mochila de emergencia para las animales , en este caso, usamos de ejemplo a los perros, pero puede (y debe) adaptarse en función de la especie con la que convivimos. Esta mochila debe incluir: Copia de la documentación del animal y seguro si es necesario. Comida y agua para al menos 2 o 3 días, idealmente más. Collar, correa y bozal, preferiblemente reflectantes o de color llamativo. Toalla de secado rápido, que puede servir como cama. Medicación necesaria y dosis de desparasitación. Manta térmica y comedero plegable. Un candado de combinación y bridas para asegurar un transportín. "En situaciones de evacuación, es esencial tener a nuestros animales controlados en todo momento , especialmente si compartimos espacio en un albergue con otras personas y animales. Un bozal puede ser necesario, ya que el estrés puede hacer que el perro reaccione de forma inesperada", añade el especialista. Una vez superada la crisis que nos ha hecho abandonar precipitadamente la vivienda, es importante garantizar que la casa sea un entorno seguro antes de regresar y verificar que el animal no haya sufrido daños ni estrés severo. Como conclusión, De Castellví destaca la importancia de estar preparados incluso para los peores escenarios: "Si nos vemos obligados a dejar al perro en casa por motivos de fuerza mayor, hay que asegurarnos de que esté en una planta alta, con suficiente agua y comida disponible . La seguridad y el bienestar del animal deben ser siempre una prioridad".