El estiércol y los fertilizantes nitrogenados sin control agravan la crisis climática

08/10/2020
En: lavanguardia.es
Digital
Otro trozo de esa imagen artificial e idílica de la agricultura se viene abajo. Los fertilizantes nitrogenados usados en la agricultura y el estiércol depositado en los campos (también usado profusamente) son actualmente en todo el mundo focos de emisiones gases sin el debido control, pese a que son causantes muy directos también de la crisis climática. Y por eso los científicos dan la alarma. Concretamente, lo hacen a través de la revista científica Nature , que publica la primera evaluación mundial del óxido nitroso (N2O), uno de los principales gases de efecto invernadero responsables del calentamiento mundial. La combinación de un fuerte potencial de calentamiento y su larga permanencia en la atmósfera hacen que el óxido nitroso sea el tercer gas de efecto invernadero más importante después del dióxido de carbono y el metano. Esta investigación concluye que el aumento de las emisiones de óxido nitroso no son compatible con los objetivos climáticos del Acuerdo de París. La agricultura es la principal causa de este aumento, ya que contribuye con casi el 70% de estas emisiones entre 2007 y 2016. Las concentraciones actuales de óxido nitroso están empezando a superar los niveles previstos en la mayoría de los escenarios de emisión del IPCC. La investigación la ha desarrollado por el Global Carbon Project y la Iniciativa Internacional de Nitrógeno. La agricultura (producción de alimentos), primer responsable El óxido nitroso ha aumentado un 20% con respecto a los niveles preindustriales y su crecimiento se ha acelerado en los últimos decenios debido a las emisiones de diversas actividades humanas. La agricultura está en el ojo del huracán. Cada año se esparcen y se diseminan más de 100 millones de toneladas de nitrógeno en las tierras de cultivo de todo el mundo, usado como fertilizante sintético, y otros 100 millones más se dejan en los pastizales en forma de estiércol de ganado. El creciente uso de fertilizantes de nitrógeno en la producción de alimentos en todo el mundo está aumentando las concentraciones de óxido nitroso en la atmósfera, donde permanece en la atmósfera. Un granjero en la recogida del algodón en Minter, en Mississippi, en Estados Unidos (Rory Doyle / Bloomberg L.P. Limited Partnership) Ls inventarios nacionales existentes no ofrecen un panorama completo de las emisiones de óxido nitroso Éste es ademas un gas de efecto invernadero 300 veces más potente que el dióxido de carbono. El mayor problema es que las emisiones (crecientes) están impulsadas principalmente por el uso de los fertilizantes, que se acumulan en la atmósfera más rápidamente de la degradación natural. Otro problema es que los inventarios nacionales existentes no ofrecen un panorama completo de las emisiones de N2O, debido a que se omiten las fuentes naturales y hay limitaciones metodológicas para atribuir las fuentes de gases que causa el hombre. En los últimos cinco años, el consorcio internacional de científicos de 48 instituciones de investigación de 14 países ha estado trabajando para cerrar esas lagunas. Se prevé que en los próximos decenios las emisiones de N2O seguirán aumentando como resultado de la creciente demanda de alimentos, piensos, fibras y energía, y del aumento de las fuentes de generación de desechos y de los procesos industriales. El 70% procede de la producción agrícola Las emisiones del N20 proceden tanto de fuentes naturales como relacionada con las actividades humanas. Sin embargo, mientras las fuentes naturales no han cambiado mucho en las últimas décadas, las emisiones relacionadas con las actividades humanas han aumentado rápidamente. De todas las emisiones vinculadas a la actividad humana, la producción agrícola aportó casi el 70% durante la última década de 2007-2016, lo que provocó la rápida acumulación de N2O en la atmósfera. Las emisiones de óxido nitroso de la agricultura se producen durante el procesos de "nitrificación-desnitrificación" del nitrógeno contenido en fertilizantes sintéticos y el estiércol de ganado. Las concentraciones de gas alcanzaron las 331 partes por mil millones en 2018, aproximadamente un 22% por encima de los niveles antes de que comenzara la era industrial (aproximadamente en 1750). Otras fuentes humanas incluyen la combustión de ls combustibles fósiles y la quema de biomasa, mientras que los suelos (particularmente en los bosques tropicales) y los océanos son los principales factores que dominan las fuentes naturales de óxido nitroso. Eventualmente, todo el óxido nitroso se destruye en la atmósfera a través de reacciones químicas, pero las emisiones cada vez mayores hacen que se acumule en la atmósfera más rápido de lo que la destrucción ocurre naturalmente. Incompatible con el acuerdo de París De hecho, las concentraciones de óxido nitroso están comenzando a superar los niveles pronosticados en la mayoría de los escenarios de emisiones desarrollados por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático. Esos escenarios llevan a aumentos de la temperatura media global muy por encima de los 3 ° C desde los niveles preindustriales. Las emisiones más importantes en el mundo generadas por la agricultura proceden de Asia oriental, Europa, Asia meridional y América del Norte, y están asociadas en gran medida al uso de fertilizantes nitrogenados sintéticos. Por el contrario, las emisiones de África y América del Sur se deben básicamente al estiércol de ganado. En términos de crecimiento de las emisiones, las tasas más altas provienen de las economías emergentes, particularmente Brasil, China e India, donde ha habido grandes aumentos en la producción de cultivos y el número de ganado. "Las emisiones de óxido nitroso de Australia se han mantenido estables durante la década, y las emisiones de la agricultura y los desechos se compensan con la disminución de las emisiones de la industria y los combustibles fósiles", dice Pep Cañadell, coautor del estudio y responsable del Global Carbon Projecf. Este especialista sostiene que deben reducirse las emisiones de óxido nitroso para recortar los inventarios de gases de efecto invernadero para detener el cambio climático. Avances logrados Las emisiones procedentes la industria química, particularmente las de la producción de nailon, han disminuido notablemente desde finales de la década de 1990 en Estados Unidos, Europa y Japón. Las altas concentraciones del gas en los gases de escape de los procesos industriales han hecho posible la eliminación. Sin embargo, "desafortunadamente, no existe una alternativa fácil al uso de fertilizantes nitrogenados, a diferencia de la energía de combustibles fósiles, que se puede reemplazar con energías renovables", señala Cañadell, convencido de que, pese aunque necesariamente la producción de alimentos siempre comportará algo de liberación de nitrógeno, "podemos reducir mucho la cantidad que se nos escapa a la atmósfera" A través de diversas políticas agrícolas, Europa pudo reducir las emisiones durante las dos últimas décadas, al tiempo que aumentó la productividad agrícola. Curiosamente, la mayoría de las políticas agrícolas se centraron en reducir la contaminación en las vías fluviales y el agua potable, lo que ilustra oportunidades beneficiosas para todos que hacen que la mayor eficiencia del nitrógeno sea un caso económico y ambiental convincente para la acción más allá del cambio climático. Las emisiones de EE. UU. se han mantenido prácticamente sin cambios a pesar de un aumento significativo en la producción agrícola, lo que sugiere un uso más eficiente de fertilizantes nitrogenados allí. Mejorar la gestión Para hacer posible una reducción de emisiones de óxido nitroso los expertos proponen una mejor gestión del estiércol, una aplicación espacial y temporal más precisa de los fertilizantes en los cultivos, el uso de cultivos fijadores de nitrógeno en las rotaciones (para reducir la necesidad de fertilizantes nitrogenados sintéticos) y el uso de inhibidores de la producción de óxido nitroso. "En todo el mundo, detener el uso excesivo de fertilizantes nitrogenados es la mayor oportunidad; allí, se pueden reducir las emisiones, mantener la productividad o incluso mejorarla en algunos casos, reducir la contaminación del agua y aumentar los rendimientos económicos agrícolas", die Albanell. Incluso aunque se apliquen fuertes políticas de mitigación, la falta de alternativas a los fertilizantes químicos y orgánicos comporta que el sistema alimentario siempre liberará algo de óxido nitroso. "Para lograr que el sector consiga un balance de emisiones netas con valor cero, como se exige para estabilizar el clima, será necesario hacer eliminaciones directas de la atmósfera con nuevas tecnologías aún no probadas o mediante compensaciones de CO2 equivalente para las que ya ya tenemos una serie de opciones disponibles", dice Cañadel. <
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