A la ejecución de los nuevos fondos europeos, los Next Generation, de los que España recibirá un total de 140.000 millones de euros hasta 2026, se encomienda gran parte del futuro de sectores económicos tan relevantes para España como el del automóvil y el agroalimentario. Solo este último representa alrededor del 10% del PIB. Al fin, en febrero, el Consejo de Ministros dio luz verde al Perte (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) agroalimentario, dotado con más de 1.000 millones de euros , a desembolsar hasta finales de 2023, y cuyas convocatorias está previsto que se sustancien durante la primera mitad de este año. Entre los proyectos que aspiran a beneficiarse, que deben tener un carácter transversal obligatorio a lo largo de toda la cadena de valor (producción, industria y distribución), emerge 'La Digitalizadora Agraria'. Un ejemplo de sinergia empresarial y tecnológica y de colaboración público-privada liderado por las principales organizaciones agrarias valencianas (AVA-Asaja, Unió de Llauradors i RAmaders, Cooperativas Agroalimentarias de la Comunidad Valenciana, Asaja Alicante), junto a la aceleradora Innsomnia y con la colaboración de los Rural Innovation Hub de Carmona (Sevilla) y Barrax (Albacete). Pero en el ambicioso proyecto participarán además agricultores, agroindustrias y cooperativas agrarias de otras seis comunidades autónomas. La idea es crear un particular Silicon Valley agroalimentario, por lo que el proyecto tiene un fuerte componente tecnológico y cuenta con el apoyo de compañías como Telefónica; la estadounidense Esri (Enviromental Systems Research Institute), líder mundial en Sistemas de Información Geográfica (GIs), y ASDdrones, filial de la china DJI, especializada en drones. Este ambicioso proyecto prevé concurrir al Perte con proyectos de hasta 500 millones de euros, que permitirían crear 5.431 puestos de trabajo, sobre todo enfocados a jóvenes y mujeres, en 203 municipios rurales. «Creamos La Digitalizadora como un ecosistema enfocado en el sector agrícola, donde las empresas trabajan en común con la industria agroalimentaria y las explotaciones agrícolas y ganaderas para crear las mejores soluciones digitales del mercado», comenta su director, José Ángel González. Para ello, ya trabajan en el desarrollo de seis 'agrohubs', cuatro de ellos situados en la Comunidad Valenciana (Requena, Morella, Elche y Polinyà del Xúquer), que contarán con una financiación extra de seis millones de euros de la Generalitat Valenciana. «En este momento tenemos en estudio dos hubs más, uno en Murcia y otro en Castilla y León. También posiblemente otro en Extremadura», añade González. Pero, ¿en qué consiste exactamente un 'agrohub'? El director de 'La Digitalizadora' explica que se ha ido más allá de la tradicional imagen de una nave o espacio, en el que se instalan varias empresas para ejecutar diferentes proyectos. Habrá campos de pruebas para testar y mejorar las aplicaciones diseñadas, asegura, «en terrenos similares a los que el agricultor tiene sus cultivos». Por ejemplo, González destaca que los cuatro 'agrohubs' valencianos están situados en «puntos estratégicos en función del tipo de agricultura de la zona: continental, mediterránea, ganadería y forestal». A todo lo anterior, el acuerdo con Rural Innovation Hub abre las puertas de dos centros de investigación. Uno en Carmona (Sevilla) con «más de 1.300 variedades de todo el mundo en 400 hectáreas de campo de pruebas», y otro en Barrax (Albacete), «que se centrará en cultivos de alto valor como el pistacho, el almendro o el ajo», aclara González Agricultura de precisión, inteligencia artificial, mantenimiento predictivo y el ahorro energético serán parte de las áreas que trabajarán los 'agrohubs'. Al respecto, el director de 'La Digitalizadora' explica que serán también «centros de transferencia de conocimiento» y que tienen acuerdos con algunas universidades como la Politécnica de Valencia. «Estamos en conversaciones con alguna más», apunta González. El director general del proyecto asegura que tienen peticiones y consultas «casi todos los días», aunque matiza que «hemos ralentizado el crecimiento, porque queremos hacer las cosas bien». Dotado con 1.002,91 millones de euros a desembolsar este año y el siguiente, el Perte agroalimentario está dividido en tres ejes: el fortalecimiento de la industria agroalimentaria (400 millones de euros), la digitalización del sector agroalimentario (454,35 millones); y el I+D+i (148,56 millones) con medidas como una línea de ayudas plurianual de préstamos con un tramo no reembolsable y otra de créditos participativos con Enisa. Está previsto que las bases y las órdenes sean aprobadas antes de verano, para que las ayudas se concedan durante la segunda parte del año.