Economía
El Gobierno sigue sin convocar las mesas de la sequía
Ni Teresa Ribera (Transición Ecológica) ni Luis Planas (Agricultura) reaccionan ante la grave situación de escasez de agua que sufre España, con daños que pueden alcanzar ya los 10.000 millones de euros
21/08/2022.- Imagen de la cola del embalse de Rialb en el término municipal de Tiurana (Lérida) con el pueblo de La Clua al fondo. Este embalse se encuentra actualmente por debajo del 8 % de su capacidad máxima, cuando hace un año superaba el 50 % FOTO: RAMÓN GABRIEL EFE
Última actualización
22-08-2022 | 06:00 H
Los daños provocados por la sequía ascienden ya a más de 8.000 millones de euros, según las primeras valoraciones hechas por ASAJA, que otras fuentes del sector agrario llevan hasta los 10.000 millones de euros ; los embalses se encuentran en los niveles más bajos de este siglo, con las cuencas del Guadalquivir y del Guadiana en peor situación; falta agua para regar, lo que ha provocado la reducción de las siembras de algunos cultivos; restricciones de agua para el abastecimiento domiciliario en muchos puntos de la geografía española, que cada día que pasa se multiplican.
Estas son algunas de las manifestaciones más evidentes del grave problema de sequía que tiene España, que se puede agravar durante las próximas semanas debido al incremento de las temperaturas y a que no están previstas lluvias generalizadas, ni a corto ni a medio plazo . Sin embargo, todo lo anterior, que, sumado, hace que nos encontremos ante la situación de sequía agraria e hidrológica más grave de este siglo no ha sido suficiente para que el Gobierno y, más en concreto, los Ministerios para la Transición Ecológica y de Agricultura, Pesca y Alimentación, hayan convocado las llamadas mesas de la sequía hidrológica y agraria.
Cada día que pasa la situación se agrava y se vuelve más preocupante mientras las cifras de pérdidas aumentan sin parar. La última ha sido facilitada por las cooperativas oleícolas de Jaén, que hablan ya de 1.000 millones de euros, solo en esta provincia y en el sector del aceite de oliva, como consecuencia de las altas temperaturas y de la sequía.
Según las cifras adelantadas por LA RAZON, y elaboradas sobre la base de los cálculos hechos por expertos del sector del olivar, sumando las pérdidas en la producción de aceite de oliva, que pasará de 1,5 millones de toneladas en la campaña que está a punto de finalizar (cifra normal) a menos de 1 en la próxima, y las correspondientes a la aceituna de mesa, los perjuicios se elevarían solo en estos sectores a 2.000 millones de euros. En el caso de los cereales podrían llegar hasta los 3.000 millones de euros.
La cosecha de uva y la producción de vino se van a reducir de forma significativa. Las siembras de maíz y arroz se han recortado por la falta de agua para regar. Sin hacer la relación exhaustiva, los ganaderos se han encontrado con un triple incremento de sus gastos: ausencia de pastos por la falta de lluvias, aumento del coste de la alimentación animal e incremento de sus gastos porque tienen que abastecer con cubas de agua a las explotaciones. Estas cifras se podrán incrementar en los próximos días, ya que no se esperan lluvias con carácter general y en las zonas que más lo necesitan.
Opinión: ¿Qué más tiene que pasar?
La pregunta es muy sencilla: ¿qué más tiene que pasar para que Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica, convoque una reunión de la mesa de la sequía hidráulica, y para que Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, reúna con carácter de urgencia la mesa de la sequía agraria? Es más, habría que tirar por elevación: ¿qué más tiene que pasar para que el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ocupe del asunto en persona creando un grupo de alto nivel de carácter interministerial, como han hecho en Francia, para abordar de forma conjunta el problema de la falta de agua? Estamos ante la peor situación de este siglo y de algunos años del anterior y parece que no pasa nada. Solo en el campo y de forma directa los daños se sitúan ya entre los 8.000 y los 10.000 millones de euros, dependiendo de cómo se hagan las cifras. A esta cifra hay que sumar otros perjuicios como, por ejemplo, el no poder usar el agua embalsada para fabricar electricidad, siendo necesario utilizar más gas, cuyos precios están disparados.
Siguen las preguntas. ¿Qué más tiene que pasar para que el PP de Alberto Núñez Feijóo, el principal partido de la oposición, se entere de verdad de que hay sequía y pida la comparecencia urgente del propio presidente del Gobierno, de Teresa Ribera (en este caso ya lo ha hecho) y de Luis Planas en las Cortes? ¿Qué más tiene que pasar para que los consejeros correspondientes del PP soliciten la convocatoria con carácter urgente de las conferencias sectoriales de los citados ministerios para abordar el asunto? Siguen las preguntas: ¿qué más tiene que pasar para que los de Vox, que dicen que se preocupan mucho por los problemas del campo y de los pueblos, hagan lo propio en las Cortes? ¿Qué más tiene que pasar para que las organizaciones agrarias se planten ante Planas y ante los consejeros de Agricultura de las comunidades autónomas y digan hasta aquí hemos llegado? Resumen final: ¿qué más tiene que pasar para que la sequía se aborde como lo que es, un problema de Estado? ¡ Pero que desidia !
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