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El nuevo impuesto de la UE a las emisiones cargará 100 euros a las familias y hasta 1.500 millones a la industria

08/06/2023
En: elmundo.es
Digital
La tasa entrará en vigor el 1 de octubre y gravará las importaciones de cemento, hierro y acero, aluminio, fertilizantes, electricidad e hidrógeno El Mecanismo de Ajuste en Frontera al Carbono ( CBAM ) con el que la Unión Europea quiere proteger la competitividad de las empresas comunitarias, que pagan por sus emisiones de CO2, frente a las importaciones, que no lo hacen, tendrá un impacto de unos 100 euros anuales en las familias . Y, de hecho, también afectará a algunos sectores que dependen en gran medida de la importación de materias primas a las que se aplicará esta tasa. En algunos casos podrá superar la barrera de los 1.000 millones de euros , según un estudio de EsadeEcPol. El impuesto, que entrará en vigor en fase de transición el 1 de octubre, viene a corregir los efectos indeseados de los derechos de emisión de CO2 gratuitos . La Unión Europea establece un límite de CO2 en el proceso productivo y las compañías deben comprar estos derechos para emitir el dióxido de carbono que se genera como consecuencia de su actividad. Al mismo tiempo, si finalmente emiten menos de lo que podrían, pueden vender este derecho sobrante, de modo que hay un incentivo para ser más 'verde'. Además, el sistema europeo asigna unos derechos gratuitos a determinados sectores para evitar que sus productos sean más caros por este pago y pierdan competitividad. Sin embargo, la realidad es que esta ayuda ha desincentivado la reducción de las emisiones, de ahí que ahora se opte por una nueva estrategia. "Hasta ahora para evitar que la industria se deslocalice y que pierda competitividad por enfrentarse al coste del mercado de derechos de CO2, lo que se ha hecho es asignar gratuitamente derechos", contextualiza Natalia Collado , economista en EsadeEcPol y coautora del estudio. El problema ha sido "que la industria no se ha descarbonizado tanto como otros sectores, como, por ejemplo, el energético". La idea es que con el fin de los derechos gratuitos y el nuevo impuesto se conserve el incentivo para la descarbonización sin perder competitividad. Así, el impuesto grava las importaciones de cemento, hierro y acero, aluminio, fertilizantes, electricidad e hidrógeno . Después, el coste se arrastra por la cadena hasta llegar al producto final, lo que impacta en el bolsillo de las familias y en los costes de producción de las empresas. "El gasto de los hogares aumentaría alrededor de 100 euros al año", explica Collado. Eso sí, el efecto "es moderado porque si lo ponemos en términos relativos es un 0,3% del gasto total", apunta. En la industria, sin embargo, las consecuencias pueden llegar a ser mayores, especialmente entre las que dependen mucho de estos materiales: a medida que se avanza en la cadena de valor se mitiga el incremento de precio. En conjunto, los productos finales experimentan incrementos inferiores al 7% o el 8% , pero en maquinaria agrícola e industrial podrían superar el 20%. "Los sectores más expuestos a mercados internacionales, los que tienen un mayor porcentaje de exportaciones sobre producción, son los que pueden perder cierta competitividad", detalla Collado. El estudio cita como ejemplos la industria automovilística, la maquinaria, la metalurgia, los minerales no metálicos y el plástico . De hecho, los metales básicos acumulan un incremento potencial de 1.570,93 millones de euros y los vehículos de motor, remolques y semirremolques, de 1.295,15 millones. En este último, el documento recoge la paradoja de que, si bien el sector automovilístico en general experimentaría un incremento cercano al 3%, hay subsectores "donde la industria española es líder", como componentes basados, precisamente, en acero, aluminio o plástico, "que podrían enfrentar incrementos de hasta un 40%". Según apunta Collado, los productos de materiales básicos, que son los que están al principio de la cadena de valor, "están compuestos en su mayoría por los materiales que están gravados por el CBAM". "Por eso al principio de la cadena de valor es más alto; a medida que incorporas otro tipo de materiales el incremento en el precio es menor ". Ocurre en el caso de los 60 alimentos analizados, que notan impacto casi marginal en muchos casos: 49 incrementarían el precio menos de un 1%. La carne de vacuno está muy por encima de la media, del 0,4%, con un 2% de incremento por ser la que requiere una mayor cantidad de fertilizante por kilo producido. "La carne de vacuno tiene la mayor tasa de pienso por cada kilo producido y el pienso se compone en su mayoría de maíz y cebada", explica la economista. Esto explica también que el impuesto tenga un efecto progresivo: al estar más limitado el impacto en bienes como los alimentos y notarse más en transporte, afecta más a las rentas más altas . De hecho, en el decil más bajo -menos de 8.309 euros de gasto equivalente por hogar-, el gasto extra serán 30 euros (un 0,25%), mientras que en el más alto -más de 31.478 euros-, habrá un incremento de 268 euros (un 0,43%). Las diferencias son menos acusadas si se hace un análisis por Comunidades Autónomas , con un mayor impacto total en las más ricas y porcentual en las más pobres. De ahí que se pase de los 111,85 euros adicionales de Navarra a los 74,91 euros de Extremadura. No obstante, también hay excepciones, como la Comunidad de Madrid, que tiene un sobrecoste relativamente moderado, 98,18 euros. El estudio considera que esto se explica por la diferencia atribuible al gasto en transporte, que en Madrid no excede los 25 euros por hogar al año, y supone una menor necesidad de vehículo privado.
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