El Govern vetará las instalaciones de energía renovable en terrenos de valor agrícola
Debate energético
El nuevo decreto supeditará los parques eólicos y fotovoltaicos al consentimiento del territorio donde se sitúen y primará su emplazamiento en terrenos abandonados
Aerogeneradores en la Anoia
Barcelona
01/07/2021 11:46
El Govern elaborará una nueva normativa que suplirá el anterior decreto que intentó impulsar las instalaciones de energía renovable en Catalunya y que se topó con la oposición de diversas plataformas comarcales y sectores rurales respaldados por dirigentes de ERC y la CUP. El nuevo decreto (que se elaborará tras las vacaciones) pondrá un "techo comarcal" a estas instalaciones para "repartir el número los parques energéticos" por todo el país y vetará su ubicación en terrenos de valor agrícola. Además, los promotores de las renovables necesitarán el acuerdo explícito de los propietarios de los terrenos, y deberán presentar los proyectos a los ayuntamientos. Sin el requisito de esta doble luz verde los proyectos no se podrán tramitar. Las diversas organizaciones (UnefCat, EolicCat, cinco colegios de ingenieros) han venido criticando los cambios normativos por lo que consideran una "moratoria encubierta" que impone el Govern a las grandes instalaciones de energía renovable.
Los promotores temen lo retrasos
Consultas en el otoño para el nuevo decreto
El Gobierno modificará el decreto de las renovables este otoño, después de una ronda de contactos con todos los sectores afectados por el desarrollo de la eólica y solar
Tres premisas
Los cambios, según Acció Climática, responden a tres objetivos. El es primero, según el Departament, es asegurar la participación del territorio (para impedir que proliferen proyectos sin el acuerdo de los propietarios de los terrenos y el conocimiento de los ayuntamientos de los municipios afectados por los proyectos). En segundo lugar, se invoca el criterio de distribución de las instalaciones en el territorio, para evitar la concentración de equipamientos en las mismas zonas. Y, el tercero, se quiere "impedir que la transición energética comporte la sustitución masiva de los campos de cultivo" por aerogeneradores y placas fotovoltaicas. El nuevo Departament que dirige consellera Teresa Jordà sostiene que la nueva regulación responde a la demanda del territorio, y que éste "se ha sentido excluido del desarrollo de las energías renovables previsto en el decreto" anterior, aprobado por el Govern tras declararse la emergencia climática
Los campos de cultivo, lo primero
La nueva regulación protegerá los campos de cultivo más favorables para la agricultura que, "en ningún caso, se podrán utilizar para plantas fotovoltaicas ni eólicas", enfatiza el Departament.
En los suelos más ricos y profundos, llanos o sin piedra, el veto para estas instalaciones será total; en los suelos con calidad media, la ocupación de las instalaciones renovables tendrá un tope de entre un 5% de la superficie para el regadío y del 10% en el de secano. La modificación establecerá que esta proporción se aplique por comarcas.
En cambio, no se pondrá ningún límites en los campos agrícolas menos proclives al cultivo, aquellos que sean poco profundos, con pendiente o piedra.
Los molinos producen casi el 20% de la electricidad en España.
LV
Con la nueva normativa, la luz verde del "territorio" será condición indispensable
Los proyectos fotovoltaicos y eólicos sólo podrán iniciar su tramitación si cuentan con el acuerdo mayoritario de la propiedad de los terrenos. Además, para presentar los proyectos, los promotores también deberán acreditar que han informado a los ayuntamientos correspondientes.
De esta manera, tanto el acuerdo de los propietarios como el conocimiento de los ayuntamientos será requisitos indispensables para todos los proyectos aún pendientes de salir a información pública.
Proyectos en curso
Desde la aprobación del decreto de renovables en noviembre del 2019, los promotores han presentado 522 anteproyectos (380 propuestas de instalaciones fotovoltaicas y 142 de eólicas). El órgano encargado de analizar la viabilidad de los emplazamientos, la llamada "Ponencia de las renovables", ha analizado 392 propuestas, de las que 253 han sido consideradas viables aunque aún falta iniciar la tramitación propiamente dicha.
Cuando se concrete el nuevo procedimiento, se suprimirá esta consulta o criba previa sobre la idoneidad del emplazamiento.
Comunidades energéticas en primera fila
Por otra parte, el Gobierno declarará de interés territorial estratégico todas las "comunidades energéticas locales", que son instalaciones de energía con participación de ayuntamientos y vecinos. El objetivo de esta medida es incentivar "las instalaciones de autoabastecimiento doméstico de proximidad y democrático, como alternativa a los grandes oligopolios del sector". En este sentido, los proyectos de comunidades energéticas locales "tendrán prioridad en la tramitación administrativa".
En esta línea, la nueva regulación también abrirá la puerta a la instalación de pequeñas plantas en suelo urbanizable, como en polígonos sin actividad, urbanísticamente planificados, pero que no se ha desarrollado esta opción.
El 30% de la energía
El objetivo del nuevo Departament d'Acció Climática es que las comunidades energéticas y el autoconsumo lleguen a producir el 30% de la energía que se consume en Catalunya, que es más de la necesaria para abastecer los hogares de todo el país.
Un equipamiento fotovoltaico de 5 MW ocupa una superficie en torno a 10 ha y puede generar la electricidad necesaria para 2.500 hogares.
Sin embargo, las grandes instalaciones eléctricas serán necesarias para garantizar el consumo en la industria y los servicios, se admite por primera vez desde el nuevo Govern.
Fuentes renovables en Aragón
Xavier Cervera
Evitar la concentración territorial
El Govern interpreta que la ausencia de límites a la expansión de estas instalaciones es una "amenaza para actividad agrícola, la producción de alimentos y la biodiversidad". El artículo 7.1 del anterior decreto permitía, según una nota del Departament, que "los oligopolios energéticos alquilen los campos de cultivo a un precio que puede ser mucho más rentable que la actividad agraria". En realidad esta opción la podían ejercer los promotores de los proyectos, a los que se alude aquí despectivamente.
Pero se deduce que tal renta para el campesino es, para el redactor de esta parte de la nota, que incompatible con el desarrollo de la energía fotovoltaica, pues se asocia al hecho de que "el cierre de la actividad también conlleva el abandono de la ganadería, el descuido de los bosques y la despoblación rural".
Por eso, "para impedirlo, la nueva regulación protegerá los campos de cultivo más favorables para la agricultura", se añade. En cambio, no se pondrá ningún límite en los campos agrícolas menos fértiles (menos proclives al cultivo). La referencia para la calificación del suelo será la capacidad agrológica que indique el Instituto Cartográfico de la Generalitat.
La nueva norma favorecerá la implantación de las instalaciones renovables en campos abandonados, los que se hayan convertido en bosque porque hace 20 o más años y que ya no los cultiva nadie. En estos casos, se podrán ubicar parques eólicos y solares "sea cual sea su capacidad agrológica". En los últimos 20 años, Catalunya ha acumulado alrededor de 100.000 ha. bandonadas, según datos del propio Departament d' Acción Climática.
Tope comarcal
El establecimiento de un "tope comarcal para plantas de energías renovables también contribuirá a un reparto equitativo de las instalaciones eólicas y fotovoltaicas, de acuerdo con un criterio de solidaridad interterritorial".
El Departament d'Acció Climática quiere tener la norma modificada este otoño. Es por eso que, ahora, inicia una ronda de contactos que incluirá el mundo local, las entidades ambientalistas y el sector agrícola para contrastar puntos de vista "e impulsar un acuerdo lo más consensuado posible".
Esta ronda de contactos también incluirá las patronales del sector energético. "La modificación de la norma vigente es una de las prioridades del nuevo Gobierno", se señala.
Es por ello que aplicará la fórmula del decreto ley, como medida urgente, "sin esperar a la tramitación de la futura Ley de Transición energética y del Plan Territorial Sectorial de Desarrollo de las Energías renovables".
Hacer posible el cierre de las nucleares
El impulso de las energías renovables es necesario para alcanzar el objetivo de la Ley del cambio climático catalana (16/2017), que es la neutralidad climática. La norma establece que, en 2030, el 50% del consumo eléctrico de Catalunya debe ser de fuentes renovables; condición indispensable para el cierre de las centrales nucleares. Esta proporción debe crecer hasta el 100% en 2050.
Greenpeace proyectó imágenes donde se podeia ver una calavera junto el lema "No más Fukushima" sobre la chimenea de la central nuclear de Ascó I
LV
Hoy, el 54% de la demanda de energía eléctrica de Catalunya se atiende con las tres centrales nucleares que hay en operación. El Parlament estableció en 2027 como límite para el cierre de todos los reactores atómicos pero, posteriormente, el gobierno español alejó su horizonte hasta el 2035. Según la planificación del Ministerio para la Transición Ecológica, Ascó I cerrará el 2030, en el 2032 lo hará Ascó II y, finalmente, en 2035 cerrará Vandellòs y ya no quedará ningún nuclear en activo.x
El Goven prevé que antes de cierre de las nucleares, la producción de eólica se multiplicará por tres y la fotovoltaica debe hacerlo por 17,5.
Para llegar a 2050 con el 100% de energías renovables hacen falta 48.000 MW, 36.000 MW de los cuales, fotovoltaicos.
Para producirlos, se necesitan 70.000 hectáreas para placas solares.
Entre los campos de regadío y de secano, Catalunya suma 855.000 ha.
Por lo tanto, la producción de la energía solar necesaria para 2050 sólo requeriría la utilización del 8% de los campos de cultivo.
Lee también