El nuevo dispositivo permite in situ la desinfección de los suelos en condiciones reales de explotación, tanto en interior como en exterior, mediante la aplicación de un novedoso tratamiento en dos fases. La primera fase, realizada sobre suelo desnudo, consiste en aplicación de ozono junto a la técnica de solarización. Esta fase se complementa con una segunda, realizada sobre cultivo, consistente en el suministro de ozono disuelto en el agua de riego. Para ello, el dispositivo está compuesto por un equipo de producción de ozono y una cubierta de material impermeable (que se sella sobre el terreno a tratar). Además, el equipo incorpora un sistema de acondicionamiento de agua, sistemas de transferencia de ozono, depósitos de acumulación y distintos sistemas de distribución. Los estudios y ensayos realizados hasta el momento, tanto en laboratorio como en fincas experimentales, han arrojado resultados prometedores, consiguiendo degradar más del 70 por ciento de los plaguicidas acumulados inicialmente. El proyecto se encuentra ahora en fase de estudio en fincas comerciales, con el fin de evaluar y demostrar la viabilidad técnica, económica y ecológica del dispositivo en condiciones reales de explotación, para lo que el pasado verano el prototipo se instaló en una explotación agraria de Ãguilas dedicada al cultivo de tomates. Esta nueva tecnologÃa y sus técnicas asociadas forman parte de los resultados preliminares del proyecto europeo Life Agremsoil, iniciado en 2018 y coordinado por el IMIDA, en el que participan otros organismos como el Centro de EdafologÃa y BiologÃa Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC), la empresa murciana de tecnologÃas agrarias Novedades AgrÃcolas, S.A. y la empresa IDConsortium, S.L. El proyecto, que se prolongará hasta el 30 de junio de 2022, cuenta con un presupuesto total de 2,2 millones de euros, de los que el 60 por ciento (algo más de 1,3 millones) está cofinanciado por el Programa Life de la Unión Europea. TÉCNICAS DE OZONIZACIÓN Y SOLARIZACIÓN El ozono es un oxidante muy utilizado debido a su capacidad para eliminar eficazmente un amplio abanico de contaminantes. Durante la ozonización se producen dos tipos de reacciones: interacción directa de los contaminantes orgánicos con el ozono molecular, o bien reacciones indirectas de oxidantes secundarios, como los radicales hidroxilo, que son especies transitorias muy reactivas, que atacan y destruyen los contaminantes hasta su completa mineralización (formación de CO2, H2O y sales minerales). Por su parte, la solarización es un método hidrotermal de desinfección que se aplica a un suelo, humedecido previamente, cubriéndolo con un plástico transparente (polietileno) y exponiéndolo a la luz solar durante el verano, cuando la temperatura y la radiación luminosa son más intensas. Durante este proceso la temperatura del suelo alcanza niveles elevados que son letales para muchos hongos, bacterias, nematodos, insectos y malas hierbas, reduciendo la capacidad parasitaria hasta eliminar la enfermedad. Además de estos reconocidos efectos, se ha comprobado que la solarización también puede acelerar la degradación de los residuos de plaguicidas en el suelo.